SANTELMO: “AHORA ES MUCHO MÁS DIFÍCIL DESTACAR EN ESTE MUNDILLO”

Con paso firme y decidido, la banda comandada por toda una leyenda de la guitarra como JERO RAMIRO (ex Saratoga, ex Santa, ex Ñu) sigue trazando un fulgurante camino y abriéndose hueco en la cumbre de la escena metálica nacional. ‘Mamífero’ es el título de su reciente tercer esfuerzo discográfico y, contento por la fantástica acogida que está teniendo, el hacha madrileño responde largo y tendido a las cuestiones planteadas por JASON CENADOR.

‘Mamífero’ es un título breve que como tal, sin escuchar la canción, da pie a cierta ambigüedad a la hora de interpretarlo, ¿por qué fue el escogido?

Fue el primer tema que escribí hace ya un año y desde ése momento pensé en que podía ser un buen título para el disco. Quería una sola palabra que lo definiera y comentándoselo con José Paz, nuestro teclista y diseñador de todo el artwork, me dijo que daba mucho juego para portada y demás. Luego entre todos decidimos que se llamaría así, ‘Mamífero’.

En cuanto a la portada, es toda una obra de arte, ¿Qué connotaciones posee?

José Paz se ha venido encargando desde el principio de todo lo relacionado con el diseño de libretos, portadas, etc, de todos nuestros discos. Es un gran creador en todos los aspectos. La canción que da título al álbum habla de la degradación que sufre el planeta tierra a causa del comportamiento depredador del “mamífero humano”, hasta llegar incluso a su autodestrucción. La portada muestra a la diosa Gaya (Tierra) en su último reducto aún verde mientras trepan sobre ella los seres a los que amamanta y que luego la aniquilarán, como han hecho con todo lo que la rodea.

Habéis agradecido la estabilidad de la formación, con Nacho Ruiz consolidado como vocalista, a la hora de maquinar las canciones que integran este disco, algo que echabais de menos cuando preparabais el anterior, ¿no es así?

Sí, efectivamente. ‘El alma del verdugo’, nuestro anterior disco, se gestó entre tres cambios de cantante y uno de batería. A la vez, mientras trabajábamos en él, teníamos que ensayar el repertorio para los directos que teníamos. Todo eso hizo que el álbum tuviera muchos colores y ambientes. Nacho Ruiz es el catalizador absoluto de éste “Mamífero”. Todo gira alrededor de él, y todo empieza y termina en él.

A mi juicio, este álbum ha ganado en melodía y elaboración mientras sus temas siguen teniendo una gran pegada. ¿Cuáles han sido, para vosotros, los principales avances? 

En lo que  a mí respecta, te puedo decir que deseché todo el material que tenía almacenado y empecé de cero a componer. Las canciones fueron surgiendo una tras otra como los eslabones de una cadena. Empecé en marzo del año pasado y terminé en diciembre, unos días antes de entrar al estudio. Por todo ello, ‘Mamífero’ es un disco mucho más homogéneo en sí mismo. Tuve mucho cuidado de no repetir, en la medido de lo posible, estructuras o tiempos de velocidad similares en los temas, lo que le ha dado más variedad pero dentro de un todo. Después, la aportación personal que cada uno de mis compañeros ha dado a las canciones ha sido crucial para que ahora podamos hablar de un gran disco. Sin ellos nada hubiera sido igual.

¿Hay algo que hayas introducido al sonido de este disco o alguna influencia nunca antes aplicada a lo largo de tu dilatada carrera?

La producción ha corrido a cargo, casi al cien por cien, de Dani Melián y José Garrido, los dueños de los estudios New Life. Por  mi parte, te diré que yo buscaba un sonido crudo a la vez que actual de guitarra. Después de unos años coqueteando con otras marcas al final he vuelto a la Stratocaster, que es mi guitarra por excelencia. La conecté a mi Marshall, lo puse a tope y les dije a los del estudio: “Esto es lo que quiero”. Así que lo reflejaron tal cual en el disco. Es una guitarra cruda y rasposa, con cuerpo y mucha mala leche, algo así como el sonido de Ritchie Blackmore en el ‘Rising’ o en el ‘Long Live Rock and Roll’ de Rainbow. Siempre tengo en mi mente a los tres grandes: Hendrix, Blackmore y Malmsteen; todos grandísimos, todos Stratocaster.   Es lo único vintage del álbum porque yo lo quise así. Todos los demás instrumentos suenan tremendamente actuales y modernos, sobre todo las baterías, que tienen una contundencia y una rotundidad aplastantes.

