Entrevista a Rumpelstinkin: “Estamos deseando que nos denuncien”
3 abril, 2017 12:01 pm Deja tus comentariosEn un ascenso imparable para convertirse en futura banda de culto dentro de la escena estatal del punk rock, el irresistible trío procedente de Barcelona ha unido fuerzas con el potente sello Warner Music para dar un nuevo espaldarazo a su segundo trabajo, primero de larga duración, 'Del lado de los malditos'. Convencido de que su enérgica, sarcástica, consistente y concienzuda propuesta tiene todos los ingredientes para llegar a un público masivo, Jason Cenador se sienta a charlar con Ar Stinkin (voz y bajo), Walter Enríquez (guitarra) y Ángel 'El Demonio' (batería), músicos curtidos y con las ideas muy claritas.
¿Cómo surge la posibilidad de relanzar este álbum, ‘Del lado de los malditos’, y hacerlo a través de un sello de la entidad de Warner Music?
(Ar) “Nos pilló de improviso, de hecho a veces nos levantamos por la mañana y nos tenemos que hacer a la idea de que es verdad. Nos vino de repente, nos dijeron: “Oye, que Warner quiere relanzar ‘Del lado de los malditos’”. Y nosotros: “¡¿Cómo?!”. Llegamos a pensar que no habían escuchado bien el disco, que deberían escucharlo mejor porque a lo mejor había habido un error. (W) “Que se pensaban que era un disco de cuentos, por aquello de ‘Rumpelstinkin’ (risas)”. (Ar) “Me preguntaba si seguro que habían leído los textos. De lo que más contentos estamos es de que en ningún momento nos han intentado cambiar una sola coma, ni de nuestras letras ni de nuestra manera de hacer ni de nada. Lo respetan todo. ¿Reacio a una multinacional? Bueno, no tienes que serlo desde el punto de vista de que no te quieren cambiar nada”. (W) “Es un buen altavoz”. (Ar) “Lo que nunca hubiésemos permitido, eso seguro, es que nos hubieran intentado tocar una coma de lo que decimos, porque entonces perderíamos nuestra dignidad y eso no puede ser”.
Habéis considerado que este álbum tiene la suficiente fuerza y contenido como para lanzarlo a una mayor escala. ¿Qué tiene de especial?
"Vivimos en una nueva inquisición, sólamente hay que ver lo que ha pasado con César Srawberry"
(Ar) “Te voy a ser sincero: no tengo ni idea. Cuando compones lo haces pensando en sonar lo mejor posible y en emocionarte con lo que haces, en nada más”. (W) “Este disco, sobre todo en la parte de las letras, es una lucha sincera. Es muy contemporáneo; aunque la portada o la propia canción “Del lado de los malditos” están basadas en la inquisición de la Edad Media, es muy actual”. (Ar) “De alguna manera vivimos en una nueva inquisición. Solamente tenemos que ver lo que ha pasado con César Strawberry, cómo el sistema intenta callarnos a golpe de palos y de encarcelamiento. Solamente falta que nos tiren hortalizas por la calle mientras nos pasean y nos gritan: “Herejes, ¡maldecidlos!”. (An) “De lo que no se dan cuenta es de que cuando hacen un determinado movimiento para joder a algún grupo, lo único que hacen es potenciar más a ese grupo, así que de algún modo les sale bastante por la culata la agresión a la libertad”. (Ar) “De hecho, estamos deseando que nos denuncien. Hago un llamamiento desde aquí a todos los movimientos reaccionarios, estamos aquí para lo que queráis, denunciadnos, lo que haga falta, cuanto más mejor, será un placer”.
Las letras poseen mucha contestación y carga social, pero también rebosan de ironía y acidez. ¿Qué me podéis contar acerca de este enfoque tan inherente a vuestro punk rock?
(Ar) “Ellos utilizan la violencia contra nosotros, y si nosotros respondemos, nosotros somos los violentos. Pero hay una cosa que sí que les jode enormemente, que es que nos riamos. Eso les molesta mucho. Responder con la risa, además de con nuestra contestación, es algo que les jode enormemente. Descubrir ese filón es muy importante, reírte de sus símbolos, reírte de sus complejos trasnochados y escondidos, reírte de esa caspa que tienen para dentro del cerebro. Hay que reírse porque es ridículo, precisamente porque las mentes cerradas no podrán evolucionar nunca. Dicen que hay que respetar las tradiciones; bueno, pues nada, hagamos una cosa, como dice “Welcome...”: “Si mi padre se tira del balcón, yo también me tiro por seguir la tradición”. No es muy coherente eso. Todo tiene su punto; si tradicionalmente nos gusta vestirnos de chulapos en San Isidro, pues claro que sí, eso es positivo; pero si tradicionalmente nos gustar tirar una cabra del campanario, pues no. – “¡Es que atrae el turismo!” – ¡Pues tiremos al alcalde del campanario, verás cómo viene más gente! Yo creo que el ser humano debe evolucionar. Esa cerrajón de no querer conocer más allá, de no querer avanzar, es justamente lo que hubiera hecho que nos hubiéramos quedado antes de la rueda”.
