Vídeo: Entrevista a Sabaton. ¡Escuchamos íntegro su próximo álbum, ‘The Last Stand’!
5 julio, 2016 2:45 pm Deja tus comentariosNos trasladamos al céntrico Hard Rock Café de Madrid escuchar entero el próximo disco de Sabaton, 'The Last Stand' y departir con Joakim Brodén (voz), Pär Sundström (bajo), Chris Rörland y Thobble Englund (guitarristas). La banda sueca nos habla, un día después de abrir para Scorpions en Madrid, acerca del nuevo álbum, a la venta el 19 de agosto, así como de su dulce presente y prometedor futuro. Bajo el vídeo puedes leer, además, un completo reportaje elaborado por Jason Cenador sobre todo cuanto deparará el lanzamiento.
El concepto de “última defensa” confiere, en inglés, el título al nuevo álbum de una de las bandas más en forma del viejo continente, firme candidata a empuñar el cetro de mando de los grandes festivales una vez el relevo generacional se torne completamente irreversible. Precisamente en torno a ese término, que alude a la situación en la cual un ejército de muchos menos integrantes que su rival se defiende ocupando una posición defensiva, giran las bélicas, siempre bélicas letras que en este disco nos sumergen en una nueva travesía por la historia, en esta ocasión llevándonos por épocas separadas por siglos de diferencia y por lugares tan remotos entre sí como Escocia, Sudáfrica o Japón. No hay tampoco en este plástico ninguna canción de oda al rock y al metal, como aquellas añoradas “Metal Machine” o “Metal Ripper”, pero quienes hayan disfrutado de su temática habitual e inamovible, gozará sumergiéndose en episodios tan dispares como la batalla de la Termópilas, la defensa de Belgrado en 1915, la resistencia de los escoceses frente a los ingleses en 1314 o la batalla de Shiroyama (Japón) en 1877.
Como en toda última defensa inteligente, para ganar, Sabaton no corre riesgos innecesarios en este próximo disco de estudio, para cuya salida habrá que esperar todavía hasta el 19 de agosto. Y ganan, se alzan una vez más triunfadores de la batalla por conquistar el corazón de sus acérrimos empleando, sobre todo, las mismas armas que utilizaron en contiendas anteriores. Su fórmula permanece imbatible, sin ánimos de ser alterada en su esencia aunque con guiños a una versatilidad que les hace oscilar con solvencia entre el power metal más trepidante y el heavy metal más aguerrido, con las melodías certeras y los estribillos de eficacia probada siempre en su estandarte.
‘The Last Stand’ es su octavo disco, y parece mentira que una banda como la que nos ocupa haya esperado tanto para versar sobre la polis guerrera por excelencia. “Sparta” es la rotunda y poderosa canción con la que se inaugura el trabajo, y no tarda en adquirir tintes verdaderamente épicos y en exhibir su faceta descaradamente orientada hacia el directo. Los coros de “¡uh-ah!” que preceden a la estrofa y su poderío rítmico serán un valor seguro para potenciar esa química que tan bien cultivan los suecos con su público. Menos agreste que su predecesora pero igualmente efectiva se presenta “Last Dying Breath”, todo un canto de resistencia con todas las consecuencias, por fatales que sean.
Con la tercera pista llega la verdadera apoteosis que nos brinda este nuevo disco de Sabaton. “Blood of Bannockburn”, fechada nueve años después de la ejecución de William Wallace y con la resistencia escocesa al invasor inglés como trasfondo – curioso en los tiempos que corren –, es, por unanimidad entre los pocos privilegiados que pudimos poner nuestros oídos al servicio de la obra, la mejor canción de la misma. Se trata de un tema veloz, vibrante y de melodía luminosa que cautiva desde el comienzo, con un riff al que se adhieren unas gaitas irresistibles que ambientan apropiadamente la composición. El estribillo se deja cantar a la primera y a uno le dan ganas de saltar a su son, y, por si fuera poco, en el solo desborda un virtuosismo instrumental inédito en la trayectoria del grupo. Hasta ahora. Y es que, aunque no haya nada nuevo bajo el sol en el eje vertebrador de las canciones – una estrategia que, aunque repetida, ha terminado acumulando más victorias que derrotas –, este álbum tiene, de largo, los más lúcidos, versátiles y melódicos desarrollos instrumentales en los solos que jamás haya exhibido el grupo. Buena culpa de ello la tienen los virtuosos guitarristas Chris Rörland y Thobble Englund así como el vocalista Joakim Brodén, pues es él quien se encarga de interpretar con sorprendente agilidad todas las piezas de teclado. Por el momento, eso sí, descartan incorporar un teclista para sus shows en directo como ya tuvieron hasta la marcha de Daniel Mÿhr en 2012.
