CRÓNICA DE ELTON JOHN: EL LIBERACE DEL ROCK
21 julio, 2015 5:45 pm 10 ComentariosTeatro Real, Madrid
Crecer en los ’80 y escuchar la radio o esperar pacientemente aquel programa semanal televisivo de una hora de duración, el único en la tele que se dedicaba a emitir videoclips, para estar al día con los éxitos del momento, significaba toparse muchas veces con los hits ochenteros de Elton John (“Nikita”, “Wrap Her Up”, “Passengers”, etc.). Ocurría cuando ya había abrazado totalmente la radiofórmula, así que un servidor no quedaba muy impresionado precisamente de sus aportaciones artísticas. Sin embargo, una vez que me fui a estudiar a EE.UU., y dado que en este país es mucho más popular, pude descubrir a través de las emisoras de rock clásico la faceta más rockera y creativa de este alocado pianista. Tanto él como Led Zeppelin eran los dos autores británicos que dominaban de manera indiscutida el panorama musical de entonces.
Todos estamos de acuerdo que su mejor época fue de 1970 a 1975, con ocho álbumes que contienen temas imperecederos pero en los que también se mostraba su faceta más introspectiva y melancólica. Y es que la que un servidor prefiere, una faceta que no solamente se debe a su colaboración con el brillante letrista Bernie Taupin, sino que también viene dada por los propios demonios interiores de Reginald Kenneth Dwight, que es tal como le llamaban sus padres. Un concierto de Elton John es todo un acontecimiento social, y si añadimos el hecho que era la primera vez que el Teatro Real abre sus puertas a artistas fuera del ámbito de la opera (dentro del marco de la primera edición del Universal Music Festival), la ocasión pedía a gritos la asistencia de gente del famoseo, o celebrities, si lo preferís. Consecuentemente, un servidor pudo divisar a músicos como Miguel Bosé, David De María o Marilia Andres Casares (la ex de Ella Baila Sola), actrices como Belén Rueda, Gemma Cuervo, Sara Vega (hermana de Paz Vega) o Maribel Verdú; la televisiva Pilar Rubio (curiosamente, yo me la hacía más de Lenny Kravitz, quien actuaba en Madrid la misma noche); periodistas del corazón (Jesús Mariñas), hijos de famosos (Rocío Carrasco), modelos, empresarios y gente que es famosa por no hacer nada como Carmen Lomana o algún político, que es lo mismo. Viendo a los paparazzi llamando a los famosos con su primer nombre para que les dieran una foto de perfil, me acordé de la película de Fellini ‘La Dolce Vita’ (1960), que es donde también se forjó el termino de paparazzi.
Tal y como dijo el propio Elton John, en un principio esta gira, que cerraba precisamente en Madrid, iba a ser sólo él con su piano, pero no fue así y, aparentemente, ya no volverá hacer este tipo de giras. Además, tal como veréis más adelante, pronto se retirará de los escenarios. Personalmente, hubiese preferido el primer formato, ya que muestra la faceta más melancólica e introspectiva del artista; pero esto no significa que quiera restar merito a la banda que le acompañó en este tour, la Elton John Band. En ella pudimos ver al batería Nigel Olsson (quien curiosamente tocaba una batería de doble bombo), al guitarra Davey Johnstone (tanto él como Olsson llevan tocando con Elton John de manera interrumpida desde 1971), al percusionista John Mahon, que ha tocado con artistas de la talla de Billy Joel, Phil Collins, Ray Charles, Sting y un largo etcétera; al bajista Matt Bissonnette (David Lee Roth, Ringo Starr, ELO; etc.) y al teclista Kim Bullard (NIN, Crosby, Stills & Nash, Cher, Bette Midler, etc.). Como podéis ver, son unos músicos con un currículum que quita el hipo y que sólo estrellas como Elton John se las pueden permitir, pero repito, anoche eché de menos algo de su repertorio más oscuro e introspectivo y me hubiese encantado poder escuchar obras maestras como “I Need You to Turn to”, “First Episode at Hiendon”, “The King Must Die”, “Madman Across the Water”, “Have Mercy on the Criminal” o “I’ve Seen that Movie Too”. Sin embargo, la ocasión pedía tocar sus temas más celebres, algunos, todo hay que decirlo, hasta ñoños.
