Resultaba obvio que tras retirarse de la música en directo en 2011 con solo 59 años, K.K. Downing tenía su mirada puesta en otros proyectos. Concretamente en uno: convertir su finca familiar en Astbury Hall (Cerca de South Shropshire, Inglaterra) en una especie de resort que girara en torno a su campo de golf: cuarenta residencias, un hotel, un spa, otra pista de golf...
Sin embargo, tal y como relata el diario The Times, su negocio (o proyecto, cuanto menos) ha entrado en bancarrota y el patrimonio de K.K. Downing ha sido puesto a la venta por la entidad competente a un precio de 10 millones de libras. Este proceso se lleva a cabo dado lo insostenible que era su actual estructura financiera.
¿Se reunirá con la banda para recuperar su dinero aprovechar la nueva etapa de su vida que se le presenta? ¡El tiempo dirá!
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