Crítica de Nightfear: Drums of War

Autoproducido.
8,5/10.

'Drums of War', el segundo álbum de los madrileños Nightfear, mantiene el mismo estilo, formas y maneras que su predecesor 'Inception'. Estamos ante otra magnífica obra de veloz power metal, esta vez, bajo la forma de obra conceptual. Para quienes no lo conozcáis, Nightfear practica un power metal tradicional, conciso y contundente de gran celeridad que se inclina por un estilo de corte alemán, aunque también deja entrever otras muchas influencias.

“Path of Victory” es un atroz fogonazo que comienza en forma de "pseudo-intro" para terminar explotando en una canción muy al estilo de los mejores Iced Earth. Su épico estribillo, el solo de guitarra y las reminiscencias de voz a lo Ripper Owens terminan por redondear un tema que os dejará boquiabiertos. Unas interesantísimas guitarras nos dirigen a “The Prophecy”, la cual alberga un riff principal que os cautivará, pues dibuja unos sonidos que logran juguetear con la mente del oyente. El ritmo no decae y piezas como “Sands of Fire”, “The Duel” o “Breakout” no hacen más que alimentar nuestro hambre de power-speed con solos trepidantes, armonías brillantes y una voz sencillamente espectacular. “Farewell” es quizás la canción más “happy” del disco, pero sin perder ni un ápice de dureza; deliciosamente Helloween la voz de Lorenzo Mutiozabal, asemejándose notablemente a la de Andi Deris. A mitad del disco, “The Wrath of the Gods”, “Black Rose” y “Drums of War” mantienen los mismos parámetros de celeridad e intensidad musical, con insistentes y brillantes destellos que nos recuerdan a las grandes bandas alemanas del género como Gamma Ray o Running Wild. Como no todo iba a ser contundente speed-power, los madrileños nos sorprenden con “Miracle”, un medio tiempo nada sensiblero, compuesto y ejecutado con excelente buen gusto.

El disco se despide con tres temas que podrían haber sido uno: “Triumph of the Fallen Pt.I”, una breve intro que da paso a la segunda parte; una pieza que perfectamente podría haber firmado Tobias Sammet para su genial proyecto Avantasia, pues se trata de un tema largo, épico y heroico que termina con una outro instrumental, completando así la tercera parte.

Da gusto que bandas locales realicen obras tan sólidas, tan buenas y tan bien trabajadas. Exquisito. Con trallazos como este la escena nacional está asegurada. Recomendado al 100%

David Esteban

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