Crónicas
A Cop de Rock 2018 (20 de julio)
« A Cop de Rock ha demostrado, en esta edición inicial, una profesionalidad, un buen hacer y un nivel de trabajo verdaderamente excelente»
20 julio 2018
Tarraco Arena Plaça, Tarragona
Texto: Mariano Muniesa. Fotos: Hughes Vanhoucke
Antes de comenzar a hacer el relato de esta primera jornada del festival, me parece importante destacar que la organización de A Cop de Rock ha demostrado, en esta edición inicial, una profesionalidad, un buen hacer y un nivel de trabajo verdaderamente excelente, del que muchos promotores, teóricamente con mas experiencia y más años en el mundo de los festivales y conciertos, podrían aprender muchas cosas. El excelente trato con los medios, la atención a los técnicos, a los músicos, y el ambiente colaborativo, amable y amistoso de todo el equipo que ha trabajado en A Cop de Rock hizo que todo se desarrollase en un ambiente magnífico, lejos de la tensión y la desorganización que hemos vivido en otros macroeventos.
Para abrir el día, una magnífica sorpresa. Un grupo de rock catalán fresco, rockero, pero abierto a influencias propias del mestizaje, con un directo muy potente y festivo y letras reivindicativas e inteligentes. Se llaman Mascarats y a pesar de que aún no estaba muy animado el ambiente, temas como “Trencarem l' imaginari”, “Rumb a Itaca” y la emotiva “Els carrers serán sempre nostres”, que dedicaron a toda la gente que sufrió la represión policial en Catalunya el 1 de octubre, pusieron el ambiente a la temperatura ideal. Para cerrar con una canción compuesta expresamente para el festival, llamada obviamente “A Cop de Rock”.
Seguiría haciendo otro concierto potente, duro y a un magnífico nivel El Malo del Cuento, que descargó sobre el escenario un rock urbano muy sentido, que conectó bien con el público merced a la fuerza que le imprime en directo a temas como “Traficante”, “Eternas Promesas”, “Duro Gatillo” o especialmente su versión del en su día censurado tema de Barricada “Bahía de Pasaia” -la historia de los militantes antifascistas asesinados en una emboscada por la Guardia Civil en los años 80 en Euskalherria- o el tema que da título a su último disco, “Conexión al mundo”.
Enrique Espera trajo a A Cop De Rock un estilo de mestizaje que recordaba. por momentos. tanto a Extremoduro como a Estopa, con temas fundamentalmente festivos, muy de concierto de verano, entre los que podrían destacarse los que mejor conectaron con el público, “Ya no creo en nada”, “Una mierda de poeta” o “Que me dejen en paz”. Empezó fuerte, bajó un poco el pie del acelerador en la segunda parte de la actuación pero terminó de nuevo arriba, con un muy aplaudido “Anda Que No”.
Diversión, cachondeo a tope y caña a más no poder fue lo que ofreció Extracto de Lúpulo a su paso por A Cop de Rock. Costaba mover al público dentro de la plaza, en gran parte, por el sofocante calor que hacía a esas horas, y hay que echarle muchas ganas para sacar a la gente de la cercanía de las barras y acercarla al escenario. Ellos lo hicieron con una actuación muy intensa y llena de buen humor, en la que lo mismo versionaban la Internacional que el “Mi gran noche” de Raphael.
No es que hicieran una mala actuación, pero en esta primera jornada del festival Iratxo fue quien pasó con más pena que gloria por el festival. Quizá demasiado nerviosos por determinados problemas de sonido, a su actuación le faltó ritmo y tuvo, a mi juicio, demasiados dientes de sierra.
A última hora se anunció la inclusión en el cartel de Söber, en sustitución de Inconscientes, que tuvieron que cancelar su actuación debido a un problema de fuerza mayor. La banda, haciendo gala de su profesionalidad accedió rápidamente a entrar en el cartel con una producción obviamente muy distinta de la que llevan en esta gira y, de hecho, el propio Jorge Escobedo me lo comentó en el backstage, recordando como dos semanas antes estaban en el Rock Fest con KISS y una orquesta sinfónica y hoy, aquí en Tarragona, casi en básico, con un nutrido grupo de bandas emergentes. Volvió a ser en ese aspecto, llamémoslo así, un concierto “standard” de Söber, que en cualquier caso se dejaron la piel en el escenario, lo dieron todo y lograron que la actuación tuviera momentos de clímax inmensos como en “Lejos”, “Diez Años” o “Arrepentido”. Y de nuevo, impresionante Manu Reyes en la batería. Una auténtica fiera. Se entiende a la perfección por qué los lectores de La Heavy le votan como el mejor batería del rock español en las votaciones de los mejores del año.
Algo que ha sucedido con muchas de las bandas que componen el cartel de esta primera edición del festival es que se han unido a él grupos que llevaban algún tiempo fuera de la circulación, al menos discográficamente hablando y este fue el caso de Malsujeto. Rock estatal hecho con convicción y sinceridad y un concierto en el que, aún cuajando una actuación muy buena, se les notó imprecisos y algo nerviosos en algunos momentos, debido a los problemas de sonido de las guitarras. De todas maneras, el grupo se sobrepuso a los problemas con la profesionalidad que caracteriza a gente ya curtida en este negocio y se retiraron del escenario habiendo dejado muy contenta a toda la gente y con un muy buen sabor de boca.