El show empezó con “The Bitch Is Back”, y creo que es la primera y última vez que el Teatro Real tendrá la palabra “Bitch” brillando en su escenario por obra y gracia de una gran pantalla LED. “Bennie and the Jets” fue tocado en una versión alargada donde el bueno de Elton incendió su piano metafóricamente hablando, tocando tan alocadamente como Jerry Lee Lewis (al final del tema hasta se sentó encima suyo). “Candle in the Wind” fue la primera balada de la noche, la cual fue seguida por la rockera “All the Young Girls Love Alice”, aunque viendo la reacción del público, creo que pocos la conocían. Los más cinéfilos se acordarán de la escena en el autocar de gira en la película ‘Casi Famosos’ (Cameron Crowe, 2000) donde la banda escuchaba el tema “Tiny Dancer”, filme que hizo que una nueva generación de melómanos lo descubriera. Otro momento pausado con “Daniel” sirvió para pasar a su época más soul, digamos, con el tema “Philadelphia Freedom” y la pantalla llena con los colores de la bandera de las barras y estrellas. Otro clásico indiscutible que sonó después fue “Goodbye Yellow Brick Road”, durante la que se proyectaron unas imágenes oníricas (incluyendo una foto de los dos hijos de Elton John) pero también algo surrealistas (¿dos gnomos besándose?).
Por primera vez, Elton se quedó sólo en el escenario junto a su piano para una improvisación. Nunca había oído un piano sonar tan fuerte que hacía que temblara el teatro entero. Arrancó después con “Rocket Man”. En este momento se proyectaron los mejores visuales de la noche, con imágenes espaciales y que, con el juego de luces, me hicieron sentir momentáneamente como si estuviera en un bolo de Pink Floyd. Su época ochentera que mencioné al inicio hizo acto de presencia con “I Guess That’s Why They Call It the Blues”, un tema que de blues tiene más bien poco. Pero, afortunadamente, después nos obsequió con una de las baladas más preciosas de la historia popular. Me refiero, por supuesto al “Your Song”, y llamadme sensiblero o lo que queráis, pero escuchar este tema por primera vez en directo hizo que mis ojos se humedecieran más de lo normal, aunque no tenía a nadie para que me pasara un kleenex. Será por eso también, supongo. Después llegó la segunda vez que Elton se quedó solo en el escenario, para tocar una versión de “The One”. Su escucha me hizo reiterarme en mi impresión que muchos de sus temas sonarían mejor con menos instrumentación, pero bueno, es cuestión de gustos también. La ñoñería llegó con el medley de sus dos hits de la banda sonora de la película de Disney “El Rey León” (1994), con la que además ganó un Óscar. Ya sabéis: “Circle of Life” y “Can You Feel the Love Tonight”, aunque tal y como dije, por ser tocadas solamente con el piano, sonaron menos pedantes. “Burn Down the Mission” fue otro tema que por muy incendiario y animadito que sea, la mayoría de la gente no conocía, a juzgar por la falta de movimiento en sus esqueletos (eso me hace pensar en otros conciertos mediáticos como los de Bruce Springsteen, U2 o AC/DC, donde la gente acude para no perder este momento “cool” a nivel social aunque sólo conoce los tres o cuatro temas de turno).
La época ochentera volvió a la palestra con “Sad Songs Say So Much”. Efectivamente, los temas más tristones de Elton John dicen muchas cosas, pero este no es precisamente uno de ellos. Otro momento emocional llegó con “Sorry Seems to Be the Hardest Word”, y con él, otra ocasión para que las parejitas se cogieran de la mano a ambos lados de mi asiento. Y yo con estos pelos y sin kleenex.
