Crónica de Metallica: Autodestrucción brutal

28 octubre, 2016 3:50 pm Publicado por Redacción – 4 Comentarios

Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot (San Juan, Puerto Rico)

Ni los altos precios de su taquilla impidieron que miles de asistentes vinieran a mitad de semana a presenciar la banda que tiene como portaestandarte en su nombre la palabra metal. Estamos hablando de icono del metal que encabeza el “Big 4”: nada más y nada menos que Metallica.

A eso de las 16:00, las almas se estaban arrimando a los predios del recinto más importante de la capital de Puerto Rico, el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. El recinto está enclavado en la zona más pudiente de San Juan, cerca de la zona bancaria denominada La Milla de Oro. Fanáticos de varias partes de Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe llegaron hasta este lujoso recinto desde temprano. Así lo constataron Philip, Louis y Michelle, que vinieron desde Pensilvania a este primer show de la gira Latinoamericana. “Yo sigo a Metallica donde quiera y cuando puedo!”, nos dijo Willie, un californiano que nos enseñó sus tatuajes con motivos de varias de sus producciones. Todo se hizo más evidente cuando entre el público presenciamos un grupo de 30 a 40 dominicanos, quien enarbolaban la bandera de su país representando al club de fans del país caribeño. También vimos banderas de México y de Honduras en el lugar. Faltó muy poco para el sold-out.

El concierto comenzó con el puñetazo de sonido que nos brindaron los muchachos de Zafakon. Su elección reside en la iniciativa "Hit The Stage", con la que Metallica ha querido dar una oportunidad al talento emergente de cada uno de los países en los que tocará en su gira Latinoamericana (Puerto Rico, Colombia, Guatemala y Costa Rica). ¿Se extenderá esta propuesta a su gira mundial?

La banda telonera comenzó fuerte e hizo que muchos en el público vitorearan sin cesar. Los muchachos nos brindaron 30 minutos de su estilo único que gira entre el thrash, el death y un matiz de prog. Los temas que tocaron fueron “Sirens”, “Arbeit Macht Frei”, “Fall”, “Twisted Brains” y “Summoning the Vortex”, temas de sus producciones ‘War as a Drug’ y ‘Release’. De veras que estos muchachos se han ganado el sitial que tienen luego de haber realizado varias giras exitosas por los Estados Unidos.

Tras una pausa de 30 minutos, comenzó el “Its a Long Way to the Top (If You Wanna Rock ‘n’ Roll)” de AC/DC, corte que siempre precede al comienzo de la presentación de Metallica. Instantes después, las pantallas reflejaron la escena clásica de la película “The Good the Bad and the Ugly” en la que Tuco encuentra el mítico cementerio y camina corriendo por todas las tumbas. Justo al término de la escena aparecen Lars, Trujillo, Hammet y Hetfield, mientras miles de móviles estaban listos para capturar el momento. Hetfield se para detrás del micrófono y comienzan los riffs del clásico “Creeping Death”. Como un tsunami de sonido, una pared de agua que viene fuerte del mar hacia uno, así nos pegó la pared de sonido de los Metallica: fuerte potente y duro en un clásico que estuvo tocado a la perfección.

Unas pantallas impresionantes adornaban la tarima. De ellas, salió una gran campana que comenzó a doblar para así anunciar el tema “For Whom the Bell Tolls”. La euforia se apoderó del público que comenzaba a vitorear fuertemente. Hay que decir que el señor Robert Trujillo ya está fundido completamente con esta banda, tocando a la perfección este tema que, en el pasado, fue interpretado por Cliff Burton. Monumental.

Tras un cambio rápido de guitarras comenzó el tema “Whenever I May Roam” del disco negro, el cual fue interpretado de manera prístina por los muchachos de California. Este tema lo hizo Kirk Hammett, quien se lució con gusto y gana, con una guitarra alegórica a “White Zombie”. Este señor está nuevo; parece que le acaban de quitar los plásticos como cuando uno compra algo. Al terminar, James Hetfield le dijo al público: “Hace tiempo que no venimos y por eso esta noche tocaremos mucho tiempo”. Y así fue, pues Metallica nos deleitó con dieciocho temas.

Si creías que Metallica iba a dar un show solo con lo nuevo te equivocas. Metallica vuelve a sus raíces… ¡y de qué manera! Le siguió el inesperado “Harvester of Sorrow”, uno de mis favoritos. Estos veteranos están acopladísimos. Una sola canción tocaron del disco ‘ReLoad’ y fue “The Memory Remains”, corte que sonó a la perfección y al tiempo. Aquellos que dicen que el Sr. Lars Urlich toca fuera de tiempo tienen que presenciar esta gira. Metallica está sonando mejor que nunca.

Tras un solo espectacular del Sr. Hammett comenzaron los acordes del éxito “The Unforgiven”, con un James Hetfield haciendo las partes acústicas con una guitarra en un estante fijo en la esquina del escenario. En las pantallas se desplegaron imágenes clásicas del vídeo del tema en blanco y negro, el cual ya se ha convertido en parte de la firma de esta banda. ¡Sonido excelente!

