Por tus muertos: Road movie (¡esta vez sí!) de genuino espíritu rockero
8 marzo, 2024 5:44 pm Deja tus comentariosEs lo primero que comentamos Mariskal Romero y yo nada más terminar la proyección de esta premiére de la película ‘Por tus muertos’, según salíamos de la sala. Nunca hasta ahora, salvo excepciones que se situaban más bien en el ámbito del documental, como el ya legendario ‘Nos va la marcha’ de 1979, el cine español, que ha proporcionado históricamente a nuestra industria cultural talentos de la categoría de José Luis Garci, Pilar Miró, Pedro Almodóvar, Fernando Trueba, Alejandro Amenábar o Isabel Coixet, por mencionar tan solo alguno de los más relevantes, se había aproximado al fenómeno de nuestro rock, y cuando algún mediocre lo hizo, fue para estrenar basuras tan infumables y bochornosas como las porquerías de “Isi Disi”.
Ha tenido que venir de la mano de un cineasta independiente, luchador, que se ha dejado la piel por poder llevar a cabo su anhelo de dirigir y estrenar una película en un mundo tan competitivo, difícil y mercantilizado como el del cine actual, el que por fin tengamos en nuestra filmografía una excelente película, una “road movie” en clave de comedia pero sin astracanadas absurdas, muy fiel al espíritu del rock español y de su ambiente e idiosincrasia. Ese cineasta es Sayago Ayuso, quien conoce, vive y es parte de nuestra música, de nuestro rock y que puede lucir orgullosamente su condición de rockero genuino tras muchos años de formar parte de la banda de El Pirata, quien por cierto, hace de narrador en off de la secuencia final de la película.
“Por tus muertos” es una comedia, una película llena de divertidísimos gags que, partiendo de un planteamiento al que ya se ha recurrido en otras ocasiones –su guión, debo decirlo, es muy similar, casi paralelo e incluso con guiños muy claros al de la famosa ‘Siempre locos’ de Brian Gibson, donde se trata de resucitar a Strange Fruit, grupo ficticio de rock de los 70 en Inglaterra- construye un relato que si bien toma referencias de la antedicha cinta de Gibson, tiene guiños que nos van a recordar a historias tan diferentes entre sí como ‘Thelma y Louise’ o ‘París Texas’, amén de la inefable secuencia del “Hostal (R)osario”, un claro y originalísimo homenaje en clave de humor al “Motel Bates” del clásico de Alfred Hitchcock ‘Psicosis’ y en donde su director, Sayago Ayuso, interpreta uno de los papeles más logrados y divertidos de la trama: una especie de Norman Bates racista y medio paranoico que llama a su perro “José Antonio”, indudablemente en “honor” al líder de la Falange Española con su collar rojigualda.
Breve sinopsis: Ante la amenaza de embargo de la tienda de discos y música que Miguel Palacios, el antiguo guitarrista y líder de los ya desaparecidos Metralla, una de las más prometedoras bandas de heavy de finales de los 80 regenta y presentándosele al mismo tiempo la oportunidad de ganar una buena cantidad de dinero y un contrato como artista en solitario, se pone a la tarea de reunir a los Metralla, que se rompieron abruptamente cuando estaban a punto de dar el salto a la popularidad masiva, teóricamente por su culpa. Muy importante señalar el excelente papel que interpreta aquí José Mota, actor y humorista siempre asociado al mundo de la comedia que, paradójicamente, encarna en esta historia el papel más serio, más dramático incluso, de todo el reparto, de manera creíble, solvente y, a mi juicio, brillantísima.
A partir de ese momento, Miguel convence por un lado al batería Valen, un ludópata con hijos desperdigados por toda España que interpreta de manera sensacional y con una comicidad fantástica Jorge Sanz; a “la Janis”, la excantante del grupo, que vive una vida gris y aburrida totalmente alejada del rock como profesora de filosofía en un instituto y desencantada y frustrada con su matrimonio – otra interpretación magnífica por lo poliédrico y ciclotímico del personaje y por cómo sabe darle esa amargura por un lado, esa sensación de recuperar una vida llena de nuevos alicientes por otro, que desarrolla a la perfección Marta Belenguer; y “el Pollo”, quien llegado el momento no se une a la banda (no haré spoiler, el motivo descubridlo vosotros y vosotras viendo la película) cuyo sustituto es un patético milenial a quien la experiencia de entrar en los nuevos Metralla le cambiará la vida… mucho más de lo que podría imaginar.
Reunido el grupo, la odisea que vivirán en apenas tres días de rock'n'roll y furgoneta, como en sus viejos tiempos de los 80, les hará replantearse muchas cosas, en tanto que la historia es desenfadada y con sentido del humor, pero también con momentos dolorosos y en absoluto edulcorados.
Además de las intervenciones a modo de “documentalistas” sobre la historia de los Metralla por parte de Mariskal Romero, Fortu, El Pirata, Javier Vargas, Mägo de Oz y Miguel Oñate, hay cameos por parte de Carlos Escobedo y Alberto Marín – será la única vez en sus vidas que harán una audición para ser bajistas- y una banda sonora en la que destacan entre otras piezas el “Vamos muy bien” de Obús en la sensacional secuencia de la fiesta rockanrollera tras terminar la audición de “El repollo”, o la emotiva “Todo a pulmón”, popularizada en su día por Miguel Ríos.
Una película muy divertida, con magníficas interpretaciones, impregnada de verdadero espíritu rockero y que por primera vez muestra el mundo de nuestro rock con el cachondeo, el buen humor y hasta si se quiere el punto gamberro que nuestro rollo siempre ha tenido, pero sin recurrir a la chabacanería estúpida, ni a tópicos manoseados y caducos ni al estereotipo rancio y trasnochado al que gente como los Santiago Segura y demás pandilla recurrieron demostrando su patética ignorancia en cintas ya hoy afortunadamente olvidadas.
Merece la pena verla y disfrutarla. Muy recomendable.
Mariano Muniesa
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