HARDCORE SUPERSTAR: THE PARTY AIN'T OVER 'TIL WE SAY SO

26 enero, 2012 12:48 pm Publicado por Redacción – Deja tus comentarios

Nuclear Blast

8/10

Un servidor nunca ha tenido nada en contra de este tipo de trabajos recopilatorios, más bien todo lo contrario, pues un grandes éxitos bien hecho puede convertirse en una pequeña ventana hacia un mundo desconocido, una bandeja de la que degustar sabrosos manjares hasta entonces inadvertidos. No sería la primera vez en que una muestra de tales características vale para ir completando en un futuro la discografía del grupo en cuestión o nos salva la papeleta en esos azarosos momentos de indecisión en que uno no sabe qué diantres escuchar en su reproductor.

Esta retrospectiva de la banda más macarra de Göteborg cumple con creces su cometido al abarcar desde los comienzos sleaze con el medio tiempo a lo Hanoi Rocks “Liberation” o la sentida “Someone Special” hasta el reciente ‘Split Your Lip’, fielmente representado por la sensacional “Moonshine” o el trallazo “Last Call For Alcohol”, ideal para que el ídem caiga a borbotones las noches de los sábados. Y por supuesto no dejan de lado su exitoso álbum homónimo, una factoría de himnos mayúsculos del calibre de “Wild Boys” y “We Don’t Celebrate Sundays”, casi nada.

Pocas pegas se le pueden poner la verdad a esta selección, salvo tal vez una mayor presencia del infravalorado ‘No Regrets’, el single “Honey Tongue” y “Still I’m Glad” se antojan insuficientes, pero bueno, eso dependerá del gusto de cada cual. La pieza inédita “We Don’t Need A Cure” podrían habérsela ahorrado, tampoco es gran cosa y acaba saturando con esos pegajosos coros infantiles de ‘la,la,la’, aparte de que palidece rodeada ante tanto gigante, sin duda no da la talla.

Resumiendo, aquellos que todavía no hayan tenido el privilegio de pegar la oreja a este cuarteto políticamente incorrecto deberían correr a la tienda de discos y descubrir a estos herederos del espíritu de New York Dolls, Dogs D’ Amour, Backyard Babies y del glam angelino más desfasado. Rock N’ Roll decadente no apto para hermanitas de la caridad.

Alfredo Villaescusa