Ya era hora que Elton John se dirigiera al público: "Me he pasado de gira 47 años y el final se acerca, pero ha sido el viaje más increíble que nadie pueda tener. Ahora me gustaría ver crecer a mis hijos, pero en todos estos años ha habido una constante: el amor del público. Gracias a España y a Madrid". Así que después de insinuar que su jubilación está cerca y después de presentar la banda, quiso dedicar el siguiente tema, “Don´t Let the Sun Go Down On Me”, a Miles Frost, hijo del famoso periodista inglés David Frost (1939-2013), quien había muerto unas horas antes a sus 31 años mientras hacía footing. La gente ya tenía ganas de bailar, y cuando empezó a sonar “I’m Still Standing”, ya se inundaron las primeras filas, cuyos ocupantes se apoyaban en el escenario sacando fotos de Elton John a un par de metros de distancia (un servidor estaba en la cuarta planta, pero se veía todo bastante bien). “Your Sister Can´t Twist (But She Can Rock’n’Roll)” y “Saturday Night’s Alright for Fighting”, un tema que, dicho sea de paso, lo versionaron en su tiempo bandas como The Who y WASP, hicieron que el teatro entero se pusiera de pie. La banda se retiró brevemente y volvió para despedirnos con el sempiterno “Crocodile Rock”, que puso punto y final a la actuación, con Elton John saliendo corriendo para el backstage después de mandarnos muchos besos al aire.
Dado que aparentemente esta fue la última oportunidad de verle sobre las tablas y además en un marco inmejorable y con una acústica excelente como es el Teatro Real, este concierto obtuvo una connotación muy especial para mí; pero, tal como dije antes, hubiese sido excelente con la inclusión de algunas de sus obras maestras. Siendo un concierto para la “jet set”, tampoco se puede pedir peras al olmo, así que cerraré la crónica con una nota sumamente positiva. Además, para parafrasear el título de uno de sus discos, tampoco le vamos a disparar. Él es sólo un pianista.
Texto: Yorgos Goumas
Foto: Antonio Martín
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10 comentarios
No dudo ni lo mas minimo de la historia que atesora éste músico inglés dentro del pop y demás pero a mi sinceramente nunca me ha llamado la atención por eso a quien le guste dicho músico allá ellos.Prefiero ver a rockeros en solitario como BOB DYLAN,ERIC CLAPTON,MARK KNOPFLER,SATRIANI,VAI,JAVIER VARGAS,etc...!!!
Te has olvidado de Manolo Kabezabolo, Juandi
Que si, que en tu único concierto fuiste a Bob Dylan! Que ya lo sabe too dios, pesado!!!
SI ES QUE FUE DE VERDAD A VERLE , QUE ME TEMO SERÁ OTRAMENTIRA , COMO A LO QUE NOS TIENE ACOSTUMBRADOS "EL CANSINO DE TURNO".
Lo importante es que voy a conciertos mientras las NENAS (wargirl and xxlll) en casita AMARGADAS aguantando a sus maridos y críos!!!
Juanide pesado. Cada vez que leo un comentario tuyo me salta el antivirus.
Yo vi a led zeppelin en londres en 2007 y no necesito ponerlo cada 3 días.
También estuve el viernes con motorhead, children, inflames, etc...
Y dentro de 3 días veré a tus paisanos Medina Azahara. Y si tengo mujer e hijos. Los heavys también follamos, algunos, otros no tienen tiempo que están dando la brasa todo el put_ día en foros.
HE IDO A MAS CONCIERTOS QUE A LOS QUE TU IRÁS EN TU PENOSA VIDA , PRINGADILLO!!!SI SI NO SALES DE LA JUANDICUEVA , DONDE VAS A IR TU.
TODAVÍA TE PUEDO MANDAR LA ENTRADA DE LOS AC/DC EN EL VICENTE , NO EN TU QUERIDO SANTIAGO ,QUE SOLO SE LO DEJAN A JULITO IGLESIAS.
"Y LO SABES"
Si, que dijo que fue con su mejor amigo: Su papaíto....JAAAAAAAAA nadie más lo aguanta, ni seguramente su propio viejo pero claro, no había nadie más.....
No dudo ni lo mas minimo de la historia que atesora éste forero, Juandi, dentro del rock y demás pero a mi sinceramente nunca me ha llamado la atención por eso a quien le guste dicho forero allá ellos.
¿Qué has ido a "conciertos"?.Entonces será porque por fin dejan entrar a los MENORES DE EDAD (xxlll) a dichos bolos!!!