Si hay un artista reverenciado en la escena del punk rock y del rock estatal en este país ese es sin duda Evaristo Páramos. A medida que se acercaba la hora de que empezase la actuación de Gatillazo, se podía palpar en el ambiente la expectación que había generado la presencia del grupo en el cartel de este festival. Por tanto, la acogida que se le hizo fue espectacular y ya desde ese primer momento, Gatillazo respondió, y respondió contundemente. En la primera parte de su set, “Señor Juez”, “Kapitalismo” o “Torturas” la banda estuvo de fábula, levantando un entusiasmo inmenso entre la gente, que lejos de remitir en ningún otro momento de la actuación, tuvo otros momentos de igual o mayor intensidad en “Txus” y en la parte final “Esclavos del siglo XXI”, para mi gusto la mejor de su show y “Odio a los partidos”, con la que cerraron. Por supuesto, Evaristo cogió, durante el bis, el micrófono y dijo: “Ahora ha llegado el momento que estaban esperando todos los chivatos de Internet... ¿Tendrá cojones el Evaristo de volver a cantar “La Jota” ¡Pues no!” y ante la carcajada general, obviamente le volvió a dar lo suyo en forma de jota aragonesa a los cuerpos represivos del estado. Genio y figura...
La nota más netamente heavymetalera del cartel la ponía Angelus Apatrida, que, como no podía ser de otra forma, dio una vez más un concierto brutal, demoledor, aplastante, en el que quedó una vez más ampliamente demostrado porque son de los grupos de metal español que más éxito y reconocimiento han logrado en el exterior a nivel internacional. Desde el primer momento y hasta el final del show no dejaron ni un solo minuto de tregua a la exhausta audiencia y a lo largo de su actuación, se produjo el único, digamos “incidente” de toda esta primera jornada. Al producirse los “circle-pit” algún miembro del personal de seguridad, sin duda poco o nada acostumbrados a ir a conciertos de heavy metal de este tipo, se empleó con excesiva dureza para tratar de aplacar los ánimos. Guillermo no hizo ningún comentario cara al público, pero se acercó al backstage y pidió a los organizadores que advirtieran a la seguridad de que no provocasen al público y se moderasen en su actuación. Pero a excepción de ese detalle, todo su concierto transcurrió en medio de un entusiasmo general enorme y con todo el público entregado a tope con los albaceteños sobre todo en temas como “Of Men And Tyrants” y “Give 'em War”.
Se habla de Alademoska, y con razón, como de una de las bandas revelación de la nueva hornada del ska a nivel estatal. Actuaciones como la de A Cop de rock desde luego hacen realmente valedera esa afirmación. Bien apoyados por una sección de viento numerosa y perfectamente bien engarzada con el resto de la banda ofrecieron un show lleno de fiesta, diversión, reivindicación y protesta que arrancó con un magnífico “Balas Perdidas”, al que siguió entre las mejores “Mi otra mitad”, “Mala conciencia” y “Caminito al bar” entre las más aplaudidas durante el primer tramo de la actuación. Muy emotiva “Ni una más”, dedicada a denunciar la lacra del maltrato a las mujeres y la violencia de género, y en el final, en medio de una atmósfera desbordada de cachondeo y buen rollo, “Somos Revolución” y “ Alademoska”, que cantamos todo el público con la banda en el fin de fiesta definitivo. De lo mejor con diferencia del primer día de este evento.
Ekko es una formación joven, potente y muy profesional que viene desde Vic y que he conocido mejor a través del programa “Rockzinante” de nuestra emisora de radio online, en el que colaboro habitualmente con su director y presentador Oscar Sancho. En esta actuación tuvieron que enfrentarse al reto de levantar un auditorio ya considerablemente menos numeroso y en gran parte cansado por tantas horas de tralla desde el escenario, pero que respondió al esfuerzo y la energía que la banda lanzó desde el escenario. Concierto más reducido en el tiempo pero que la banda supo aprovechar y que tuvo el detalle de suprimir una de las canciones de su repertorio para incluir como homenaje a Boni una sentida y emotiva versión de “No hay tregua” de Barricada. Diez por ellos.
Llegó el final definitivo de esta maratoniana primera jornada de más de 12 horas de conciertos con una verdadera bomba: nada más y nada menos que un nuevo conciertazo de esa máquina de wattios, potencia y adrenalina que es Bourbon Kings. Al igual que en el sensacional conciertazo que nos ofreció el pasado febrero en la fiesta de entrega de premios del Rockferendum de nuestra revista en Madrid, se dejaron la piel de principio a fin, desde el primer trallazo que pegaron con “Rómpelo” y que ya no paró hasta el final de su atronadora descarga con “Take A Look Around”. A destacar como ante esa audiencia ya cansada por la larguísima jornada y el calor en momentos asfixiante que se vivió en el festival, temas como “Tienes mucho que callar”, “Vergüenza” o “No soy real” fueron también de las que más y mejor les funcionaron.
Balance muy positivo de esta primera jornada, que finalizó cerca de las 5 de la mañana. Unas pocas horas de sueño y volvemos a la carga, que iba a ser espectacular también en la jornada del sábado.
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