REPORTAJE EN PRIMERA PERSONA DE LA GIRA INTERNACIONAL DE KILLUS
26 diciembre, 2014 12:30 pm 2 ComentariosDieciocho conciertos firmaron parte de la reciente gira europea de la banda de metal industrial más internacional de nuestra escena, la primera parte por Alemania, Italia, República Checa y Francia junto a Avatar y The Defiled y la segunda parte en Gran Bretaña junto a los segundos únicamente. La experiencia, vivida entre los meses de noviembre y diciembre, fue inolvidable para el grupo de Vila-Real, cuyo último disco vio la luz en 2012 con el título de ‘Feel the Monster’. También lo fue para su fotógrafo Adrián Morote, que estuvo con Killus durante todo el tour y que nos trae en exclusiva este interesante tour report:
“Todo empezó en el local de ensayo y por delante un total de unos 9000 kilómetros de asfalto, mucha, muchísima carretera y poco dormir, pero sabía que esta experiencia valdría la pena.
La primera parada fue en la sala Rock N’ Roll Arena de Romagnano, Italia. Teníamos muchas ganas de que empezase el tour con una lista de 17 conciertos por delante.
Momentos previos con nervios y caos. Todo se transforma cuando empieza la intro y la respuesta del público nada más pisar el escenario es simplemente brutal. A cada movimiento de cualquiera de los cuatro, el público respondía al unísono y hacía que el impacto del directo de Killus fuese aún mayor. Sonido contundente y caña desde el primer segundo del set list.
Para mí como fotógrafo era tremendo, te ponen el trabajo mucho más fácil con el espectáculo que montan, en el ambiente y eso se nota en el resultado final. Tras los primeros 30 minutos de show de los 510 totales de la gira, te sientes exhausto, como si te hubiesen pegado una paliza. Esto solo acaba de empezar.
Una vez de vuelta en el backstage volvemos al mundo real, al de los abrazos y las felicitaciones por un trabajo bien hecho. La cosa empezaba muy pero que muy bien.
A la mañana siguiente, después de nuestra segunda noche de supervivencia en la caravana, toca hacer camino hasta Padova, segunda parada.
Aún con la sensación de adrenalina de la noche anterior pero mezclada con cansancio llegamos a la sala Circolo Marne, con la incertidumbre de cómo sería un domingo en Pavoda. Después de montar y dejarlo todo preparado empieza el show puntuales. Se trata de una sala más pequeña que la de la noche anterior, pero la gente se entrega y sumamos otros 30 minutos de show al total. Otra noche más y otro directo contundente.
Una de las cosas en las que te fijas cuando estás en la parte del público es que estos cuatro cabrones dejan huella. Su interacción con el público es total y demente en casos como el de Premutoxx. A la gente le entra la risa nerviosa, se sienten incómodos y al segundo los ves mover la cabeza como el que más, los hacen partícipes de su juego, de su locura sin límites y la mezcla de todo esto hace que durante media hora se cree una atmósfera paralela al mundo exterior.
A partir de aquí todo fue rodado. Más kilómetros y montañas nevadas desde la caravana hasta llegar a la sala Backstage de Munich. Un complejo industrial en el que perderse era fácil, con varias salas y vegetación por todas partes, un rollo a lo Jurassic Park con metal de fondo. Fue muy curioso encontrarse por allí a Dani Filth o a los Motionless in White, ya que iban de teloneros de Lacuna Coil que tocaban en una de las salas del complejo.
Una de las noches para recordar, directazo de nuevo con la gente algo más apagada pero viviéndolo igualmente (en cada país la gente lo vive de una forma) . Y que decir el poder ver a Lacuna Coil en directo completamente gratis en una sala de Munich, vamos…la hostia!.
A la mañana siguiente nos quedaba una paliza hasta la bella y fría Praga para disfrutar de un día libre. Pudimos dar una vuelta por la ciudad y hacer turisteo por los pubs, disfrutar de su cerveza y deporte de riesgo. Nos esperaban 10 conciertos del tirón.
Al día siguiente llegamos al Modra Vopice, en las afueras de la ciudad. Una especie de cabaña brutal con un motor de camión como estufa principal. La tarde empezó a caldearse mediante los duelos a la PS4 entre Killus y Avatar, pero no fue lo único que calentó la noche ya que el público estuvo entregado a tope durante todos los conciertos. La gente a centímetros de ellos y los gritos que traspasaban el techo.
