ENTREVISTA A CORPORE: “ABSORBEMOS MÚSICA COMO ESPONJAS”

Desde el primer minuto de cualquiera de sus tremendamente variopintas canciones, la banda zaragozana se propone y consigue sorprender hasta rozar el desconcierto. Su tercer álbum ‘She Came Like A Hurricane’ es otra oda a la innovación y a la fusión de estilos que van desde el metal extremo de corte moderno hasta la música electrónica pasando por el metalcore melódico. LUCAS TOLEDO (voz y teclado) y DAVID “THE DOCTOR” (guitarra) responden a las argumentadas preguntas de ADRIÁN ORMAECHEA a ritmo de electrocore.  

 'She Came Like A Hurricane' es un disco en el que no resalta ningún tema en concreto, a excepción de “Empire Falls Down”. Sin arreglos electrónicos, sólo los puramente instrumentales, y con una gran combinación de voces limpias, es una canción muy emotiva y sin la tralla del resto de temas precedentes. ¿A qué es debido?

(D): “Es el último que terminamos de componer, aunque es de los más antiguos, y buscábamos algo diferenciador para rematar el disco. Inicialmente tenía unas estrofas diferentes, muy thrash y aceleradas, que acabamos sustituyendo por un sonido más ambiental y de balada que encajaba mejor con las cadencias épicas del estribillo. Las melodías y armonías vocales son trabajo de Lucas; yo propuse algo más agresivo con las letras, pero le dio la vuelta y quedó perfecta”.

(L): “Como bien dice David, las melodías en letras que compuso eran inicialmente más agresivas. Vi que ya se había ofrecido mucho de esto en las anteriores canciones, y aprovechando partes limpias y estribillos de tempo largo en ésta, y sin tener nada más “baladero”, creí propicio convertirla en algo así”.

 Dice Tarantino que cuando realizó “Pulp Fiction”, una de sus principales pretensiones fue representar la cultura popular. ¿Es eso lo que hacéis vosotros con la introducción de piano al estilo de Ludovico Einaudi en “Empire Falls Down” o con la electrónica de Skrillex a mitad de canción en “Send Me A Sign”, muy popular en los tiempos recientes?

(D): “No es pretensión, escuchamos muchísima música y absorbemos como esponjas elementos musicales de todas partes. En el tema musical además resulta inconsciente, tu cerebro lo recoge y luego tú lo expresas de forma natural al componer. Desde luego, es un reflejo de cómo funciona la transmisión cultural y del avance de la tecnología. Si no, seguiríamos en la música tribal”.

 ¿Hasta qué punto sois conscientes de la mezcla musical que introducís en vuestras composiciones? ¿Es algo premeditado que realizáis de manera intencional o es algo que surge de manera irracional por la confluencia de estilos que a cada uno en el grupo influye?

(D): “Lo último más bien. Surge por lo que le gusta a cada uno. Yo tengo una vena más heavy clásico y tiendo a la melodía, Mike es súper electrónico, pero luego con la guitarra es el más agresivo, no tiene rival; a Lucas le gusta componer electrónica y riffs brutos por doquier, y también disfruta jugando con las posibilidades de su voz; y Kintana y James se adaptan y aportan una base rítmica muy loca. Al final sale este metal tan sorprendente”. (L): “En mi caso, como productor al mismo tiempo de Corpore, es todo premeditado. Cuando Corpore me enseñó las composiciones listas para grabar con los huecos o partes más flojas para que yo modificara, compusiera y/o añadiera; sabía de antemano cómo quería que sonara y qué elementos iba a meter en cada escena o qué riffs debía modificar para agregar “mala hostia”. Lo que puede ser más irracional es empastar una parte con otra. No siempre sale fluido y todo pega, y tienes que estar dándole vueltas hasta que surge algo de repente que hace conectar todo coherentemente”.

Me llama mucho la atención el marcado carácter “Korn” existente en los primeros riffs de “Send Me A Sign”, para evolucionar a una especie de nu metal electrónico y después pasar a unas voces limpias que desembocan en un canto hímnico, gótico y melancólico. Y para joder la marrana, a mitad de canción metéis un rollo Skrillex. ¿Sois conscientes de lo que hacéis? Es como adivinar a qué artista/género pertenece cada parte de la canción.

(D): “Claro, nos damos mucha libertad y salen temas así”.

(L): (Risas) “En “Send Me A Sign” puede que yo tenga gran culpa de esto. La verdad es que fue todo perfectamente consciente. Intenté aportar todo lo que estaba en mi “moda”. En general es una mezcla de “banda sonora” (de ahí que sea mayormente instrumental) y la electrónica del momento que quería meter a toda costa. La introducción está compuesta de muchos elementos de tráiler de película, con sonidos de percusión de metal, todo para darle un tinte atmosférico. El riff salió así, pesado, y la melodía fue inspirada de estar un tiempo escuchando cantos tipo juglar de escenarios épicos como El Señor de los Anillos, El Hobbit o Juego de Tronos (fue en esa época). En todo caso, cuando por parte de alguno de Corpore se propone algo como cambiar de tercio en la música bruscamente, solemos estar de acuerdo”.

Hay gente que cuando escucha este tipo de trabajos piensa que más que crear algo novedoso y original, lo que se hace es una mera copia de lo ya existente pero pasándolo por la batidora de mezclar. ¿Qué pensáis al respecto? ¿Está el truco y el éxito en saber batir de manera adecuada?

(D): “Como oyente asiduo de música sé de lo que hablas. En realidad, la cultura musical ha funcionado así siempre, y ya por ejemplo Mozart o Beethoven copiaron y mejoraron las ideas de sus contemporáneos. Más recientemente, con Hendrix o Zeppelin sucedió igual. En realidad, no existe nada totalmente original a nivel elemental, todo ser humano combina, en el proceso de creación, elementos de cosas que conoce con anterioridad. Es como con el proceso del sueño, que también sucede lo mismo. Así que personalmente creo que sí, que la originalidad y el éxito está en cómo combinar. Si tu base musical es limitada, tu composición lo será y al revés, una base musical amplia permite jugar con más elementos y alcanzar una mayor originalidad”.

(L): “Es difícil hoy día crear algo absolutamente de la nada. De hecho, algunas veces hemos escuchado casualmente alguno de nuestros riffs en álbumes que jamás en la vida habíamos escuchado. No por esto vamos a dejar de componer música. En realidad, si nos basamos en la originalidad de nuestra mezcla, poco hay en qué inspirarnos, y si lo hay no es ni parecido a lo que hemos conseguido. ¡Así que, de alguna manera, podemos haber aportado un toque original al género musical!”

¿Existe otro tipo de obras no musicales que os inspiren a la hora de componer vuestra música? ¿Algo de literatura, popular, cultural o social?
(D): “La tragedia de muchas contradicciones humanas están recogidas en las letras que yo he compuesto. Por mi parte, la vida misma y la literatura neurocientífica: Dawkins, Pinker, Damasio, Sapolsky, Sacks…

(L): David es nuestro mayor exponente en las letras, y cuando nos trae al local de ensayo una de ellas, tenemos las expectativas muy altas. Siempre nos sorprende y nos damos cuenta de que no son simples letras, que tienen raíces más profundas de lo escuchado habitualmente en la música. Siempre le hemos dicho que tiene que animarse a escribir un libro, de poemas, algo en prosa, lo que sea pero que escriba algo”.

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