Robert Rodrigo

Live In Bilbao

Demons Records (2024)

Por: Josep Fleitas

8

En una época cada vez más digitalizada, la palabra DVD puede sonar a pretérito, a síndrome de antaño e incluso a deriva cíclica. Quizás es cierto que las nuevas tecnologías han ganado la partida por masificación, pero al igual que sucede con los vinilos, la esencia de poseer la parte física, de poder gestionar y elegir ese punto en el que asentarnos en determinado momento y ocasión, ese control de lo material es algo que no tiene comparativo con la frialdad de lo inmaterial.

Aunque, seamos más sinceros que románticos, la técnica sí ha ganado (y a veces por amplia goleada) la partida de la calidad en el sonido y del visionado de las imágenes. Aun así, si unimos las dos partes en litigio y las sellamos con un buen evento en directo, algo bien gestionado por unos técnicos cualificados y una banda que sabe aportar carácter, pasión y virtuosismo, sí podemos decir que gozamos de un tándem listo para hacernos disfrutar.

En este caso, esas partes han confluido en un directo que tuvo lugar en la capital de Bizkaia, en la sala Stage Live de Bilbo, un lugar en el que el pasado 11 de noviembre de 2023 el trío Robert Rodrigo Band dio un recital de buen y técnico rock n roll de amplio y generoso espectro. Un concierto que ahora se ha convertido en el primer directo de una banda cuyo instrumental discurso ha quedado plasmado en un CD y un DVD en el que, a excepción de ese primer álbum titulado ‘Robert R. Rodrigo’, la formación da un amplio recorrido por su ya dilatada trayectoria.

Mientras el CD recoge trece de las piezas que Robert Rodrigo Band dispendió en el concierto, el DVD recoge la amplitud de un concierto en el que, por poner un clavo en el asiento, podía haberse mejorado tanto la iluminación como la incorporación de un teclista. Aunque, poniendo la mirada en perspectiva y siendo equitativo con la realidad de la mayoría de las salas de pequeño y mediano aforo, así como el de las bandas, con ello se consigue ser más sincero y fiel a un entorno en el que solemos hallarnos habitualmente.

En esta parte voy a relatar, con spoilers y directamente, así como de la manera más fiel posible, lo que el DVD aporta gracias a la presencia de seis cámaras, cuyas imágenes han sido correctamente mezcladas y masterizadas para conseguir un resultado que nos hará disfrutar de las exponenciales expresiones de una banda merecedora de mi respeto y reconocimiento.

DVD Robert Rodrigo Band: ‘Live In Bilbao’ 

“Anita’s Boogie” se desenvuelve como un explosivo y técnico inicio de concierto, dejando clara la idiosincrasia de una formación que en ningún momento sobreactúa ante las cámaras, mostrándose ante ellas sin filtros ni maquillajes, algo a agradecer en una época en la que, como apuntaba, la tecnología amenaza con enmascarar desiertos recreando vistosos y embelesantes espejismos que opacan lo que aquí sí vamos a poder distinguir: la pasión, la conjunción, la técnica y, sobre todo, la fiabilidad.

“I'm Writing You From Paradise” es la primera muestra de que el feeling está en la piel y los dedos de un guitarrista al que, a pesar de su reconocimiento extrafronteras y su amplio bagaje, quizás su modestia no le ha dejado despuntar lo suficiente en nuestro país.

“Gabon Bilbo, vamos a pasarlo bien”, decía a los asistentes. Detrás de una tímida presentación, “Grandmama” nos oferta un blues cargado de esencia y pasión que se aposenta en la inspiración de ese paseo por las riberas del Mississippi que nos dejaron grandes del género como Robert Johnson, Muddy Waters o B.B. King, un blues acolchado por la ambientación de una armónica accionada por un sampler sintetizado (lástima que no fuera en directo).

Si el blues es el padre del rock 'n' roll, éste lo es del heavy metal. Con esa inercia, en “Fury Of The Universe” Robert nos destila un licor repleto de grado y poder en una participación que rememora los virtuosos reflejos dejados en el género por el shred de hachas como Vinnie Moore o Jason Becker (obviando las partes neoclásicas).

El título “Me Vs Me” nos lo cuenta casi todo: una síntesis de lo que Robert expresa en su trayectoria. Él solo, sin apoyo de las líneas de bajo de Miguel Manjón y de la sincronía de Pako Martinez en la batería, deleita con riffs que nos aportan un viaje que va desde la raíz del blues al hard más excitante, para llegar a una segunda parte con el trío envuelto en rapidez y sincronía. Pieza repleta de una destreza que funde las escalas y los fingertappings en un intenso y agradecido trayecto.