Una vez acabada la noche tocó hacer marcha hasta Berlín, ya que nos esperaba la sala K-17 en el centro de la ciudad.
Las primeras impresiones fueron muy buenas, una sala grande y un edificio con diferentes salas, la noche apuntaba maneras aunque luego resultó ser la más floja en cuanto a asistencia de todo el tour. Aún así, los que allí estuvimos disfrutamos de uno de los conciertos más dementes y a topete de la gira. Eso marcaría la noche, mucha fiesta ya que era viernes de cerveza…fue curioso oir cosas como “no veo nada por mis ojos”…todo muy surrealista lo que se vivió aquel día.
Siguiente parada, sala Matrix, Bochum, Alemania. Edificio lleno de pasadizos y salas entre muros con mucho ambiente. Sin duda otra buena noche teníamos por delante, aunque el cansancio se iba notando (las constantes partidas al Fifa por parte de algunos en la caravana desgastan bastante). En resumen, buen catering, buen concierto y fallo de poca fiesta en uno de los sitios con más ambiente que nos habíamos encontrado hasta la fecha, tocaba portarse bien y pegarse la paliza hasta París ya que la noche anterior hubo mucho alcohol en nuestra sangre.
Llegamos a La Fleche D’Ora eso de las 13:00 y ya había gente haciendo cola en la puerta. El día prometía y cumplió con los pronósticos. Una cola que literalmente daba la vuelta a la manzana y una sala enorme con vistas a una vía del tren abandonada y un sonido brutal. Los momentos previos al concierto desde el backstage, mirando hacia fuera y viendo todo cabezas, ni un hueco en la sala y éstos preparados para darlo todo eran increíbles. Un par de cervezas y al lío. Para mí fue una de esas noches de disfrutar como un cabrón haciendo fotos y escuchando el concierto, aunque era imposible moverse entre la gente de la locura que se montó.
En las fotos está la muestra, gente entregadísima y uno de los mejores conciertos de la gira, estos franceses son tremendos. Con Premutoxx volando entre el público haciendo crowd surfing para acabar el show, impresionante.
Con el subidón del concierto aún en el cuerpo y buscando una ducha como locos, empiezan las firmas de autógrafos en el merchandising y la gente con una ilusión tremenda.
Después de una cena buenísima que se curraron los de la sala y la ducha merecida tocó disfrutar una noche más de nuestros amigos Avatar y The Defiled, quienes lo dieron todo también.
De nuevo hubo poco tiempo para el subidón y las celebraciones, ya que la paliza de kilómetros que teníamos por delante era considerable. Asfalto hasta el Eurotunnel y comienza la gira por UK, con la primera parada en Nottingham.
Allí nos recibe un frío tremendo para los que estamos acostumbrados al Mediterráneo y una sala con muy buena pinta, Rescue Rooms. Esta noche marcaría un factor que se repitió en todos los conciertos por Reino Unido: la sala a reventar.
Sin tiempo para descansar demasiado, un día más tocaba descargar todo el equipo de la caravana y preparar el concierto, cada uno calentando por su cuenta, cada uno con su pequeño momento de reflexión individual para luego darlo todo en conjunto, una noche más. Así fuimos a por el octavo concierto de la gira, estábamos en el ecuador.
De nuevo directazo con un público que pudo dar más, pero con buenas sensaciones y entregado cuando tocaba.
A la mañana siguiente tiramos para el norte, camino a la sala Cathouse de Glasgow y sus tres interminables pisos de escaleras con el equipo a cuestas. Después nos quedaría la sala Sugarmill de Stoke, con un público más cercano y cálido.
Y camino a la capital, sala O2 Academy Islington de Londres, una de las grandes noches. Se preveía una sala llena (y enorme, allí ha tocado bandas como KISS o MUSE) y así fue. Con una seguridad y organización impecables, saltaban Killus a comerse la capital. Fue brutal. Los técnicos hicieron un trabajo impecable y lo del público no tenía nombre. Allí arriba los cuatro hacían de las suyas y repartían una descarga de locura para todo aquel que quería entrar en su mundo, aquella noche fue como si todos estuviésemos encima del escenario.
