Crónicas
Excálibur XXXV aniversario: "Bendita generación"
«Éramos varias generaciones en comunión, éramos todas y todos hijos del rock, durante un tiempo es posible que fuésemos esa maldita generación»
26 enero 2019
Teatro Castelar, Elda
Texto: Oscar Lujuria. Fotos Excálibur y José Lándevir
En 1988, la mítica banda de Elda, Excálibur, publicaba su primer LP ‘Generación maldita’. Cumplían su sueño, publicar un larga duración. No era su primera publicación, pues tras haber publicado su primera maqueta, fueron incluidos en dos recopilatorios, uno del 85 y otro en el mismo año que salía su disco, el 88. El disco no salió como la banda pensaba, según cuentan, se apalabraron 500 copias, pero tan solo tienen constancia de que salieran 100. A día de hoy es un disco buscadísimo por el que se ha llegado a pagar 1500 euros y los ha convertido en la banda de heavy española por la que más se ha pagado por un disco suyo.
Esto ahora les ha permitido tener ese estatus de míticos, pero entonces no les ayudó nada. El desánimo, mezclado con la marcha a Madrid de su cantante, hace que la espada vuelva a enfundarse en la piedra a la espera volver a salir de ella empuñada por los chicos que llevan su nombre dispuestos a seguir adelante. Y eso hicieron. Aguantaron hasta el 95 pero decidieron volver a parar. Es en 2013 cuando vuelven una vez más con energías renovadas y es esa resistencia durante estos 35 años lo que me inspiró el título de estas líneas "Bendita generación" porque no hay duda de que los que formamos parte de la generación ochentera nos casamos para siempre con el metal. Y no solo los grupos, el público que nunca olvida aquellos años, el público que nunca olvidó a Excálibur en su Elda natal y en el estado, el público que llenó hasta reventar el teatro Castelar haciendo que el XXXV aniversario de los chicos fuese toda una fiesta. De hecho, mientras volvía a Segovia al día siguiente, pensaba que ese público se merecía una adaptación de la letra del mítico tema “Generación maldita” llamándolo "Bendita generación" y aquí va:
Cuando llega la noche en la ciudad
los rockeros de raza aparecen
orgullosos entre las sombras
mostrando sus chupas de cuero
Generación, esa bendita
Generación
No, no voy a adaptar toda la letra, es solo eso para homenajear a una localidad, Elda, que se volcó con su grupo y a una generación, la ochentera, que jamás va a abandonar al metal. Tampoco es bueno mirar siempre atrás teniendo un presente tan prometedor. Y en el presente y en el futuro están pensando Excálibur y con una ilusión a prueba de bombas. Fuimos varios los invitados a colaborar con ellos, ahora os cuento, entre ellos José Andrëa que, cuando salió a cantar comentó esto: “Desde que he llegado a Elda he visto en estos chicos un brillo en los ojos único, que desprende ilusión, eso después de XXXV años. Mis respetos”. Y tenía toda la razón. Y lo mejor de la noche es que esa ilusión nos la contagiaron a todas y a todos los que estábamos en el teatro, invitados, público, personal del teatro... todo el mundo vivimos con mucha ilusión la noche.
Meses antes había comenzado a pergeñarse todo. Conseguir el teatro Castelar de su localidad, contactar con los invitados, y liarse la manta a la cabeza para que su XXXV aniversario fuera por todo lo alto. Ya el viernes, un día antes, estábamos nerviosos y ansiosos, todo estaba listo para el gran día. Junto a Excálibur estaríamos Silvia "Panther" de Theron, José de Lándevir, el ya mencionado José Andrëa y menda lerenda. José Andrëa en tren, yo en coche, viajamos hacia Elda donde ya está la banda con Silvia y José Lándevir. Por la mañana han estado probando sonido y hablo con Vicent, el teclista, a la hora de comer. Ya tenemos el sonido probado, volveremos a las 4 y, a partir de las 5 con vosotros. Si quieres ve primero por el hotel y luego ya te vienes (estamos al lado) y que vayan probando Silvia y José Lándevir. Llegamos al hotel, por cierto un trato exquisito, con el cartel del bolo en su recepción y deseando que nos llevemos una buena impresión, hotel Carrizo se llama por si vais por ahí y queréis un hotel que sepa lo que es el rock.