En este punto, podremos destacar los encuadres, primeros planos y segmentos que las imágenes nos han procesado, logrando un ambiente dinámico y sincero, algo que nos acerca a la esencia de lo que fue ese concierto.

“¡Así da gusto, vamos a por uno de nuestros temas favoritos, “Ten Years” de nuestro último álbum ‘Brainstorming’. Vamos con él!”, así presentaba Robert una balada en la que el feeling se ve acomodado por el sonido de unos teclados que acunan la melodía de una pieza que no requiere de más para arrullarnos en su acolchada hamaca.

Año 2018, ‘Living For Louder’, este es para mí un álbum de especial mención, ya que en él Robert sacia con creces las ganas de disfrutar de la espectacularidad y la pasión gracias al inestimable apoyo que en él dejó el gran Johnny Gioeli a las voces. Pero en este caso, como en todo el evento, el trío se valió por sí mismo para dejar claro que los más de 23 años juntos sirven para mucho más que para sincronizarse, algo que “Blue” consigue especialmente.

Tras esa joya, Robert nos introduce en una parte más dinámica y ensalzadora, en ella los corazones bombean con la misma intensidad que lo hacen los pasajes de “Hearts Of Fire” y la poderosa dentellada que propone “Muderers Of Souls”. Las imágenes de la peña celebrando el doblete lo dicen todo.

Los buenos planos se suceden mientras el humeante azul de los focos apuntalan un ambiental “A Song For Michael”, que arrancaba las sonrisas de Robert y el disfrute de una expectante audiencia que acabó por animar palmeando tras vitorear la tarea de Miguel y recibir un baño de novedad con un “Rainbow Road” apoyado por el sonido de unos teclados, en mi caso, echados en falta en el line up pero cubiertos de buena forma por las imágenes de primer plano de los tres artífices de la velada y algunos de un público que mereció más y mejores enfoques de los obtenidos.

A veces tres minutos son suficientes para conseguir el éxtasis, algo que “Three Minutes In San Francisco” consigue en el DVD perforando con precisión un espacio que acaba rellenándose en forma de sonido slide, aunque sin el uso del bottleneck, en un juego en el que el southern ecléctico de “My Unusual Woman” fue reforzado por un breve descanso a los dedos de Robert por el acompañamiento de Miguel y un vitoreado Pako.

Imágenes medias son las que reciben a otro destacable momento, tanto visual como musicalmente, concretamente el cedido por uno de los adelantos de este audiovisual, “Chimera”, un título insertado en otra muestra de la capacidad que ‘Brainstorming’ contiene y que en este caso se ve aumentada por esa mirada rectangular que el buen hacer en el ensamble de las imágenes nos proporciona.

Tras el sentimiento y la energía concedidas por esos riffs penetrantes que hacen relucir el sonido explotado por el equipo Orange de Robert y tras la presentación de la banda y un nuevo requerimiento al instrumento de Pako por parte del público, el guitarrista volvió a ejercer de anfitrión en un sentido homenaje inyectado por las melodías marcadas en el tranquilo tempo de “Remembering Julen”, feeling reforzado por unos asentados primeros planos de una Ibanez que llora entre los arpegios de un teclado, que, vuelvo a repetir, al menos para una ocasión como esta, hubiera sido de buen grado incorporarlo.

Llegamos a la recta final del visionado con el ritmo funky de un “Summer Groove” que aporta mayor diversidad a un set que se despide de primeras con la intensidad de “In A Dream”, un camino que transporta a la efervescencia de Satriani recubierta con una armadura metálica que puso algunos puños en alto.

Breve protagonismo al respetable y vuelta del trío para cerrar la escena con la inercia de dos cortantes hachazos, representados estos por los incendiarios y técnicos “Rock Till Dawn” e “Invasion”, o lo que es lo mismo, el inicio y el final del ampliamente representado (a excepción de “Outlaw” y “Magma”) ‘Brainstorming’.

En definitiva, buen video show el que Robert Rodrigo ha conseguido plasmar en unos 140 minutos en los que las tomas principales se recrean mucho mejor que los de unos planos generales que sufren a causa de la iluminación. Aún así, tanto el contenido como la acción de la formación en directo tienen la suficiente forma y fuerza como para ser un visionado de recomendable y disfrutable sesión, timing que gracias a la correcta acción técnica y a un buen montaje se celebrará casi tanto como lo haríamos en uno de los directos de un trío que sigue reforzándose en cada paso que da.

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