Entrevista a Cardiac: “Hay gente a la que le jode que cantemos en español”

3 octubre, 2016 6:29 pm Publicado por Redacción – Deja tus comentarios

Con cada paso que da la banda suiza escala otro peldaño en el concierto internacional, y por supuesto, teniendo al frente al cantante Ricardo Diges, España es siempre una de sus prioridades. ‘Sangrar hasta lograrlo’, todo un discazo que fusiona magistralmente groove metal, hardcore y stoner rock, es el motivo que les trae de vuelta con dos conciertos en octubre: 7 Madrid (Bodega Club) y 8 Guadalajara (Óxido).

¿Lo de ‘Sangrar hasta lograrlo’ fue literal alguna vez o es ficción publicitaria?

“Bueno, se trata de un sentimiento general en lo que se refiere a la composición del disco y a todo lo que rodea una banda que lleva su dedicación al extremo desde hace bastante tiempo. Cuando quieres realmente hacer algo tienes que ir a muerte, y para lograrlo toca sufrir. Es una cuestión de actitud. Sé que sonará para algunos como un cliché alegórico, pero para nosotros es una realidad. Si quieres estar en esto tienes que morir por el arte, por lo que amas, por avanzar, por creer en algo superior a tu persona. Este disco nos ha costado sangre. Yo como principal compositor he escrito cada tema miles de veces, he elevado mi nivel de autoexigencia y autocrítica con cada detalle. Mientras seleccionaba y eliminaba riffs hasta la extenuación, el mundo no ha parado de girar y se ha tenido que hacer frente a los problemas de la vida, tanto económicos como humanos. Muchos ya han arrojado la toalla después de tanto tiempo en el underground. Somos gente afortunada pero como todo en la vida las cosas tienen su precio y requieren su entrega absoluta. Ha habido muchos sacrificios, privándonos de mucho confort, y en esto no hay nada gratuito ni marcha atrás. De ahí el título, nada de ficción publicitaria, viene de una de las facetas que inspiran la banda: el hardcore neoyorkino”.

Nunca fuisteis unos fresas precisamente, ni siquiera durante el inciso acústico, pero diría que en algunos pasajes de “Adicto a la vida” o “A contracorriente” habéis pisado a fondo, ¿no?

“Son temas crudos y directos a la cara, donde hemos querido ir al fondo de cada riff, dándoles esa vuelta de tuerca que nos permita desgranar el groove a nuestro antojo. Son dos temas que además de ser especiales para mí, son representativos de la actitud con la cual se ha enfocado este disco. “Adicto a la vida” es para mí una declaración de intenciones que define nuestra identidad como banda, además nuestro batería Bastien C. Anthony se lo curró mucho, me encanta verle tocar ese tema en directo, su aportación es espectacular”.

Hace ya unos meses que salió el disco, ¿está teniendo aceptación?

“La verdad es que la cosa va muy bien, no puedo estar más feliz en ese sentido. Es curioso pero poca gente me ha pedido que toquemos más temas de otros discos, parece que ahora hay más ganas y curiosidad por oír lo nuevo”.

Cuesta leer las palabras en la portada, ¿es premeditado?

“Sí. Queríamos darle total libertad a uno de nuestros artistas preferidos de siempre, Javier Varela, todo un icono de la cultura underground en Suiza y Francia. Su manera de entender el arte y su forma de expresarlo nos parecen representativos de una mentalidad que recoge la crema de las artes gráficas del street art, el hardcore y del tatuaje, es pura diversidad cultural. Cada palabra en la portada tiene una tipografía diferente, lo que dificulta todavía más la lectura. Es sinónimo del contenido del disco, si no tienes tiempo y te gusta consumir rápidamente un producto no leerás la portada, mejor así, significa que este disco no es para ti. Si vas a lo fácil no escojas nuestro camino o música, a nosotros lo inaccesible nos parece irresistible. Yo creo que la propuesta de Javier Varela nos lleva también a reflexionar sobre la convivencia de culturas diferentes en la sociedad y a la incidencia recíproca que puede tener el arte en general con la música”.

“Los fundamentos de la perseverancia”, “La sal de mi dolor”, “Icono de la resistencia”… Los títulos de las canciones son sentenciosos, ¿te salen con facilidad o te comes mucho el coco hasta que encuentras algo con sonoridad rotunda?

“Para mí el título de una canción suele tener varias funciones. Es la corona de un tema, una bandera representativa del tema abordado. A mí me sale natural pero intento que las cosas tengan sentido y una resonancia. Creo que poner un título puede guiar al oyente a entrar en el cuadro de la canción y ayudarle a entender mejor la letra”.

El videoclip de “Credenciales de la vieja escuela” tiene imágenes de Nueva York, Londres, Suiza y Madrid. No es una superproducción pero el resultado es muy digno, se nota que aprovecháis bien los recursos… y los viajes, ¿verdad?

“Queríamos hacer un vídeo en el cual la gente puede entender mejor cuál es nuestra onda, nuestro sentido del humor y en cierta medida un poco nuestra cultura. No queríamos el típico video de playback, sino sumergir al espectador en nuestro microcosmos y nuestros delirios de grandeza (risas). Viajar es lo que hace que nuestra música tenga cada vez más relieve y una paleta de sabores con más matices, ¿porqué no traducirlo en imágenes?”.

