Entrevista a Xavi Nuez: “He decidido jubilarme con 28 años”

10 mayo, 2017 12:26 pm Publicado por Juan Destroyer – Deja tus comentarios

Fue cantante de los punkis Akoso y encarnó a Papasick en The Sick Side, pero finalmente el de Bell-lloch d’Urgell (Lleida) decidió lanzarse por su cuenta, primero con ‘Historias varias’, un álbum acústico, y ahora recorriendo las vías del rock urbano hasta llegar a ‘La última estación’, segundo disco de su actual aventura. Juan Destroyer entra en contacto con este autodenominado “científico de la libertad, escapista de la vida y la razón, un alguien ajeno a sus circunstancias”.

¿Cuál es esa última estación del título del disco?

“La última estación es aquella en la que uno se baja porque está harto de seguir un determinado “tren de vida” que viene muchas veces impuesto por la sociedad. El miedo a hacer realidad nuestros sueños nos impide coger otros trenes que dejamos escapar. Por lo tanto, no solemos vivir como viviríamos sin esos “miedos a”: miedo a no encontrar trabajo, miedo a no encontrar una mujer, miedo a no tener hijos, miedo a ser distinto a los demás. Nos buscamos una vida cómoda, un trabajo al que esclavizarnos y pasar la mayoría de horas de nuestras vidas haciendo algo que no nos apasiona a cambio de dinero que probablemente solo tendremos tiempo para gastar durante un espacio corto de tiempo al que llaman “vacaciones”. Yo he decidido jubilarme con 28 años y bajarme de ese tren, porque en todas las fábricas que he pasado solo veo esclavismo y mentes acomodadas”.

¿Cómo llamamos a lo tuyo? ¿Rock urbano? ¿Intimista? ¿De autor?

“Llamadlo como mejor os parezca. Sois libres para diseñar nuevos vestidos, crear nuevos contenidos e incluso para poner en vuestras estanterías nuevos géneros musicales. Sinceramente, yo no sabría tampoco como “etiquetarlo” porque nunca me gustó comprar en Zara”.

Este es el séptimo disco que grabas, el segundo como solista. El dato es sorprendente porque eres aún muy joven.

“Y voy a grabar tantos discos como la vida me permita. Ahora estoy preparando un disco conceptual que se titulará ‘La Increíble Historia de Xavi Swinger’, un personaje que toca cada día en el metro para miles de personas y que vendrá a romper con la forma de vida monótona impuesta por la moral conservadora-cristiana que domina este país. Xavi Swinger salvará la dignidad de aquellas personas que sufren la represión sexual, mental y laboral impuesta desde las altas esferas del gobierno del PP y del Opus Dei. Por ello, el disco vendrá acompañado del “Diario Personal de Xavi Swinger”, un diario en el que demostraré que una vida utópica -sin apenas trabajar, teniendo mucho sexo, amor y felicidad- es posible”.

Echándole un vistazo a las letras, diría que te basas en historias vividas en primer persona, de hecho nombras a muchas personas de carne y hueso, ¿verdad?

“Sí, la verdad es que sí. Con Akoso, la banda punk que formé cuando tenía 14 años, me dediqué durante cuatro discos a la “crítica social” y hablé muy poco de mis historias personales. En ‘Historias Varias’ y ‘La Última Estación’ hago todo lo contrario, pero no os preocupéis porque con ‘La Increíble Historia de Xavi Swinger’ volveré a mi estado más natural”.

El primer álbum tenía un tono más acústico mientras que aquí prima la guitarra eléctrica, ¿estás allanando un salto a los escenarios acompañado de banda?

“Cierto. El ‘Historias varias’ es un disco que rompe con todo lo que había hecho antes con Akoso y con The Sick Side, también con mi persona, con mi manera de expresarme, con mi manera de contar todo lo que acontece a mi alrededor. Pretendí rescatar canciones escritas a muy temprana edad y que nunca tuve la valentía de sacar a la luz porque pensaba que eran muy “cursis” para lo que estaba haciendo en esa época de mi vida, que era básicamente música punk. Cuando me cansé de criticar, pensé que era un gran momento para romper mis propios esquemas, así que publiqué ese disco tan especial para mí, que está constituido básicamente de guitarras acústicas y mi voz en estado natural. La idea era hacer un disco sencillo y minimalista en el que mostrar las canciones “desnudas”, tal y como las interpreto cuando las toco en mi casa.

En cambio, como bien dices, ‘La última estación’ es un álbum en el que vuelvo a la guitarra eléctrica. La verdad es que la echaba de menos. Y por supuesto que estoy allanando un salto a los escenarios acompañado de banda, ya sea para tocar mis canciones más acústicas o mis canciones eléctricas. Si alguien quiere que actúe que me llame. Yo tengo mis contactos músicos a los que me encargaré de reunir para ofrecer la mejor actuación posible”.

Tienes una voz muy personal, con un toque nasal, ¿lo potencias para tener impronta propia o es tu timbre natural?

“Te cuento. Puedo cantar de distintas maneras. Con Akoso cantaba siempre a gritos, bebiendo whisky antes de cantar para romper bien la voz. En ‘Historias varias’ hice todo lo contrario, quise hacer un disco con mi voz más natural, en tonos graves. Con ‘La última estación’ utilizo tonos graves y otros más agudos. Y si me escucharas cantar en el metro alucinarías, porque no me parezco ni al Xavi de Akoso, ni al Xavi de ‘Historias varias’ ni al Xavi de ‘La última estación’”.

¿Es cierto que se te puede ver tocando en el metro de Barna?

“Sí, toco sin autorización y la verdad es que me encanta. Tocar en el metro te hace ver la realidad de la sociedad en la que vives. Toda ella es una mentira, una conjunción de falsas impresiones sobre las personas. Hay gente que te mira mal, con cara de pena, en plan “Pobre chico, está tocando aquí en el metro para ganarse la vida”, aunque no saben que detrás de mi persona hay una persona trabajadora con dos carreras que curra ocho horas en una multinacional. Tampoco saben que en una hora tocando en el metro sacaré más dinero que lo que probablemente saquen ellos en una hora en su trabajo. Y finalmente, no saben que por encima de todo toco por amor al arte, para alegrar el día a día de las personas que pasan por los túneles directas a un trabajo que no harían si tuvieran la valentía de hacer lo que realmente les apasiona.

Los que sí lo saben, me echan monedas, me sonríen y bailan conmigo mientras canto. En el metro pasan cosas muy bonitas de manera espontánea. El otro día estaba tocando una de mis canciones cuando un grupo de chicas negritas se acoplaron a cantar uno de mis estribillos como si lo supieran de toda la vida. Fue realmente especial e importante para mí porque mi canción significó algo para ellas. Justamente ese día, otro grupo de chicas que estaban celebrando la despedida de soltera de una de ellas, me pidieron tocar una canción para la novia. Lo pasé genial”.

La creencia común es que cantando en catalán tendrías más posibilidades de prosperar en tu tierra, pero me consta que tienes Madrid entre ceja y ceja y vienes a menudo…

“Me encanta Madrid y la verdad es que no me importaría vivir durante un tiempo allí. El ambiente de noche es alucinante y en los bares te dan tapas por consumir cerveza, ¿qué más se le puede pedir a una ciudad? Además, creo que a nivel musical tendría más posibilidades. El abanico de salas y conciertos es mucho más amplio en Madrid que en Barcelona. Y la verdad es que me encantaría poder dar un concierto allí algún día. Pero tiempo al tiempo. Mientras, que la rebeldía llene nuestros corazones de paz y gloria”.

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