DESASTRE: SOLTANDO LASTRE

1 marzo, 2012 1:55 pm Publicado por  1 Comentario

El Garaje

8/10

Permitidme que eche la vista atrás y comparta algunos recuerdos con vosotros. Hace diez años mis tardes de verano consistían en reunirme con los colegas en “El Abrevadero”, la pequeña tasca situada a pocos metros de mi casa donde charlábamos durante horas mientras la música sonaba de fondo. Cuando pienso en aquellos días me vienen a la cabeza un puñado de buenas canciones, todas de Rock Urbano que eran las que le gustaban a Antonio, el dueño de la taberna, un tío que sonreía de oreja a oreja cuando alguien le preguntaba qué era lo que estábamos escuchando y él respondía, orgulloso: “los Desastre, tío, ¡son del barrio!”.

Esa banda surgida de las mismas calles en las que me crié acaba de publicar su sexto disco, “Soltando lastre”, un trabajo que deja bien claro que algunas cosas no cambian con el paso del tiempo, incluso mejoran. Ahí está el estupendo tema que le da título, “Soltando lastre” (elegido acertadamente como primer single), para confirmar lo que os digo. El resto de cortes encerrados en él (diez en total) no tienen desperdicio y poseen el sello inconfundible de los de Usera, especialistas en combinar melodías y estribillos pegadizos con letras que invitan a despertar nuestras conciencias, una mezcla que funciona estupendamente en “Tambores de guerra” y “Un abrazo al dormir”. La cara más vacilona del grupo aparece en “Rock de carretera”, dedicada a todas las personas que logran que los conciertos salgan adelante, y en “La reina del salón”, compuesta por el Matando Gratix y Turboexit Trapa quien, además, se anima a cantar. El aire latino de esta última sorprende casi tanto como los delicados arreglos de la emotiva “Carta a Clara”, en la cual los madrileños dan voz a las palabras escritas por una Madre de la Plaza de Mayo mientras que en “Miradas empañadas”, “Mundo atragantado” y la rabiosa “De pena” adoptan otro papel, el de narradores de historias por desgracia demasiado cotidianas. Me dejo para el final la magnífica “Haciendo promesas”, dulce y a la vez cañera, con un solo de guitarra sorprendente.

“El Abrevadero” ya no existe, sus puertas se cerraron y mis amigos y yo no hemos vuelto a saber nada de Antonio. Estoy seguro, eso sí, de que aún menciona con orgullo a los Desastre. El paso del tiempo no cambia ciertas cosas: las importantes, las que forman parte de nuestra vida.

Félix el Duende

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • antonio dice:

    Hola colegas soy antonio, después de los años me alegra mucho que os acordéis de los ratos guapos del abrevadero, como siempre una sonrisa "pa" la gente

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