LA RENDICIÓN DE BRENDA: "SOMOS MUCHOS PARA TAN POCO PASTEL"

Liderada por un músico curtido y experimentado que incurrió por primera vez en la escena musical madrileña en los albores de la década de los ochenta, José Luís Subías, la banda madrileña sigue su curso con paso firme y ha publicado recientemente 'Juega Duro', un segundo plástico en el que arriman más su sonido al ascua del rock 'n' roll y el blues rock. Pocos días antes de su presentación en la sala Olvido de Usera (Madrid), el sábado 13 de septiembre a las 22:15, es el propio líder del cuarteto quien pone al día a Jason Cenador.

¿A quién le pedís que “juegue duro” con el título de este nuevo álbum y qué significado posee exactamente?

Casi todas mis canciones son un soliloquio conmigo mismo; así que, cuando escribí este tema, me temo que me dirigía especialmente a mí. Pero, como ocurre en cualquier canción, lo que se dice en ella es extensible a cualquier persona que se sienta identificada con el mensaje o el contenido de la letra.

Este segundo disco tiene un cariz más rockero que el primero, ¿es premeditado?

En buena medida, sí. La esencia de nuestras melodías es el pop, pero siempre tuvimos un punto rockero que quizá no supimos manifestar suficientemente en el primer álbum. Sabíamos que en este lo íbamos a mostrar, y queríamos hacerlo; pero la verdad es que la incorporación a la banda del nuevo guitarrista, Miguel Polonio, ha facilitado bastante las cosas en este sentido. Ha mamado blues y rock&roll desde la cuna.

¿Cuáles son, a tu juicio, las principales diferencias entre este álbum y su predecesor?

La que acabas de mencionar, en primer lugar. Por otra parte, una selección de temas y ritmos bastante más variados que en el disco anterior, con lo que se evita la posible monotonía de escuchar 13 temas tan homogéneos, como pasó en aquel. Son 13 de nuevo las canciones que nos hemos atrevido a incluir en el álbum, pero entre ellas hay composiciones muy distintas. ¿Qué tienen que ver “Así No” con “Tengo Ganas de Bailar” o “Pienso en Ti”, por ejemplo?.

El próximo 13 de septiembre, sábado, estaréis presentando ‘Juega Duro’ en la madrileña Sala Olvido. ¿Cuáles son vuestros principales reclamos para que el público asista y qué elementos especiales tendrá el concierto?

Nuestro reclamo es la calidad de la música bien hecha. Trabajamos las canciones a conciencia, sin parches ni artificios. Somos un grupo de pop-rock español de los de siempre: dos guitarras, bajo y batería, y buenas melodías con estribillos pegadizos. En los conciertos, nuestra gente se lo pasa bien. Hemos puesto, además, la entrada muy económica (10€), y la hemos acompañado del regalo del disco y una consumición para ir calentando los motores. ¡Como en los buenos tiempos! La sala tiene una acústica estupenda. Tocaremos todos los temas del nuevo disco y otros del anterior, más algún regalo sorpresa. Vamos, si no tuviera que ir, yo iría.

Después de haber tocado predominantemente en Madrid y alrededores, estáis preparando una gira a escala nacional. ¿Cuáles son vuestros planes al respecto?

Me temo que las giras nacionales están fuera de nuestro alcance por el momento. No es por falta de ganas, pero hay que ser realistas. Sin la necesaria promoción que requiere cualquier banda, es imposible que tengas suficiente público fuera de tu “territorio” para llenar un garito (incluso aquí ya es difícil). La única opción son los festivales, y ese sí que es un territorio en el que resulta bastante complicado entrar. Creo que somos muchos para tan poco pastel. Salvo algún concierto esporádico que pueda surgir, quizá asociados con alguna banda amiga, hablar de “giras” es demasiado pretencioso para nosotros.

Vuestro sonido tiene un considerable regusto añejo. ¿Cuáles son vuestras principales fuentes de inspiración?

Es inevitable ese regusto cuando la mayoría de los temas del grupo fueron compuestos por mí hace ya muchos años. En los dos discos hemos incluido temas actuales (con tal habilidad y homogeneidad de estilo con los antiguos que, creo, resulta imposible distinguir estos de los nuevos), pero el grueso de ambos álbumes lo forman temas escritos lo largo de un período de treinta años. Esa fue mi principal intención al regresar de nuevo a la música hace ya tiempo: recuperar (no el tiempo perdido, eso es imposible) los muchos temas que había compuesto en mi vida y que, por motivos que no vienen al caso, se quedaron en el camino sin poder publicarse. Deseaba que la gente conociera mi música; y eso es lo que estoy haciendo.

Llevas en la música mucho tiempo y este no es tu primer proyecto, ¿podrías describirnos el camino en la escena que te ha llevado hasta aquí?

Voy a tratar de ser breve. Me inicié en la música allá por 1980 (no suméis, por favor, era muy joven). En 1983, Toni de Juan (Coz) fichó al grupo del que era entonces vocalista (Stress) para grabar un single con su recién creada compañía Cable Records. Años más tarde, en 1987, con una nueva banda, El Drama, gané el X Trofeo de Rock “Villa de Madrid”. Tres años más tarde abandoné la música. Durante los 90 continué componiendo, pero totalmente alejado de los escenarios y de la movida musical. Con el nuevo siglo, mi vida había tomado derroteros muy distintos y, cuando pensaba en la música, lo hacía como alguien que está ya fuera de onda, que se siente “mayor” para eso. Un día, no sé muy bien cómo ni por qué, decidí que era “joven” para volver a tocar y para mucho más, que tenía aún mucho que decir. Me compré de nuevo una guitarra y un amplificador, y empecé a forjar la idea de crear una banda. ¡Como en los comienzos!

¿Qué nos puedes contar acerca de los compañeros que te acompañan en La Rendición de Brenda?

Fernando, el bajista, es el más veterano de mis compañeros. Ya tocaba el bajo conmigo en 1985-1986, y también dejó la música en su momento. Pero desde que volvimos a encontrarnos casualmente, al poco tiempo de haber vuelto yo a la música, quiso volver a tocar conmigo. Y no paró hasta que lo consiguió. Se lanzó al nuevo proyecto con tanta ilusión o más que yo, y en buena medida fue él quien me animó a crearlo.

César Vozmediano, el batería, fue el siguiente en incorporarse a la banda, en la primavera de 2012. Es un músico con mucha experiencia, “de orquesta”, como a él le gusta decir y defiende con orgullo. Cuando no toca con nosotros, todavía sigue recorriendo con su orquesta los pueblos de España (este sí que hace giras). Se trata de otro pilar fundamental en la formación y es el corista oficial del grupo.

Respecto a Miguel Polonio, es el miembro más reciente de La Rendición y el más joven, pero, a la vez, también el más virtuoso. Con su guitarra ha sabido aportar al grupo ese nuevo aire más rockero, un desenfado y una garra juvenil que inunda de fuerza y frescura las canciones, con un toque vintage muy para apropiado para la banda, adquirido en su conocimiento de la música de los 50-70.

En fin, un lujo estar acompañado de estas buenas piezas. Os invitamos a comprobar el resultado de este cóctel de músicos tanto escuchando nuestro nuevo disco como viniendo al concierto del próximo sábado 13 de septiembre en la Sala Olvido, donde lo presentaremos.

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