Las hordas de Dani Filth vuelven al mercado con un LP que consagra lo que ya venían anunciando en su anterior propuesta ‘Hammer of the Witches’: que están empeñados en recrear viejas glorias merced a recuperar la inspiración pasada remezclada con sus destellos menos anticuados.
Tarea por otra parte nada sencilla, ya que Cradle of Filth cuentan en su pasado con obras verdaderamente suculentas complicadas de replicar. Sin embargo la tozudez del artífice y cerebro principal del combo británico no ceja en su empeño, y, sin volvernos locos, estamos en disposición de asegurar que, al menos, están en camino de reverdecer épocas de vacas gordas.
Para ello han volcado sus propuestas más efectivas en varios temas que marcan la diferencia, y que coinciden en varias pesquisas: huyen de la pomposidad innecesaria, no se alargan más de la cuenta, y se deshacen de lo que ornamenta demasiado y pinta poco. En esa lista van de cabeza “Wester Vespertine”, que desde ya te digo que es prácticamente lo mejor del disco, “Vengeful Spirit”, o de la que toma apellido el álbum, una gran “The Seductiveness of Decay”.
Más allá de eso hay cositas aquí y allá, donde remueven los palos del metal oscuro en todas sus vertientes, y tintan el concepto global con orquestaciones, coros y algo de pomposidad que a veces se sale del tiesto. No es que se haga largo, pero cierto es que hay que ir con cuidado y sin prisas, porque puede empachar y aburrir si pasas de puntillas, a pesar de que es violento, directo y abrupto. Y quizá esos tres últimos adjetivos, es lo mejor que se puede decir él.
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