ASHA: THE PLEASURES OF EQUALITY
31 mayo, 2012 5:13 pm Deja tus comentariosAunque lleva en esto de la música casi un cuarto de siglo con catorce discos de estudio (más otros proyectos) a sus espaldas, el guitarrista gallego afincado en Fuengirola, Kike Caamaño, sigue siendo conocido solo dentro de un círculo de metaleros “entendidos” y su popularidad es inversamente proporcional a su talento. Pero no estamos aquí ni para echar broncas ni para quejarnos sobre cómo funcionan las cosas en este país, sino para hablar sobre lo que de verdad importa… además el bueno de Kike ya no tiene que demostrar nada a nadie, desde hace unos años pasa olímpicamente del negocio musical y autoedita sus trabajos; tal como dijo un “profeta” hace unos dos mil años: “El que tenga oídos para oír, que oiga.”
Este es el segundo plástico donde cuenta con los servicios vocales del danés afincado en España, Jacob Poulsen, donde además Kike toca todos los instrumentos y se encarga de las labores de producción también. Es un músico con un talento inmenso y por eso es difícil encasillarle dentro de un estilo, aunque en general se podría decir que lo del progresivo en todas sus vertientes sería lo suyo, aderezado con las cuotas de virtuosismo justas y necesarias como para no hacerse pesado. Además parece que en este disco la mayoría de los temas suenan más accesibles, más directos, con una estructura más al uso, que en lanzamientos anteriores. Buena fe de ello dan “Welcome to the Lost Parade”, “Come Back (I’m Waiting for You)” (donde mezcla exitosamente unas líneas guitarreras a lo Van Halen, unos teclados directamente sacados de los años ’70 y unas voces con aires “beatleanios”), “Unwritten Obsessions” (que se acerca tanto a unos Dream Theater como a unos Megadeth) o “Stuck in Our Moment” (con un aire hard rockero clásico y una capa de teclados muy ambiental, casi AOR). “Welcome to the Lost Parade” es otro corte que mezcla hábilmente las influencias de Van Halen y The Who. Por otra parte el rock vanguardista de un Frank Zappa e incluso de unos SOAD está esparcido a lo largo de cortes como “Here We Come Around”, “How Could You” o “Afterlife” (con aires arabescos), mientras que las inevitables referencias a los maestros Steve Vai y Joe Satriani se hacen patentes en “How Could You” y el instrumental “Travels”.
Un disco que hay que escuchar repetidas veces para empezar a captar el alcance del talento de este guitarrista quien, contra viento y marea, sigue propagando su visión musical por el mundo.
Yorgos Goumas
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