BON VIVANT + JUHMMA: ROCK HEDONISTA

Sala We Rock, Madrid

Bon Vivant | Foto: Charly López

A un servidor que suele acudir a conciertos de rock y metal oscuro, reivindicativo, rebuscado (a veces) e incluso triste, no le viene nada mal que de vez en cuando vaya a uno donde la despreocupación, la alegría y el hedonismo campan a sus anchas, las chicas son tantas o más que los chicos y, a parte del confeti, haya lluvia de bragas y sujetadores. El rock ’n’ roll parece que actualmente sigue teniendo vergüenza de volver a sus orígenes más sibaritas, cuando pasárselo bien era la máxima y el desenfreno era la norma. Esta muy bien intentar transmitir mensajes transcendentales y/o crípticos tanto a través de la música como de las letras, sobre todo en estos tiempos tan interesantes, según el proverbio chino; pero hay que mantener el equilibrio y, por otra parte, recurrir al escapismo puro y duro y sin pretensiones para recargar las baterías y seguir adelante con las fuerzas renovadas. En mi opinión, Bon Vivant lo consigue y con creces.

Aquí no hay trampas ni cartón y no engañan a nadie. El propósito de los madrileños es recordar aquellos tiempos legendarios del Sunset Boulevard angelino y facturar música muy melódica, con gancho, estribillos facilones y actitud despreocupada. La noche del jueves pasado nos presentaban su disco de debut, ‘Un Juego de Ti’, aunque no estará disponible hasta los primeros de 2015. En este disco se notan sus influencias de bandas tan melódicas como Night Ranger, Hiroshima, Tyketto, Trixter, Black 'N Blue o Giant, aunque ya les han comparado con bandas actuales como Reckless Love. La atención por parte del público (y la ropa interior) recaía sobre todo sobre el vocalista, Charly López, mientras que el guitarrista tuvo el gracioso detalle de tocar con una guitarra rosa a lo Hello Kitty y el batería Borja Bueno hizo sus malabarismos con las baquetas. A nivel musical, ejecutaron temas tan enérgicos como “Un Poco de Ti”, “Volver a Creer”, “La Penúltima”, “Calíope” (acaso mi tema favorito del disco), “Darlo Todo” o “Aún Estás Cerca”, aunque también hay cabida para canciones más suaves y melódicas si cabe como “Soy” o “Felicidad”, con su estribillo coreable y donde además Charlie tocó el violín. Cerraron con su single pretérito “No Hay Estribillos en Madrid”.

Lo dicho, si el empeño de la banda es que el público se olvide de sus problemas durante un rato, que bote y cante como si no existiera mañana y que de rienda suelta a su libido (femenino más que nada); lo consigue fácilmente. Let the good times roll!

Como decía al principio, hay que mantener un equilibrio en esta vida en todos los aspectos, y para aquella velada ese papel cayó en Juan Huerta, vocalista de Texola (ex Sobredosis) y el guitarra Manuel Maestre de Roma (y ex Cráneo, Azucena, David Gwynn, Stafas, Ratones Koloraos, etc), quienes han unido fuerzas en un proyecto acústico denominado Juhmma donde repasan temas de sus respectivas bandas, que mezclan el rock clásico setentero con el rock sureño. Fue una manera pausada y diferente de calentar el ambiente de desenfreno que vendría después.

Texto: Yorgos Goumas
Fotos: Aurora Gómez

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