Crítica de El Toubab: Sonido de monedas

25 marzo, 2016 2:24 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Tercer disco del cantautor rockero de Reus, polifacético y viajero donde los haya.Kasba Music
7/10


Si tuviese que buscar una palabra para definir a El Toubab, esa palabra entre todas las del diccionario sería, sin duda, cosmopolita. Bajo el lema “rock del mundo”, este músico ha recorrido casi el mundo entero con su guitarra bajo el brazo. Francia, Bélgica, Suiza, Alemania, Dinamarca, Reino Unido, Canadá, Senegal… la lista es interminable, y esos viajes le han permitido concebir y publicar tres discos: ‘Sólo por necesidad’, ‘Viaje sin retorno’ y ‘Sonido de monedas’.

El tercero, ‘Sonido de monedas’, es el que nos atañe y surge de sus diferentes experiencias en países africanos, asiáticos y americanos. Este álbum cuenta con ocho temas con sonidos muy dulces y ritmos que oscilan entre el rock and roll, el blues, la rumba y algún tinte de reggae. En definitiva, un crisol de géneros para transmitir un crisol de experiencias.

Uno de los puntos fuertes del disco es la colaboración de El Drogas, uno de los músicos más icónicos del panorama nacional. El Toubab y El Drogas cantan mano a mano o, mejor dicho, voz a voz, “Mi Debilidad”, una canción melódica que es mucho más que un simple tema: es una oda al amor. “Haciendo el amor, murió la guerra” dice la letra.

“Ella” también es un corte a reseñar, con ritmos latinos que hacen que el oyente ponga el chip rumbero y quiera mover el esqueleto y celebrar con el artista “el último brindis de un bohemio por una reina”. Esta canción destaca entre todas las demás por su composición, ya que no está compuesta por Jaume Blanc, El Toubab, sino por el cantautor mexicano José Alfredo Jiménez.

No obstante, El Drogas y José Alfredo Jiménez no han sido los únicos en poner su granito de arena en este disco. Rosendo también ha querido colaborar con este viajero, cantando a medias “El Blues del Jimmy Jazz”, que hace referencia la emblemática sala de conciertos y pub vallecano, “100% Valle del Kas, 100% bukanera”.

Otra canción que no puedo evitar destacar, como madrileña que soy, es “Una cita en Madrid”, una balada preciosa, digna de ser tocada en cualquier parte, y no solo en Madrid, porque está escrita en dos idiomas y parece capaz de sacar el lado más tierno y nostálgico de cualquiera que la escuche.

Como conclusión, puede decirse que este disco es tan versátil y rico en influencias como su compositor. El Toubab nos hace sentirnos como él se ha sentido en sus viajes e, indirectamente, experimentar la riqueza de un mundo que muchos no tenemos a nuestro alcance.

Irene Díaz

Redacción
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