CRÓNICAS LONDINENSES: DONINGTON, MAMÁ Y MARISKAL
23 marzo, 2010 8:44 pm 2 ComentariosDos horas de tren desde la célebre estación londinense de St. Pancras y llego a Derby, la parada que me ha de conducir al Donington Park, sede del Download Festival en Inglaterra.
Cuando tenía 13 años, viví en Acapulco con mis padres y mi hermana. No había mucho que hacer en el puerto, en ese entonces, para un adolescente. Una de mis diversiones favoritas consistía en acompañar a mi madre al súper, específicamente a la Comercial Mexicana ubicada a un costado de la Glorieta de la Diana Cazadora, a la entrada a la carretera por la que se llega a Punta Diamante. Era la única tienda en todo Acapulco donde se podían encontrar las ediciones españolas de las revistas Metal Hammer, Kerrang, RIP! y Heavy Rock, esta última dirigida por el sensacional Mariskal Romero, mi Tom Wolfe personal del periodismo rockero.
A mis 13, pasaba tardes enteras embebido en la lectura de las revistas mientras mi madre escogía papas y papayas, leía las entrevistas con los grupos que después reventaban las bocinas de mi estéreo y alucinaba con las crónicas de sus conciertos. También conocía nuevas bandas e investigaba acerca de ellas en días en lo que no existía Internet. Así estaba al tanto de las idas y venidas de Metallica, Pantera, Iron Maiden, Megadeth, Nirvana y Judas Priest, por mencionar algunas. Fue durante ese tiempo y en alguna de esas idas al súper cuando decidí lo que quería hacer con mi vida.
Mi mamá siempre me compraba una revista. Entonces al llegar a casa, dejaba que mis ojos se perdieran en las imágenes. Ocasionalmente recortaba alguna de las imágenes para decorar mis cuadernos de la secundaria. Mis pupilas seguían los contornos de la guitarra de Janick Gers o los trazos de los tatuajes de Anselmo mientras mis oídos se tragaban algún disco como Fear of the dark o Cowboys from Hell. Mamá jamás me pidió que le bajara al volumen.
En lo particular, llamaban mi atención los reportajes del festival de Donington; la sola idea de admirar en un mismo escenario, durante tres días, a tantas bandas de metal en días en los que México apenas albergaba un concierto cada dos meses, me obligaba a echar a volar mi imaginación hasta Inglaterra. En las fotografías observaba muchachos con las caras descompuestas en gestos de furia, mohicas punketas teñidas de rosa, mujeres con los senos al aire barnizados en sudor, tipos cubiertos de lodo y tiendas de campaña con estandartes de AC/DC. Si Dios había instaurado su reino en la tierra tenía que ser en Donington.
Todavía conservo en mi habitación un poster, obsequiado en las páginas centrales de Heavy Rock, con el cartel de una edición noventera de Monsters of Rock en la que estuvieron presentes Slayer y Aerosmith.
Mi mamá ha muerto. Yo he cumplido 30 años, los que tenía Mariskal Romero cuando me hacía alucinar con sus crónicas.
Después de dos horas de tren, se anuncia que hemos llegado a Derby. Soy enviado de una revista. La multitud de muchachos en el tren se alborota. Cogen sus maletas y tiendas de campaña y les arden los pies por salir al aire libre, por destruirse los tímpanos con ese canto de demonios angelicales que es el heavy metal. Las imágenes de aquellas revistas que se llenan de moho en mis cajones han cobrado vida.
Estoy en Donington.
Un texto de ARTHUR ALAN GORE
http://la-tormenta-negra.blogspot.com
2 comentarios
bien artur soy español y de un pueblezito al lado de valencia con 15 años vi mi primer concierto a nivel internacional eran los ochenta en madrid me aboque yo solo compre una entrada en una tienda de disco era la hostia los maiden y wasp antes ya habia visto alos legendarios barones y obus,alos 20 ya habia vistolo mejor del heavy menos el donington y digo pues a london en el 91 cuando ac/dc metallica aerosmit y black crounen un viaje organizado que salia de barcelona 32.000 pst en euros 200 6 dias en amsterdan y 2 en londres un dia de concierto y otro de vuelta a sio lo mejor que me hapasado en mimi vida sobre el heavy te podia estar contando como todo el mundo su vida pero el donington en la epoca de los 80 era lomas
se despide un amigo que yeva el heavy como muchos otros en la sangre un saludo
Querido amigo,parece que sin conocerme hayas descrito mi adolescencia a la perfeccion,solamente que yo no pude ir al donington,pero desgraciadamente mi madre tambien ha muerto y yo tengo 36 años.Te mando un cordial abrazo hayá donde estes.