No tenéis, por el momento, una larga gira de conciertos por delante, ¿sois muy meticulosos como banda a la hora de dar pasos adelante pequeños pero firmes?
"No sirve de nada tener una gran lista de conciertos que parezca una gran gira pero que luego sea por pubs con un sonido infame"
(W) “En los inicios de la banda empezamos a hacerlo como Juan Palomo, “yo me lo guiso, yo me lo como”. Medíamos nuestros pasos siempre, porque no puedes dar un paso sin antes meditarlo. Ahora que estamos con un apoyo discográfico importante, también nos gusta mantener esa línea de trabajo, porque al final es la que consigue que la gente llegue a escuchar tu música. No es bueno dar pasos en falso o tocar por tocar en salas que no suenan bien”. (Ar) “Con todos los respetos a los compañeros, no sirve de nada tener una gran lista de conciertos que parezca una gran gira pero que luego sea por pubs con un sonido infame. Eso no es ni respetarte tú ni respetar al público”.
Da la sensación de que tenéis cierta ambición por ser una banda señalada, que trascienda del montón. ¿Perseguís que Rumpelstinkin sea, de aquí a un tiempo, una banda particularmente destacada dentro de la escena del punk rock estatal?
(An) “La verdad es que tenemos cosas que decir. Si la gente escucha y tiene una repercusión lo que decimos, nos damos por satisfechos. En este caso, las letras son de Armando y Walter y yo les damos un sonido. Somos un equipo. Si conseguimos trascender y abrir debate, mucho mejor”.
¿Os veis dentro de unos años a la altura de las principales bandas del estilo que hoy protagonizan los carteles de los principales festivales?
(Ar) “Si eso me hace ser feliz, sí, pero si no, no. No tengo ni idea si lo conseguiremos, y además es secundario, y no es falsa modestia. Tenemos que seguir nuestros principios y estar de acuerdo con nosotros mismos, eso es fundamental. Si eso lo perdemos, la hemos cagado, todo se va al garete. Entonces, podríamos llegar, no sé, a colaborar con Bustamante en una canción… No tiene sentido”.
¿Qué harías si Bustamante se desvela como seguidor acérrimo de la banda y se ofreciese a cantar una de vuestras canciones más contestatarias?
(Ar) “Yo dejo la música” (risas). (An) “Yo le pondría una condición. Si se hace una cresta y la pinta de rosa, participamos”. (Ar) “Es una cosa absolutamente improbable, pero yo solamente le preguntaría si entiende realmente lo que va a cantar. ¡Igual resulta que se quita la careta y se descubre como el primo español de Lemmy!” (risas). (An) “Trabajaba en la construcción, igual tiene dentro un “¡paletas al poder!”. (Ar) “Hay una anécdota que les sucedió a unos compañeros rockeros de aquí de Madrid. En una ocasión entró, con el lugar lleno de chupas de cuero, y dijo: “Hola, compañeros”. Tendrías que haber visto la cara de toda la gente que había ahí y el mosqueo que se pilló todo el mundo. “¡Me ha llamado compañero!”, decían. Se ve que iba a ensayar en uno de aquellos locales. Hay que tener cuidado de a quién llamas compañero, no es por nada”.
¿Cuáles son los malditos de cuyo lado estáis?
(W) “En boca de ellos, los malditos somos nosotros, el pueblo, la gente humilde que se levanta para ganarse el pan, la gente a la que desahucian, la gente a la que tienen machacada”. (Ar) “El que se enfada porque le roba un banco, porque Urdangarín se va de rositas, porque tengan “todo el derecho del mundo” cincuenta antidisturbios para pegarle a una pareja de ancianos para expulsarlos de su casa con dos señores, que son el poder, con traje y corbata que manda que los desahucien… Nosotros somos unos degenerados por ofendernos por eso, ¡deberíamos aplaudir a las fuerzas del orden público por cumplir con su misión y deberíamos aplaudir cuando se condena a los maricones y cuando se condena a esa gente de mal vivir! Sobre todo hay una cosa que está muy clara: quieren que seamos guardianes de su dinero. Ese es, al fin y al cabo, el resumen final. El lado maldito es, justamente, el de todo aquel que está enfrentado a ellos. Y todos sabemos quiénes son ellos y quiénes somos nosotros”. (An) “Pero no sabemos quienes hay detrás de ellos”. (Ar) “Está clarísimo que hay un orden mundial absoluto, una cúpula que lo domina todo”. (W) “No sabemos si es el Club Bilderberg o el club de pádel de Aznar y compañía (risas)”. (Ar) “Está muy manoseado hablarlo, pero es tan sencillo como que nosotros somos muchos más. Somos millones y millones. Con una masa de cuatro millones de personas en la calle – y no me refiero a salir porque haya ganado la liga el Barça o el Madrid – que salga a defender sus derechos, se les ponen los huevos de corbata. Eso es imparable”.
