Crónica de Nightfear + Dark Hill: ¡La puta actitud!

Sala Lemon, Madrid.

Dark Hill

Varias fueron las veces que, sorprendido y emocionado, el vocalista de Nightfear, Lorenzo Mutiozabal, nos dijo eso a los presentes: "¡esta es la puta actitud!". Y es que el público estaba rendido y entregado a Nightfear desde que saltaron a las tablas de la Lemon. Un público que gritaba, coreaba su nombre y animaba cada vez que finalizaban un tema. Por su parte, a cada corte Nightfear nos dejaba más sorprendidos, porque el conciertazo que se marcaron es de los que hacen historia. El público los llevó en volandas pero, de no haber sido así, casi les hubiera dado igual; jamás he visto un grupo mas motivado antes de un concierto. Me une mucha amistad con su batería, Oskar Bravo, y apenas pudimos mantener una pequeña charla antes del bolo. Me dijo: "Disculpa tío, tengo que calentar". Y allá que iba a mentalizarse y calentar este animal de las baquetas. Lo mismo me pasó con Manuel Moreno, el bajista, a quien tan solo estreché la mano porque subía a camerinos a prepararse para la que iban a montar. Pues me toca decíroslo a vosotros queridos Nightfear, así se hacen las cosas. ¡Esa es la puta actitud!

Pero vayamos al principio. Noche de viernes en Madrid, (era el Black Friday ese y entre el rockerío se contaba el chiste de hoy Black Friday, mañana Black Sabbath) y un buen bolo en el horizonte;  la presentación de un segundo disco de Nightfear que, tras verles en acción y pillarlo en el concierto, no me queda otra que lamentar profundamente haber enviado ya mi lista de los 10 mejores a la revista que ampara esta web, nuestra querida La Heavy. Pero antes, también había una sorpresa muy agradable, ya que abrían la noche Dark Hill.  Esta es otra banda madrileña a la que, por lo que los mismos chicos me contaron, Nightfear están apoyando mucho.

La banda salió a comerse el escenario, ya que tenían que ganarnos en poco tiempo. Los chicos sacan en febrero lo que será su primer trabajo: un EP de 5 temas que, si mal no recuerdo, se llamará 'Leviathan'. Destaca la solvencia de su vocalista, Pablo Merchante, tanto en presencia escénica como en voz; supo llevar muy bien las riendas del concierto y animarnos a los presentes, entre los que estaban sus fieles pero también, como era mi caso, gente que los veía por primera vez sin haber oído tan solo un tema suyo. Ganarse a esa gente es difícil, pero lo consiguieron. El resto de la banda son Pablo Osés y Saúl Horcajo a la guitarra, Ramiro López a la batería y Jaime Martínez al bajo. La labor de todos ellos hizo que acabáramos pidiendo otra y, queriendo disfrutar un poquito más con ellos, nos regalaron un “Primo Victoria” de Sabaton que puso la sala a botar y cantar, dejando un magnífico sabor de boca. Estaremos pendientes de su debut en febrero y de sus noticias, pero ya tenemos nueva banda a seguir.

Setlist: Brotherhood / Victorious we rise / Clash of Steels / Leviathan / Grave of a Hero. Bis: Primo Victoria.

Era el turno de Nightfear quienes, motivadísimos, subieron a las tablas. Entre tanto, la gente se apretaba a las primeras filas, los fotógrafos buscaban su hueco (auténticos profesionales que se pasan el bolo agachados, de rodillas, haciendo su trabajo sin molestar a la audiencia; un 10 para ellos) y subía la temperatura. Israel Retana, guitarra, no se aguantó; hacía gestos para que gritásemos más y aquello se convirtió una olla a presión antes de empezar… ¡y estalló! “Path of Victory” explotó en nuestras caras como un puñetazo de Chuck Norris al que antes hubieras llamado mariquita. Demoledor. Desde el minuto uno la banda ha enganchado a la audiencia que sonríe feliz. Esto es heavy metal. Y madre mía, qué heavy metal. ¿Judas? ¿Running Wild? ¿Overkill? ¿Todo en uno? ¿Eso y más? Pues sí, sin exagerar. Eso y más.

