Crítica de Judith Mateo: Rock is my Life
10 junio, 2016 10:11 am Deja tus comentariosDespués del éxito que supuso 'Celebration Days', el primer disco de versiones de Judith Mateo, violinista que ha transitado de manera muy original y convincente del folk al rock, no resultaba nada inesperado que hubiera una secuela de aquel afamado trabajo. Esta secuela es 'Rock Is My Life', disco en el que de nuevo ataca una amplia selección de versiones, en esta ocasión con la novedad de haber incluido voces en alguna de esas canciones.
A la hora de señalar lo que a mi juicio es lo mejor de este disco, las versiones a la que creo que se le han sabido dar más originalidad y que desde una personalidad musical propia conservan la esencia y la inspiración de las originales, quiero destacar su versión del “Nothing Else Matters” de Metallica, intensa y dura, pero a la que precisamente la excelente aportación del violín permite que toda la carga sentimental de este tema permanezca intacta en este versión.
La versión de “La Grange” de ZZ Top, a pesar de que las guitarras han quedado a mi juicio en un excesivo segundo plano en relación a la base de ritmo, es otra de las canciones en las que Judith ha hecho un mejor trabajo con su violín, y lo mismo diría de “Basket Case”, tema al que le han dado por completo la vuelta; les ha quedado sumamente original, fuerte, fresco. Hubiera optado por él como single claro de este disco. La buenísima y personalísima versión que cierra el disco, “Walk On The Wild Side” de Lou Reed, otro acierto pleno.
Muy innovador el tratamiento que le han dado al “Sweet Home Alabama” de Lynyrd Skynyrd, que tiene un aire casi discotequero, y muy bueno también “Cotton Eye Joe”, que en esta versión se convierte en una divertidísima pieza que mezcla el folk, el country y la música disco. Y en cuanto al tema con la voz que incorpora Chuse Joven, particularmente lograda ha quedado la versión de “Rock Is My Life”, en la que esta vez sí, las guitarras, la base de ritmo y el violín se ensamblan perfectamente y le proporcionan al tema la contundencia del original de la Bachman Turner Overdrive.
En cambio, y fundamentalmente desde la producción, algunas versiones son manifiestamente mejorables. “Smoke On The Water” de Deep Purple y “More Than A Feeling” de Boston, quizá por ser dos clásicos tan conocidos y populares, es muy difícil darles un tratamiento que sea original y salir airoso del envite. Estas dos versiones, quizá poco trabajadas y demasiado planas, se quedan bastante por debajo del nivel de las restantes y no transmiten la misma fuerza de las originales. Lo mismo sucede con “Thunderstruck”, un tema de AC/DC que entiendo que pedía en esta versión una presencia mayor de las guitarras y un sonido más envolvente, más redondo frente a esta versión seca, opaca.
Un trabajo de exploración de los diversos lenguajes musicales que se encuentran en el mundo del rock en el que el violín de Judith Mateo, como nexo común a todos ellos, es un perfecto pegamento para construir un sonido muy personal, un estilo ya totalmente propio. Un magnífico ejercicio de experimentación musical.
Mariano Muniesa
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