La temática de las canciones discurre entre lo personal de temas como “Mil Vidas” y lo social de temas como “Indignado”, sin dejar de lado lo histórico en “Juego de Reyes”. ¿Qué grado de importancia tiene el mensaje en vuestros temas?

Mucha. Intentamos contar cosas que hagan reflexionar y también otras que simplemente reflejen una historia interesante al menos. Como cuando lees una novela o ves una película aunque en mucho menos tiempo. Buscamos sobre todo que las letras digan cosas con las que nos sintamos identificados y hagan que nos bajemos del escenario satisfechos de lo que hemos ofrecido a la gente.

¿Es la música una de las mejores herramientas de un indignado? ¿Con cuales otras la complementaríais para conseguir los fines justos por los que clama tanta gente?

Por supuesto con el diálogo y el buen entendimiento, aunque desgraciadamente la historia nos ha demostrado que la mayoría de las veces los objetivos se han conseguido con el uso de la fuerza  cuando ya no había otra alternativa. En muchísimas ocasiones, una melodía o canción ha conseguido mover montañas, logrando enaltecer el espíritu y alcanzar objetivos que a priori parecían imposibles de lograr.

¿Aspiráis seriamente a ser un grupo de absoluta referencia y público masivo como lo fue en su día Saratoga o lo son a día de hoy WarCry o Mägo de Oz en la escena del metal hispanohablante? Yo creo que tenéis muchas papeletas.  

Por supuesto que aspiramos a ello, no tengas dudas. Lo que pasa es que los tiempos han cambiado. Ahora es mucho más difícil destacar en este mundillo. Están la piratería, la crisis, las nuevas generaciones que actualmente tienen otras muchas opciones con las que entretenerse… A finales de la década pasada se produjo un crack por todo esto y desde entonces ningún grupo ha conseguido alcanzar ese nivel de convocatoria de público. Los grandes que estaban de antes se mantienen pero no tiene nada que ver su situación actual con lo que era hace diez o doce años por ejemplo. Aún así, Santelmo y nuestra agencia de management, Duque Producciones, seguimos insistiendo a base de esfuerzo y talento, y sufragando económicamente todo. Ya son cinco años así, pero tenemos la misma ilusión que el primer día. Lo que sí te digo es que la banda, tanto en disco como en directo, está a  la altura de cualquier otra, sea de aquí o de allí. Lo demás es cosa del destino, la suerte…

¿Crees que la decisión de llevar a cabo un parón indefinido por parte de Saratoga era la más acertada o te ha dado cierta lástima?

Cuando las cosas se agotan y ya no van a ninguna parte es inútil seguir aguantando la presión, porque lo único que se consigue es empeorar aún más todo. Hay que tomar decisiones drásticas pero necesarias. Yo lo hice en el 2006 y me vino genial. Tomé aire y en unos meses tenía en disco instrumental en el mercado, ‘Tenebrarium’. Y poco después apareció Santelmo. Para la escena del Rock en castellano es una lástima que ya no estén Saratoga o Avalanch, grupos grandes que llegaron arriba. Pero todo tiene un principio y un final , así es la vida.

¿Te imaginas integrando en el futuro una banda que no fuera Santelmo o formando parte de un eventual retorno de alguna de tus antiguas formaciones?

Nunca se sabe lo que te deparará el futuro, pero mi presente actualmente es Santelmo al cien por cien. Tenemos un gran disco entre manos y estamos dispuestos a pelear hasta el final.

¿Volaréis a América Latina para presentar ante vuestros seguidores de aquellas tierras vuestra tercera obra?

Sería genial poder hacerlo, recibimos mucho apoyo desde allí y para nosotros supondría un acontecimiento enorme. Ojalá se haga realidad en un futuro próximo.

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