Crítica de Simple Plan: Taking One For The Team

2 marzo, 2016 3:20 pm Publicado por Redacción – 1 Comentario

Warner Music
9/10

La banda canadiense se vuelve a superar consiguiendo algo que no suele ser fácil: volver a sus raíces con la misma energía, sentimiento y potencia.

Este disco, su quinto de estudio, contiene catorce pistas que superan los tres minutos de duración. Si algo puede definir este nuevo trabajo son los ritmos rápidos, enérgicos, buenrolleros, potentes, positivos y acelerados; sin olvidar (como no puede faltar en los de Montreal) el toque de silencio en el que Pierre canta sólo para luego subir al máximo la intensidad otra vez, como es marca de la casa.

No sólo nos recuerdan a sus inicios, hace diecisiete años, si no que los temas y actitudes plasmadas en los temas son familiares para los que siguen a Pierre y sus chicos desde 2002. Amores imposibles, seguir sus propios pasos y el no importar lo que diga el resto son unos temas que les serán comunes a sus fans. A pesar de sus raices, parece que están cogiendo por costumbre las colaboraciones en sus discos. Raperos y rockeros de diferentes bandas no han dudado en participar con los canadienses en su nuevo trabajo.

'Taking One For The Team' no es del todo nuevo para sus seguidores, pues dejaron ir viendo resquicios de su trabajo mientras ultimaban los detalles de su lanzamiento. Es el caso de "Opinion Overload" (último adelanto), "Boom", "I Don't Wanna Be Sad" o "I Don't Wanna Go To Bed", esta última quizá la más alejada a su estilo original y comienzos, pero con un estribillo pegadizo y divertido. Cuenta, por primera vez, con la colaboración del rapero norteamericano Nelly.

Por lo general, la potencia, caña y velocidad priman en el trabajo. Si hay que destacar alguna canción, no podemos dejarnos "Opinion Overload", la primera de todas y la que define la tónica del disco y de la banda en general. Sonidos fuertes, repetitivos y solos de guitarra acompañados con el ritmo pegadizo de la voz de Bouvier que te hace quedarte a escuchar todas las demás. Muy decidida, con garra y decisión tanto en temática como en sonido."Kiss Me Like Nobody's Watching" es la tercera, divertida y amena. Ritmos algo más suaves sin bajar la velocidad, con acordes, de nuevo, pegadizos. Otra animada y de efecto similar es "Everything Sucks", la sexta en el tracklist.

"Farewell" es la más pegadiza en cuanto a ritmo con altibajos muy potentes. Enérgica y constante en intensidad, consigue transmitir al oyente. Además, presenta ritmos pegadizos de voz e instrumentos que saben coordinarse perfectamente para hacer que se grabe en tu cabeza y la escuches una y otra vez sin necesidad de darle al play. Para ello cuentan con la ayuda y experiencia de Jordan Pudnik (frontman de la banda de Florida, New Found Glory). Una de las mejores.

"I Refuse" es la séptima... y qué séptima. Es necesario destacarla por su aguante de potencia, velocidad y fuerza desde el principio hasta el final, así como por su actitud y sonido combativo, del mismo estilo que "Nostalgic" (número nueve), pero sin superarla en velocidad. La número doce es "PS I Hate You". En cuanto a acordes y montaje musical, podemos definirla como el clásico de la banda. Ritmos pegadizos potentes, acordes cañeros y voz profunda para trasmitir ese odio que cantan. El título de la canción define su carácter y espíritu independiente y luchador. Simplemente Simple Plan y simplemente genial.

"Perfectly Perfect", una de las lentas junto con "Problem Child", otorga el respiro en el disco. En la décima pista, toques acústicos te van desplazando a través de la canción acabando por convencerte. ¿Y la menos buena? "I Dream About You" se presenta como la más chirriante del disco al no ser su estilo característico. Toques electrónicos, mezclados con toques de hip hop y violines, junto con la voz de Juliet Simms (de Automatic Loveletter) componen el mayor alejamiento de su estilo original. Sin embargo, esto puede ser bueno, como les pasó con alguna canción de discos anteriores. Prueba de ello es que en este trabajo Simple Plan sigue con su pista "playera" que ten buen resultado les dio su anterior "Summer Paradise". Una ambientación que repite en "Singing In The Rain", en el puesto cinco. Sin duda nos traen recuerdos muy parecidos, tanto sentimentales como musicales, tales como silbidos, música "acusticada" con ritmos ligeros y pegadizos, coros y colaboración, esta vez de R. City (Rick City, dúo americano de Hip Hop).

La portada de este trabajo, también fiel a su estilo, presenta a Pierre Bouvier (voz y acústica), Chuck Comeau (percusión), Jeff Stinco (guitarra principal), Sébastien Lefebvre (coros y guitarra) y David Desrosiers (bajo y coros), celebrando el éxito de la celebración de su equipo. En ella hacen el chorra con mucho colorido, curiosamente con los mismos gestos que en la portada de su primer álbum de estudio 'No Pads, No Helmet... Just Balls' en 2002. Una muestra más de que la vuelta a sus orígenes no es solo sonido, sino actitud.

Como pega... ¿Dónde está "Saturday"? La canción que dio a conocer el final de su letargo musical y que tantas expectativas dio a este trabajo no aparece. Es toda una pena, pero hay que reconocer el mérito en el tema de ser una llamada acertada y claramente premonitoria de lo que se avecinaba.

Simple Plan ha decidido volver a sus orígenes, tarea difícil cuando no han desdibujado demasiado su estilo. A pesar de ello, lo han conseguido y lo han hecho con uno de sus mejores trabajos de estudio hasta la fecha. Simple Plan es actitud, carácter, energía y positividad. Si algo han demostrado es que la juventud de espíritu es posible y es que, aunque no queramos que pase el tiempo, estos "niñatos" que empezaron tocando rock siendo adolescentes ya superan la treintena, pero saben hacer que el tiempo no pase en ellos. Lo hacen de la mejor forma posible, con el don de la eterna juventud musical. Un disco del que se esperaba mucho y ha superado las expectativas haciendo un muy buen trabajo.

Yoli J.W.