CELSIUS + AUTOSTEREO: "Con el viento a favor"

Sala Rock Star, Bilbao

Que un par de grupos noveles puedan congregar a cerca de 200 personas en los duros tiempos que corren no merece ser pasado por alto. Los fiascos en materia de asistencia se suelen cebar especialmente con este sector e incluso a veces llega a salpicar a conjuntos internacionales. Y aunque no se trate de una cifra que mueva a tirar cohetes, sí demuestra que la vida te da sorpresas cuando menos te lo esperas.

Amigos de los músicos y chicas bien de la margen derecha vizcaína crearon el ambiente suficiente para celebrar de manera digna el quinto aniversario en la brecha de los getxotarras Celsius. Surgidos de las cenizas del proyecto Hiru Beltz, con su álbum debut ‘Alas’ sus composiciones ya llamaron la atención de la prensa local e incluso llegaron a ser número uno en la emisora vasca Euskadi Gaztea. Esa noche, aparte de conmemorar la efeméride antes señalada, serviría para la puesta de largo de su último trabajo ‘Viento a Favor’.

Pero previamente contarían con los deustoarras Autostereo en calidad de acompañantes. Estos chicos se mueven por el rock americano de videoclip tipo Nickelback o Alter Bridge, desatando ocasionalmente la vena progresiva (su antigua banda Dark Fantasy era de ese palo) y con algunas melodías de querencia pop. No en vano se consideran admiradores de artistas dispares del estilo de Sôber, Madonna o Coldplay.

Han sufrido recientemente la marcha de uno de los guitarras, por lo que se acusó en el directo la falta de chicha en determinados momentos. Según nos comentaron, ellos mismos son conscientes de esta limitación y esperan contar en el futuro con un reemplazo a las seis cuerdas. De todas formas, el cantante Jagoba Ormaetxea, que se encarga además de los punteos, demostró que talento no le falta en este aspecto, aunque una rítmica aportaría mayor consistencia al conglomerado.

Repasaron su debut ‘Esperanza Llamada Guerra’ con “El Desván de los Sueños” y “Algo más”, sin olvidarse de nuevas composiciones como “Descansa en Mí” o “Miradas”, y hasta una versión de Seal, “Crazy”. Aunque la concurrencia se mostrara un tanto fría ante el repertorio, ellos se curraron sobremanera los coros, pero su sonido todavía puede adquirir más fortaleza.

Por contra, en cuanto irrumpieron Celsius aquello ya se asemejó a lo que cabe exigir de un grupo lo suficiente rodado para saber estar encima de un escenario. La velada se tornó de golpe más guitarrera y contundente mediante “Onda en expansión” y “Arriesgar”. El vocalista David Gándara desplegó versatilidad y competencia, tanto a la hora de interpretar canciones cañeras como baladas, pese a que en esas tesituras recordara ligeramente a El Último de la Fila, y Mario Oneka, a las seis cuerdas, tampoco le anduvo a la zaga en cuanto a nivel.

Había algo por conmemorar, así que los de Getxo optaron por meter pequeñas sorpresas para amenizar la velada. Una de ellas estuvo protagonizada por una tal Nekane, que se subió para cantar con ellos “You Shook Me All Night Long” de AC/DC y la chica no lo hizo nada mal, si hay que ser sinceros, aunque el efecto se asemejó un poco a ese video que circula por la red en el que Céline Dion se arranca con el “Proud Mary” de la Creedence. Raro, raro.

“No hay distancia” devolvió la atención a los riffs enérgicos en la escuela Sôber y pasaron al lloreteo vía HIM en “Viento a favor”. Pero la peña cuando de verdad se enfervorizó fue con el single “Sirenas”, probablemente uno de los temas más redondos de su repertorio. Con “Ni un día más”, un vistazo a su primer álbum, empezaron a recoger los bártulos, pues un par de plásticos tampoco dan para mucho.

Volvieron por aclamación popular con otra novedad: “Tiempo”. Desde luego las canciones en directo adoptan un matiz más crudo y menos refinado que en estudio, quizás adquieren un punto de frescura en contraste con la meticulosidad de las sesiones de grabación. Y terminaron de levantar el pabellón con el “Born To Be Wild” de los Steppenwolf, el clásico motero por excelencia. Quedaba todavía “La Razón”, corte que inicia el debut ‘Alas’ y otro homenaje: el “Whisky In the Jar” de Thin Lizzy, a la manera de Metallica, para dar rienda suelta al desparrame.

En suma, una buena oportunidad para contemplar a dos bandas interesantes con un directo reseñable y además con la suerte de poder contar con una asistencia digna que ya la quisieran para sí otros. A pesar de las inclemencias que azotan el panorama, esa noche el viento sopló a favor.

ALFREDO VILLAESCUSA