Gotthard: Canción a canción de 'Silver'. Reportaje desde Lugano (Suiza)
17 noviembre, 2016 5:35 pm 2 ComentariosAlcanzar la cifra de 25 años de trayectoria no es algo al alcance de cualquiera, por algo en materia de aniversarios se deja atrás el papel, el cuero o la madera y se utiliza un preciado metal para simbolizar el cuarto de siglo de vida en común. Con esa idea en mente, los suizos afrontan una nueva etapa con su álbum ‘Silver’, previsto para mediados de enero, y convocan a toda la prensa europea en su garito Grotthard Café en las afueras de Lugano (Suiza) para una audición y opípara cena. Alfredo Villaescusa acude en representación de La Heavy y MariskalRock a tan magno evento.
Un paraíso en medio de Europa, así se podría definir Suiza. No solo fiscal, sino también en cuanto a calidad de vida, paisajes idílicos y esa tranquilidad típica de los pequeños pueblos de la meseta castellana. Al igual que en otros países comunitarios, para las diez de la noche parece que ha caído una bomba nuclear y no se ven por ahí seres humanos ni de casualidad. Sumemos a ello una auténtica jornada de perros con lluvias constantes y temperaturas que no superaban los diez grados. Y eso que era otoño, ¿cómo sería el clima en invierno?
En realidad aquello no difiere demasiado del norte peninsular. “Esto es un Bilbao con montañas más grandes”, pensábamos mientras mirábamos por la ventanilla del autobús destartalado que nos trasladaba desde el aeropuerto de Milán hasta la ciudad de Lugano y que hubiera podido utilizarse sin problemas para un secuestro exprés. No era de extrañar que un vehículo tan sofisticado llamara la atención del oficial de aduana (sí, amigos, en Suiza todavía hay frontera), que entró, pidió documentación y husmeó el interior como un perro de la brigada antidroga.
Bodas de plata
Tras una hora escasa, llegamos a la plena opulencia, pero nos dimos cuenta de que el horario español poco tenía que ver con el de allí y descubrimos horrorizados que a eso de las 2 de la tarde casi ningún restaurante tiene abierta la cocina, manda huevos, pues esperan a la cena de las seis de la tarde, que sería nuestra merienda. Y encima ni siquiera había tapas, una botella de agua, diez euros de nada, gracias.
Un pequeño inconveniente que se olvidaba en cuanto uno se pegaba un garbeo por el colosal Continental Park Hotel en el que nos alojábamos y admirábamos ese soberbio bar con señor de pajarita y patio interior para fumetear con palmeras y todo. Y de la habitación mejor no acordarse, de lo alucinante que era, ducha con parquet de madera y una cama tan acogedora que daban ganas de atrincherarse allí y no desalojar a no ser que llamaran a los antidisturbios. A la mañana siguiente, el escudero de la agencia de promo lo primero que decía era: “Se duerme bien aquí, ¿eh?”.
Sin tiempo ni para echar una cabezada, un minibús nos recogió a los periodistas en la entrada del hotel y emprendimos la excursión hacia el Grotthard Café, el garito de Leo Leoni y compañía, situado en plena montaña a unos 15 o 20 minutos de la ciudad. Una vez llegamos allí, nos recibe la banda y contemplamos esa especie de “txoko” inmenso en el que se podría fotografiar cada rincón, pues hay colgadas por las paredes guitarras con la cara de Steve Lee y otros instrumentos, discos de oro, un piano a la antigua usanza, una gramola también de las de antes y una notable colección de vino que delataba la afición del grupo por los placeres de la vida. Ya nos explicaba posteriormente en la entrevista el batería Hena que Lugano era tierra de “buen beber, buen comer y buen follar”.
De lo último no podemos dar fe, pero de lo otro desde luego que sí, con ese espectacular picoteo que incluía generosas porciones de “prosciutto” o jamón italiano que nada tenía que envidiar a un ibérico en condiciones. La bebida tampoco estaba nada mal, el vino del terruño no era ningún Crianza, pero enganchaba ese sabor dulzón que se te subía a la cabeza sin apenas enterarte. Y fueron reseñables asimismo los mojitos preparados con mimo o esos cubatas con whisky de primera que todavía rememoramos con satisfacción. Al acabar la fiesta, la peña incluso se llevaba las copas al bus, no decimos más.
Centrándonos en el próximo álbum, previsto para mediados de enero, decir que se llamará ‘Silver’ en alusión a las bodas de plata o los 25 años de trayectoria del grupo y que no supone vuelta de tuerca alguna en el sonido clásico de los suizos, si bien en su conjunto es bastante variado y tenemos desde piezas melosas que encajarían en radiofórmulas hasta los inevitables cortes de rock cañero marca de la casa que a buen seguro funcionarán notablemente en directo. El guitarrista Leo Leoni aludía a los auriculares sin cables destinados a la audición como una forma para poder levantarse hasta la barra y pedir una cerveza y así capturar “el ambiente del álbum”.