Nightfear

Nightfear es una puta bandaza de heavy metal en la que cada uno de sus miembros es una perla imprescindible. A Manuel le falta escenario,  ya que no para. Israel lleva la sonrisa tatuada porque sabe que la están liando. Le da igual si tiene que tocar por encima del mástil o pasear sus dedos a la velocidad de la luz por el palo, ya que lo clava mientras no deja de sonreír. Víctor, con camiseta de Avulsed (eso me ganó; no se si sabéis que yo de Avulsed soy a muerte y, por cierto, los chicos al año que viene celebran su 25 aniversario. ¡Enhorabuena!) es el complemento perfecto de Isra y nos sueltan unos paralelos sublimes. Por último, lo de Lorenzo ya es de flipar, porque lo mismo te mete unos agudos directos al cerebelo, que se arranca por unos tonos rasgados dignos de Bobby Ellsworth.

He dejado para el final a mi querido y admirado Oskar Bravo. Le conozco hace mucho y creo que, salvo el tiempo que le roba su Harley, todo lo que le queda del día se lo dedica a su batería. No puede ser de otro modo, porque está rozando la perfección. En el tempo es un puto reloj pero es que, además, afronta con solvencia los ritmos más endiablados y complicados que puedas imaginar, todo eso mientras no deja de hacer molinillos, voltear las baquetas y montar un espectáculo increíble. Bien lo sabe Lorenzo que, sabiamente, se pasó todo el concierto dejando que se le viera, cuando procedía, para después liderar la escena como buen frontman que es.

Los siguientes 5 temas que soltaron fueron los primeros cinco temas de su segundo trabajo 'Drums of War'. Lorenzo nos advirtió que iban a tocar el disco entero y por orden. A este gran tracklist, intercalarían algún tema de su primer trabajo, junto a una perla final. “Si lo sabíais...” nos contaba entre sonrisas el vocalista tras "Painkiller"; "Sabíais que caería". ¡Y madre mía! Fue el colofón (aunque luego tocaron un tema más, "Pride", de su primer disco) de una noche perfecta. Hubo un pequeño amague de problemas en la microfonía, pero se solventó a tiempo.

Volando; se nos pasó volando el bolo en el que desgranaron todo su segundo trabajo 'Drums of War' y por orden. Eso es fe en un disco ¿eh? Nightfear dejó muy claro que Madrid vuelve a tener bandaza de auténtico heavy metal pidiendo paso. Dejad de lamentaros: el metal ha vuelto y con unas bandazas que te caes de culo. Venía de hacer mi programa de radio en esta casa, Rockcinante, y entrevistar a los sevillanos Wildchain; a la memoria me vienen los Snakeyes o los sevillano-onubenses Gaelbah; no me olvido de Leather Heart que nos han sorprendido gratamente con su debut… El metal ha vuelto, hermanas y hermanos; y lo hace con una calidad de impresión.

No quiero cerrar estas líneas sin agradecer a Krea la gran profesionalidad con la que trató a los medios. Facilitó la tarea en todo momento, se llevó a la banda a hacerse fotos nada mas acabar y nos preguntaron varias veces si todo estaba bien. Así da gusto ir a cubrir un bolo, gracias.

Tocaba volver a casa y no había duda que, hasta Segovia, en mi coche solo iba a sonar un CD, 'Drums of War'. Suenan tambores de guerra. El metal llama de nuevo a sus fieles y, con bandas como Nightfear y conciertazos como el que se marcaron, es cuestión de poco tiempo que los tambores de guerra del metal vuelven a atronar la escena. Tenemos las mejores bandas en muchos años, de vosotras y vosotros depende. Yo ya tengo la cara pintada y me encuentro listo, de nuevo, para una nueva batalla. El metal es eterno.

Setlist: Path of Victory / The Prophecy / Sans of Fire / The Duel / Breakout / Storm Watcher / Farewell / Miracle / The Wrath of the Gods / Black Rose / Inmortal / Drums of War / Rebellion+coda / Painkiller / Pride

Oscar Lujuria
¡Por el puto rock and roll!
Fotos: Juan Luis Martín Serrano.

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