Al llegar me encuentro con el Rotten, que es el responsable de Fighter Records, la compañía que edita a los chicos y que ha sacado una reedición en vinilo del original y que está volando, aviso. Tomamos posesión de la habitación y rápidamente, al teatro que hay ganas. José Andrëa está probando su tema, sus agudos se oían desde fuera del teatro, lo reconocí enseguida. José está como nunca, otro al que le vuelven a brillar los ojos. En breve saca disco con sus Uróboros y es un pelotazo, ya lo veréis. Tras José pruebo yo mi tema, Vicent bromea sobre que soy alumno aventajado porque ya colaboré con ellos en su concierto en el desaparecido Hebe cuando vinieron a Madrid y es el mismo tema, aun así les pido tocarlo una vez más, queremos todo perfecto.
Con todo listo nos vamos a camerinos a esperar que abran puertas, que será a las 7 y media y no queda mucho, pero sí hay tiempo suficiente para conocernos mejor, saludarnos los invitados, que no conocía ni a Silvia ni a José Lándevir (personalmente me refiero) y, como no puede ser de otra forma, surge la amistad enseguida, que somos Hermanos del rock. Apenas una cerveza porque pasamos más tiempo charlando que bebiendo y apenas tocamos la comida (otra cosa sería después del concierto) y ya se abren puertas.
Con nosotros están las compañeras de los chicos, tan implicadas y tan nerviosas como todos nosotros, que nos dan la noticia, ¡se ha llenado!
Puntuales y motivadísimos salen Excálibur ante la ciudad que los vio nacer a celebrar que llevan XXXV años haciendo rock and roll. Paco les amenaza: “No penséis que vais a estar toda la noche sentados, ¿eh?” Y la canción que se llama como ellos, "Excalibur", rompe el silencio.
Ahora hablan las guitarras, el bajo, la batería y los teclados, ahora las palabras son canciones. Las dos siguientes parecen expresar sus deseos, "Noche tras noche" que es algo que toda banda quiere vivir y "Detener el tiempo" cosa que no solo consiguen, hacen que incluso volvamos atrás e imaginemos a esos chicos que aun no tenían los 18 y ya publicaron una maqueta en el 85 gracias a que sus padres los llevaron a los estudios Pertegas en Xirivella (Valencia) en sus Fords Fiestas (así me lo contaron).
Los invitados estábamos juntos en el teatro disfrutando el bolo en absoluta hermandad. Los Excálibur habían conseguido algo precioso. La hermandad sobrevolaba el teatro. Un teatro que no solo albergaba gente de Elda, había también público de diversas poblaciones de Alicante, de Valencia o de Murcia. 5 o 6 temas habíamos visto cuando empieza a acercarse nuestra hora, la de los invitados. Rompe fuego (nunca mejor dicho porque así se llama el tema que le toca, "Fuego”) José de Lándevir. Es su nuevo cantante. Y lo borda. Es un gran tipo que nos pone al día de las particularidades de Elda, estaban celebrando una media fiesta, así se llama, sí, igual allí eso es muy común pero a mí me llamó la atención, aquí o es fiesta o no lo es. Además, es un vocalista tremendo, buen fichaje por parte de Lándevir. Tras él, Silvia, que es un terremoto y tras ella, mi turno. Silvia había calentado el teatro y yo les di la puntilla. No quiero a nadie sentado, y el teatro entero se puso a bailar con nosotros. Qué grandes. José Andrëa remata el momento con una interpretación soberbia de "Fuera de lugar", donde vuelvo a disfrutar de su vozarrón y de sus agudos. La noche está volando, pero aun les quedan tiros por pegar, tres temas más y su "Generación maldita" con todos los invitados en las tablas pone fin a un concierto histórico para Elda, para Excálibur y para nuestro metal. XXXV años después siguen más vivos que nunca. Y lo que nos queda.
Fuimos después a cenar todos juntos, qué momentazo, y a saborear cada reciente recuerdo. Qué bien saben los recuerdos con cerveza y amigos. Cómo disfrutamos la noche todos juntos, no importaban edades, éramos varias generaciones en comunión, éramos todas y todos hijos del rock, durante un tiempo es posible que fuésemos esa maldita generación, pero la noche del 26 de enero fuimos una sola generación la del rock, bendita generación.
Excálibur
Noche tras noche
Detener el tiempo
Mentiras
Cero
Ramiro
Las Hordas
El ciego
Aléjate
Fuego (José Lándevir)
La trampa (Silvia "panther")
Rock and roll (Óscar Lujuria)
Fuera de Lugar (José Andrëa)
Fiesta motera
Indigente
Europa
Generación
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2 comentarios
Una histórica banda un poco infravalorada en nuestro país y que esa noche en su propia ciudad lo bordó con esos invitados y sobre todo esos temazos heavys ochenteros al que inspiraron a muchas bandas de nuestro país posteriormente.
Tremendos,simplemente.