Repaso a 'Silver' tema a tema
Con un teclado reminiscente a Deep Purple o Rainbow, nos introduce de inmediato en una peculiar atmósfera que combina modernidad con el sabor retro de los setenta. Esa será quizás la principal seña de identidad del resto del trabajo y que mezclan con notable habilidad en este corte en concreto, muy apropiado para abrir los bolos de su próxima gira. Toda una declaración de intenciones de los pies a la cabeza que rematan con esa frase final de “Don’t let the river dry” (ndr: no dejes que el río se seque). Un subidón tremendo para entrar en materia.
ELECTRIFIED
Aquí prevalece esa vertiente cercana al hard rock americano en la onda de Aerosmith o Tesla a la que los suizos siempre han sacado buen partido. Se le nota al vocalista Nic Maeder cada vez más desenvuelto en su papel y por los increíbles resultados a veces uno se pregunta si en realidad no ha estado toda la vida en esta banda.
STAY WITH ME
En un inicio sublime a lo Whitesnake, Nic vuelve a brillar hasta la estratosfera en una composición que parece hecha a su medida, un soberbio medio tiempo con un estribillo de esos que no te deja día y noche y que es por derecho propio el primer adelanto de ‘Silver’. Podría sonar tranquilamente en radiofórmulas y seguramente hasta se le escape la lagrimilla a alguien bajo de defensas. De las mejores del álbum. Ya podéis ver el videoclip, producido por Oliver Sommer y AVA Studios:
BEAUTIFUL
Un comienzo positivo esconde otra pieza más almibarada todavía que la anterior en la que habrá que agarrar de nuevo el pañuelo. La idea que prevalece es que todos podemos ser guapos a nuestra manera, quizás se hayan pasado de frenada buenrollista, pero si ellos lo dicen…
EVERYTHING INSIDE
Ni tanto ni tan calvo, así se podría resumir este corte con un base hardrockera que recuerda al riff del eterno “Back In Black” de AC/DC antes de añadir miel en el estribillo. Otro ejemplo de equilibrio entre la garra y los momentos moñas, sin llegar a escorarse demasiado hacia ninguna vertiente en particular.
REASON FOR THIS
La aproximación en esta ocasión es hacia el AOR, de hecho, las referencias inmediatas que nos vienen a la cabeza son el ‘Out Of This World’ o el ‘Prisoners In Paradise’ de Europe. Muy conseguido ese tono ampuloso que le han dado al final.
NOT FOOLING ANYONE
Esta delicada pieza acústica de aire folk sirve para reivindicar la integridad y denunciar a los farsantes que tratan de ser otros con el único propósito de agradar al personal. Como dejan claro en una de las estrofas de la canción, ellos “no pueden fingir”.
MISS ME
Recuperan el rock sin aspavientos con un tema no muy desmelenado y un tanto modernete con un estribillo pegadizo en la tradición del ‘Keep The Faith’ de Bon Jovi. Si “Stay With Me” sería el single por antonomasia del disco, el siguiente avance podría ser este sin problemas.
TEQUILA SYMPHONY
Sigue la progresión ascendente con un temazo que en directo tiene que ser la bomba y que se erige en una de las piezas más rockeras de ‘Silver’. Su inicio guarda cierta semejanza con aquel “Hush” que versionaran hace ya más de dos décadas, aparte de un estribillo pegadizo como pocos y un solo de guitarra de ínfulas neoclásicas. Otra de las mejores.
WHY
Para calarse sombrero de cowboy se antoja esta aproximación al country fronterizo, con un rollo similar al “Wanted Dead Or Alive” de Bon Jovi, aunque añaden cierto poso eléctrico hacia la mitad. Encajaría en esa parte acústica que suelen hacer en sus conciertos.
ONLY LOVE IS REAL
Un tono épico, con fragmentos de música clásica y sinfonismos varios nos recibe para acompañarnos a una suerte de pomposo desfile enfatizado por el ritmo de marcha militar de la batería. El dramatismo sube en intensidad al final con la incorporación del coro de niños del Colegio Americano de Montagnola, que recibieron la visita de Leo y Nic con considerable alboroto.
MY OH MY
Un riff hardrockero hasta las cachas convierte a esta canción en otra opción muy recomendable para el repertorio de la inminente gira. La mente viaja de inmediato hasta el otro lado del Atlántico o hasta la época en la que Steve Lee todavía estaba en sus filas. Agradará a los fans de siempre.
BLAME ON ME
Y para despedir el disco nada mejor que pisar el acelerador con una pieza frenética de la vieja escuela, con un dinamismo semejante al de “Daddy, Brother, Lover, Little Boy” de Mr Big y una harmónica en la que se hace casi inevitable no pensar en Aerosmith. Un gancho directo a la boca del estómago, recomendable para salir de fiesta o para momentos de subidón incontrolable.
Más información acerca de ‘Silver’ en la entrevista a Gotthard en el próximo número de La Heavy.
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