Una locución en off conforma la intro “Diary of an Unknown Soldier” que da paso al ya conocido primer single del disco, “The Lost Batallion”. Es una canción acompasada, efectiva, brillante y contagiosa, con un estribillo que se pega a la mente cual lapa, si bien en su estrofa y su morfología no deja de tener un parecido, para algunos excesivo, a la también exitosa “The Art of War” que daba título a su cuarto esfuerzo discográfico allá por 2008. El contrapunto rítmico lo pone “Rorke’s Drift”, nítidamente power e inaugurada por un marcado riff de guitarra de la escuela de la NWOBHM. Maideniano hasta la médula, hablando en plata. Con el tempo más vertiginoso de todo el trabajo y con la vocación desmedida de que el oyente se deje el cuello o lo entrene como si fuese a ir al trabajo en Fórmula 1, este corte se acerca de cuclillas al power metal alemán y, sin renunciar a la grandilocuencia propia de Sabaton, persigue cierta apertura hacia la columna vertebrar del estilo. El pasaje instrumental es, una vez más, desbordante.
Encarando ya la recta final del disco, Sabaton vuelve a los márgenes más estrechos de su exprimida personalidad sonora con “The Last Stand”, una suerte de combinación entre “Coat of Arms” y “Uprising” sin novedad alguna en el frente pero con las virtudes de estos dos temas pretéritos, ambos incluidos, por cierto, en el fantástico ‘Coat of Arms’ que publicaron en 2010. Sobrevuela, no obstante, la nada infrecuente sensación de que un servidor ya había escuchado la canción con anterioridad.
La vertiente más robusta y correosa de la banda emerge en “Hill 3234”, probablemente el tema más oscuro del disco. Joakim Brodén, que rinde espléndidamente y no deja de lado ni un solo instante su arrollador carácter vocal, uno de los ingredientes fundamentales para hacer inconfundible cualquier canción de Sabaton; canta en tonalidades muy graves, si bien el solo se torna resplandeciente en su brevedad.
Con la efectividad como arma de destrucción masiva llega “Shiroyama”, una canción redonda, muy completa y con un estribillo irrebatiblemente ganador. Gustará y mucho a los seguidores de la formación escandinava esta sensacional pieza, como también “Winged Hussars”, el enésimo tema de típicamente Sabaton hasta que llega a su interludio, con un guiño progresivo a Rainbow tan breve como intenso. Su solo es una nueva exhibición de agilidad guitarrística.
El final del disco es una llegada en alto, un culmen en forma de canción bautizada como “The Last Battle” que adquirirá los galones de himno sempiterno tan pronto como empiece a ser defendido en directo. En una onda algo más escorada hacia el heavy rock de tintes ochenteros y con los omnipresentes teclados – sigo sin explicarme que con tanto uso del instrumento no lo lleven al directo, aunque ni así podrían reproducirse a veces todas las pistas que traen los temas en estudio – marcando el paso, la composición es otra muestra de lo inagotable que es el combo nórdico a la hora de construir himnos, canciones capaces de hacer subir a una muchedumbre los cuernos como si de una fuerza alienígena se tratase.
En definitiva, los suecos no rompen la baraja, nunca lo harán, y sacan un disco a la altura de las expectativas de su cada vez más nutrida audiencia. Bregan por una mayor versatilidad y alcanzan cotas de lucidez instrumental inauditas en su carrera, pero todo avance está condicionado a plegarse a una personalidad tanto musical como letrística definida e inamovible. Para algunos, su mayor defecto; para otros, su mayor virtud. Lo que está claro es que Sabaton no defrauda y sigue teniendo combustible de sobra para alimentar una fábrica de candidatos a clásicos del heavy metal internacional cuya productividad es solamente equiparable a la eficacia de lo producido.
Vídeo y reportaje: Jason Cenador
Fechas de la gira de Sabaton junto a Accept en España:
19 de enero - Bilbao (Sala Santana 27
21 de enero - Madrid (Barclaycard Center)
23 de enero - Barcelona (Palau Sant Jordi)
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