Esa noche tocó dormir allí y amanecer con una multa en el parabrisas la cual pasó por el paquete de Supersixx. Camino a la costa hacia la sala Audio de Brighton. Llegando yo me sentí como en casa, ya que la sala estaba frente al mar. Nos encontramos con la sala más pequeña de toda la gira, pero que horas más tarde se llenaría de gente dispuesta a darlo todo. Y lo volvieron a hacer.
Al día siguiente fuimos hacia la sala The Key Club de Leeds. El escenario parecía un cubo empotrado en una esquina, al que era difícil acceder en mi caso para hacer fotos de cerca, cosa que no fue un problema para aquellos que querían repartir cañeja entre el público, con algún niño magullado mientras tocaban Killus.
Una vez más, volvieron a hacerlo.
El día siguiente llegamos a la sala Academy 3 en Manchester, día especialmente redondo para mí. Como todos los días anteriores, lo primero nada más llegar con toda la paliza de kilómetros en la espalda, fue descargar equipo y descubrir cómo era el backstage. Nos encontramos con una sala tremenda al igual que los camerinos, pintaba bien la cosa.
Una vez hecha la prueba de sonido, como todas las noches, empezaba el ritual del maquillaje y las prisas, por mucho tiempo que tuviésemos siempre pasaba algo que nos hacía ir un poco de cabeza.
El toque especial de la noche, fue subirme a cantar Feel de Monster con ellos, cosa que empezó como una coña días atrás y acabó resultando tremender, la sala a reventar y Killus dejando huella una vez más.
Acabado el concierto con el subidón en el cuerpo ya estábamos pensando en el concierto del día siguiente, sala Slade Rooms de Wolverhampton.
Llevábamos 420 minutos de concierto acumulados y sólo quedaban tres conciertos más.
La sensación que tenía yo en el cuerpo a estas alturas era la de no acabar nunca, había entrado en una rutina de curro que atrapaba, me estaba acostumbrando a la carretera y a un concierto al día, parece que la vida real y la rutina que nos esperaban en nuestras casas había pasado a un segundo plano, la veía muy lejos.
Esa noche tuvimos la suerte de poder aparcar la caravana en la cochera de la sala, cosa que hizo mucho más fácil la descarga y posterior carga del equipo, momentos de descanso.
A la mañana siguiente me desperté de camino a Bristol (cosas que pasaban cuando Javi, el tour manager, pillaba la caravana sin avisar para adelantar kilómetros). Esa era la noche del concierto en un barco, en la sala Thekla. Impresionante la sala e impresionante el concierto de éstos, no sé si sería por el leve mareo del barco o qué, pero el ambiente era de pura adrenalina.
Y se acercaba la última noche, sala Talking Heads en Southampton. Este día nos lo tomamos con un poco más de calma, tocaba descansar un poco para poder echar el resto en el concierto, de nuevo en una sala que se llenaría horas más tarde.
Era la noche de intentar disfrutar todo lo que noches anteriores no podíamos haber hecho por el cansancio o la falta de tiempo. Saltaron al escenario y se estremeció la sala, el público entregadísimo hizo que fuera el mejor final de gira posible.
Al acabar el concierto, mientras los cuatro atendían al público bajo el escenario, Javi y yo nos encargamos de cargar de nuevo todo el equipo en la caravana para dejarlo todo hecho y poder disfrutar.
Fue la noche de disfrutar una vez más de los directos de Avatar y The Defiled, fue la noche de una gran despedida, subiendo al escenario toda la crew de los tres grupos al final del show de The Defiled para hacer la foto de familia. Fue la noche de los abrazos y de dar gracias por el trato recibido. La verdad es que fue tremender, ahí fue dije “joder, que no se acabe nunca”.
Lo que tocaba era volver al punto de partida, aún con los diecisiete conciertos recientes en la cabeza y el subidón de cada uno de ellos en el cuerpo, volver al asfalto y hacer balance de una gira espectacular al llegar a casa, donde nos esperaban los nuestros”.
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2 comentarios
el futuro del metal indutrial en españa tiene nombre y es KILLUS
Estupenda crónica de esta buena banda como es KILLUS por varios países europeos de la que he disfrutao leyéndola como debe ser.Hace como dos semanas vi su videoclip y me gustaron bastante.Quizás pegen igualmente el salto a latinoamerica ya que en dichos países hay escenas muy buenas para esta banda!!!