Por cierto, ¿quién es Simon Rey?

“Simon Rey es nuestro hermano, una persona devota a la escena de Ginebra, un hombre altruista, generoso con su talento y su dedicación. Él se ocupa de toda nuestra cartelería, camisetas y miles de otras cosas. Ha montado varios sellos de música en apoyo a artistas locales y es francamente una gran persona a la que queremos mucho. De broma para agradecerle todo lo que hace siempre le decíamos, “Tío como sigas siendo tan generoso te vamos a escribir una canción y te la vamos a dedicar”, y bueno,¡así ha sido! Simon representa todos los valores en los que creemos, una escena y un escenario para todos. Para él que las nuevas generaciones disfruten de una buena propuesta cultural y buena música es la clave de la buena salud de nuestra ciudad. La unión hace la fuerza”.

¿Cómo explicas que haya tanta diferencia de visualizaciones entre este vídeo y el de “El sonido de una generación”?

“No tengo ni idea, creo que es nuestro sello, que se ha puesto por fin a trabajar” (risas).

¿Saben Sepultura que han hecho un fugaz cameo en ese vídeo?

“Creo que sí, pero no tengo la más remota idea, si me preguntas si ha habido un contrato por el estilo pues no… Su management le dio el visto bueno a nuestro cámara Alvaro Bros, un tío muy grande, y él hizo su trabajo. Era una noche especial, con muchas risas, estábamos de fiesta en su camerino, Derrick Green quería a toda costa la gorra de nuestro batería Bastien, y después de un montón de vaciles e historias pues hicimos muy buenas migas. Menuda noche, menuda resaca, y el vídeo para el recuerdo”.

Sois un grupo suizo cada vez más escorado a una imagen y sonido norteamericanos, pero al mismo tiempo el cantante es español y creo recordar que también hay sangres de otros países entre el resto de los componentes. Qué maravilla la globalización, ¿no?

“Bueno, como ya he comentado en otras ocasiones Cardiac es un pequeño referente de unión en nuestra ciudad. Como lo son Ginebra y Suiza, tierras de gran inmigración y acogida, pero también de mucho racismo. Tú date cuenta que llevamos muchos años evolucionando en un contexto donde la mayor fuerza política en Suiza es la extrema derecha…No te digo más, hay gente a la que le jode que Carduac sea una banda que canta en español y seamos considerados “suizos”. Representamos para algunos una globalización que molesta. Somos gente sencilla y nos encanta el mestizaje cultural, somos una gran familia de músicos con gente de todas partes: Chile, India, Alemania, lo que sea…y además yo soy de Madrid. Para nosotros cantar en castellano es algo natural. No sabemos muy bien si nos acercamos como dices a lo americano o algo en particular, porque creo que siempre hemos intentado ser nosotros mismos en mitad de una ciudad como la nuestra, que tiene su propio contexto. Ginebra es un cruce de carreteras donde todos nos influenciamos, y donde la gente de fuera, por lo general, trae algo enriquecedor a la ciudad. La energía creativa fluye en todas las direcciones y la gente aprende rápido. Es capital cultural, si lo compartes es magia, súbete al carro. Pero si tú dices que algo tenemos de americanos será por algo (risas), ¿quién no lo es en 2016 en occidente? Yo no me doy cuenta, yo sólo veo que estamos muy conectados a la escena de Ginebra que es nuestro pulmón artístico, el resto puede ser secundario”.

Dos son las ciudades que visitáis en este nuevo periplo español: Madrid y Guadalajara. ¿Os guardáis ases en la manga para más adelante? Por ejemplo os va como anillo al dedo el Resurrection Fest.

“¡Ya me gustaría a mí tener ases en la manga! ¡O tener al manager de Metallica! (risas). Para defender este disco intentaremos visitar España todo lo que podamos, pero debido a otros compromisos, proyectos y otras sorpresas brutales que estamos preparando tendremos que espaciar nuestros conciertos. Por ejemplo a Sevilla y a Málaga sabemos que en principio bajaremos para el 11 y 12 de mayo 2017, como últimas fechas en el país. Sé que queda lejos pero haremos todo lo posible para estar en todos los lados, como por ejemplo Barcelona, Bilbao y Palma de Mallorca. Obviamente el Resu sería algo mágico, han conseguido levantar un festival espectacular que no tiene nada que envidiar a lo que se hace por Centroeuropa ni mucho menos, es para quitarse el sombrero. El festi ha tenido resonancia hasta en Suiza, se le ha comparado con los festivales más grandes y goza de una gran reputación. Obviamente sin nos invitaran sería un gran honor asistir y haríamos lo posible por estar. De hecho es posiblemente el único festi de España donde nuestra música con tintes hardcore tendría cabida. Parece que en algunas ocasiones el público en España no presta mucha atención a las bandas que cantan en español que vengan de fuera exceptuando Molotov y Brujería, la gente lo prefiere en inglés… ¿curioso no?”

Juan Destroyer
@juandestroyermr
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