Metallica nos trajo al 2016 con el tema de ‘Hardwired… To Self-Destruct’, su nueva producción, “Moth Into Flame”. Una pista que deja visto que los metaleros sigue estando vigente y fiel a un sonido que fue coreado por muchos fans. ¡Me impresionó la cantidad de gente que ya se lo conocía de pe a pa! Además, se armó el mosh pit en dos ruedas en distintas partes de la arena. ¡Wow!

Tocaba montarnos encima del rayo: la silla eléctrica “Ride The Lighting” nos dejó con la boca abierta por la cuidada acústica: “La vez que mejor he escuchado este tema”, nos dijo un fanático. La gente vitoreaba “Hey Hey Hey” en el tema. ¡Uno de los favoritos de la noche!

Todo se fue a negro. Se apagaron las luces y como un puño inesperado así nos pegó de duro “Sad But True”. Siguió un corto solo de bajo de Robert Trujillo entre tanto que lo desafinando haciéndolo sonar más hondo y oscuro.

Con sus habituales proyecciones bélicas, comenzó el tema inspirado por la novela “Johnny cogió su fusil” “One”, con Kirk y James intercambiando guitarras. James Hetfield mantiene la voz intacta, entonando como lo hacía hace 28 años. ¡Todos sacamos nuestros mecheros!

La formación sacó la artillería pesada en forma de lasers para marcar el inicio de “Master of Puppets”. Las luces comenzaron a hacer de las suyas iluminando el recinto como si fueran muchas luciérnagas, al tiempo que nosotros no dejábamos de corear el mítico “¡Master, master! Fue entonces cuando se formó un mosh gigante en centro del recinto. Cuando veáis a la banda en la gira, no dejéis de fijaros al momento en el que Hetfield, Hammet y Trujillo se sitúan detrás de la batería de Lars. Alucinante.

La oscuridad volvió a tomar control del espacio para conducirnos a “Battery”, un tema que sentimos como si la mar brava nos hubiera arrastrado desde lo hondo hasta la orilla sin piedad. Otro solo de Kirk Hammet, más “riffeao” y utilizando su inseparable pedal de “WAH”, condujo hasta un “Fade To Black” que vino acompañado de una confesión de Hetfield: “Pasan los años y sigo amando tocar esta canción”. ¡Brutal y simplemente único!

James Hetfield continuó su discurso: “Ahora viene una de nuestro primer álbum ‘Kill ‘em All’” anticipando una “Seek and Destroy” que derivó en el falso final en el que la banda saluda al público y dice que se va (aunque todos sepamos que en realidad no). La gente vitoreó el “Oe oe oe oe Metalica” hasta que el cuarteto se volvió a subir al escenario.

Metallica se reivindicaron como los reyes del thrash metal con “Hardwire”, una canción corta pero contundente que forma parte de su nuevo disco. Mientras lo tocaban, figuraron en la pantalla imágenes grotescas de sus caras distorsionadas, distintivo del arte de su inminente producción. De nuevo, me sorprendió que muchos del público ya conocieran el tema, lo cantaran y vitorearan.

El inamovible “Whiskey in the Jar”, con su euforia inevitable, fue bajando las revoluciones para introducir una “Nothing Else Matters” en la que miles de móviles emergieron para inmortalizar este temazo indiscutible.

Llegó el momento de protagonismo para James Hetfield, quién emprendió un pequeño solo recogido por las cámaras del recinto. En un plano corto de su mano se reveló que el guitarrista y cantante portaba una púa con el logotipo de la banda y, justo arriba, la bandera de Puerto Rico: un gran detalle.

“Enter Sandman” abordaba sus primeras notas cuando empezaron a caer de distintas partes del recinto bolas negras con el logo de Metallica por encima de los fanáticos que estaban en la arena y el nivel principal. Algunos de ellos las devolvían a las gradas, mientras que otras las agarraban para llevarse a casa un recuerdo de la noche. Al terminar la interpretación del tema, un fan le brindó a James una bandera de Puerto Rico, la cual fue colocada en la batería de Lars Ulrich. Inmediatamente después, todos juntos saludaron al respetable, con una lluvia de púas y baquetas sobre el público. Es de admirar el grado de dedicación que tiene esta banda que acaba de cumplir 35 años de trayectoria.

Definitivamente, los de San Francisco están “más amolá' que un machete nuevo”. De las veces que he presenciado a Metallica, sin duda esta ha sido la mejor. Kirk Hammet esta nuevo y tocando como nunca. Lars, completamente al tiempo. James, cantando muy centrado y al punto. Robert Trujillo, fundido con el metal de los Metallica.

Una gira que no te puedes perder. ¡Píllala en tu ciudad!

Texto: Lechón Atómico
Fotos: Galdy Tommy Rivera

Setlist: Creeping Death / For Whom The Bell Tolls / Wherever I May Roam / Harvester of Sorrow / The Memory Remains / The Unforgiven / Moth Into Flame / Ride The Lightning / Sad But True / One / Master of Puppets / Battery / Fade To Black / Seek And Destroy / Hardwired / Whiskey In The Jar / Nothing Else Matters /Enter Sandman