¿Rumpelstinkin nace entonces para despertar esas conciencias?
"Hay que volver a aprender a decir "no"; es una palabra tan sencilla"
(An) “Para abrir debate y crear conciencia. Yo me quedo con la reflexión que hacía Evaristo (La Polla Records, Gatillazo), que decía: “Es muy fácil, solo tenemos que caminar hacia ellos; pero claro, nadie quiere ser de los primeros, porque van a caer”. (Ar) “Durante la revolución industrial, los niños tenían jornadas laborales de catorce horas, a veces por la comida solamente. Un día, un obrero dijo a los amos – porque se obligaba a llamarlos así –: “No, se acabó, usted no es mi amo, no tengo amo”. Hay que volver a aprender a decir “no”. Es una palabra tan sencilla”.
¿Cómo percibís la coyuntura en la Catalunya actual, ahora que algunos instigadores de que se realizase un referéndum empiezan a ser penalizados por la ley?
"La patria es un invento de los ricos para que los pobres defendamos su dinero"
(Ar) “A mí me entra un sueño con estas cosas…” (An) “Este es un debate muy amplio y podemos hablar desde muchos puntos de vista, aunque en general pensamos bastante parecido. Respecto a Artus Mas, parece que ahora ha de dar penilla, pero el mismo día, su partido hace una ley para que en el caso de ocupación, sea cual sea su motivo, se les pueda echar de inmediato. Es un clasista”. (Ar) “Desalojos exprés, eso es lo que ha fomentado el señor que quiere que Catalunya progrese. El pueblo catalán, como el pueblo madrileño, como el pueblo vasco, como el pueblo andaluz… el pueblo somos los de siempre, los millones de parados, a los que nos roban el dinero, la moral, la energía, la alegría… Somos las colas, las muertes en los hospitales. Eso son los pueblos de todos lados. Como bien dice otra organización en Catalunya, primero hablemos de los problemas sociales y luego hablaremos de independencia”. (W) “Lo que extraña también es que se esté juzgando a Artus Mas por poner unas urnas, que en este caso no está mal, y en cambio se olvide totalmente toda la corrupción que conlleva su partido, los abusos…” (Ar) “Yo soy partidario de que un pueblo tiene todo el derecho del mundo a decidir su voluntad. ¿Que queremos quedarnos? Pues nos quedamos. ¿Qué no? Pues no, y ya está. El mamoneo no está ahí. La patrias consisten en convencer a los pobres para defender a los ricos. En realidad, te voy a decir cuál es la jugada y el conflicto entre Catalunya y España, a mi forma de ver. Gira en torno al puerto de Barcelona, uno de los principales dedicados a exportaciones e importaciones. Qué curioso que la otra entrada de Europa esté en Euskadi. A ver si el problema no va a estar tanto en el fondo histórico e ideológico, sino más bien en un fondo económico. A ver si es que no queremos quedarnos sin. Yo hace mucho tiempo que dejé de creer en las patrias. ¿Sabes quién cree en una patria? Un señor de un pueblo catalán que está recogiendo las ensaladas. Eso es un patriota. Pero yo creo que la patria es un invento de los ricos para que los pobres defendamos su dinero”. (An) “Yo hago una reflexión. Partiendo de que las dependencias no son buenas, de que cada cual tiene que ir donde quiera, desde un punto de vista personal podría participar de un proceso desde el pueblo, no desde los despachos, los trajes o los maletines. Artur Mas representa a una cierta parte que cree en la independencia, pero hay un grueso de base en las calles que tiene un humilde sueño por realizar”. (Ar) “Es que resulta que (Artur Mas) se está convirtiendo en el adalid de la democracia y la independencia, y su partido metió un expolio en el Palau de la Música… Han robado lo que han podido y mucho más. ¿Esta es la Catalunya que nos vais a ofrecer? ¡Yo me nacionalizo de las Islas Caimán! ¡No, mejor en la Antártida! Porque pasamos de chorizo a chorizo, y tiro porque me toca”.
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