Nicko McBrain (Iron Maiden) sigue acusando el ictus que sufrió: “Todavía no estoy como me gustaría estar”

11 agosto, 2024 1:19 pm Publicado por  4 Comentarios

A poco más de un año de que conociéramos la noticia del ictus que sufrió el batería Nicko McBrain (Iron Maiden) en enero de 2023, el veterano músico ya nos confesó la canción que no puede tocar como en el disco. La recuperación de un proceso así suele ser lenta y en su caso sigue acusando los efectos del accidente cerebrovascular que padeció, algo que confirmaba con las siguientes palabras: “Todavía no estoy como me gustaría estar”.

En una intervención reciente para el podcast The Washington Tattoo, el batería se refirió a aquel incidente que amenazó su carrera: “Ocurrió el 19 de enero del año pasado. Ese día me operaban de cataratas. Y supongo que tenía mucho estrés y angustia, con alguien metiéndose en tus ojos. Me estaban operando de los dos ojos al mismo tiempo. En los viejos tiempos, me operaba solo de uno a la vez, por si acaso no funcionaba. Te quedas ciego de un ojo, no de los dos. Y sabía de buena tinta que esa es la única razón por la que no les gusta hacer, incluso hoy en día, los dos al mismo tiempo. Pero tenía confianza en el cirujano, con la forma en que lo hacen hoy en día. Y le dije: “Oh, ¿me pueden hacer los dos al mismo tiempo? Sí, no hay problema””.

McBrain continuaba de esta manera: “En fin. Recuerdo que estaba viendo un partido de tenis en la tele. Me levanté a las seis de la mañana, lo que no es habitual en mí, porque hoy en día me levanto sobre las siete, o las siete y media. Me levanté y estaba un poco nervioso. Me tumbé en la tumbona y me fui a dormir. Sobre las ocho pensé: “Voy a echarme una siesta. Me siento muy cansado”. Y me desperté unos 45 minutos más tarde, y ya había tenido este ataque. Pensé que eran pinchazos, pero no los sentía. Me levanté el brazo y pensé: “¿Qué está pasando aquí?”. Y podía sentir el brazo, pero no pasaba nada... Solté mi brazo y simplemente cayó, y yo en plan: "Oh, mierda. Algo no va bien". Y no paralizó mi pierna, aunque mi pierna estaba tambaleante. Lo cual era bueno, porque mi pie todavía funcionaba”.

El batería agradeció que el incidente no fuera más grave: “Al menos una salvación, Dios me dio mi pie derecho. Ya no está tan bien como antes, pero... En fin, fui a los médicos, o me llevaron al hospital. Tenía todo un equipo de gente trabajando a mi alrededor. Era como si yo fuera una superestrella. Y ni siquiera sabían quién era yo. Ese es el tipo de tratamiento que recibe todo el mundo cuando sufre un derrame cerebral y va al Boca Baptist Hospital. Tienen un equipo de 12 personas a tu alrededor al instante, seas quien seas. Me hicieron una tomografía computarizada y luego una resonancia magnética”.

Nicko quería saber más sobre lo que le había sucedido: “Cuando salí, Swerdloff, mi médico neurólogo, tenía una plétora de estudiantes a su alrededor, tenía unos seis chicos, jóvenes, yo los llamo chicos, pero probablemente todos tuvieran entre 20 y 30 años. En fin, me dijo: “Usted ha tenido un derrame cerebral, Sr. McBrain”, y yo le contesté: “Sí, dígame algo que no sepa”. Y se rió. Y dijo: “Es un accidente isquémico transitorio”. Le dije: “Bueno, así que no es un accidente cerebrovascular grave”. Él dijo: “Sí. Tenemos este medicamento llamado TNK”. No tengo ni idea lo que significa. Y dijo que es un destructor de coágulos y evita cualquier daño adicional que se pueda hacer en el cerebro o que ya se ha producido. Dijo: “Pero hay un riesgo”. Y yo dije: “¿Cuál es el riesgo?”. Él dijo: “Usted podría morir”.

McBrain siguió las indicaciones del especialista: “Le dije: "Vale, ¿cuál es el porcentaje de fracasos?". Era entre el siete y el nueve por ciento. Me dijo: “Si lo tienes claro, tenemos que ingresarte en cuidados intensivos durante 24 horas y monitorizarte cada hora”. Y yo le dije: “Bueno, vale, adelante”. Me dijo: “Firma aquí”. Y yo soy diestro, así que tuve que poner una cruz. Y me dijo: “Escribe todo lo que puedas”. Garabateé mi nombre en una línea. Me lo dio fuera de la resonancia magnética. Unas tres horas después, estaba arriba. Y por fin pude mover un poco el pulgar, la primera cosa que podía mover. Estuve ingresado dos noches, y al día siguiente de salir, fui a terapia, y tuve tres fisioterapias a la semana y OT, terapia ocupacional. Se me había caído la escápula y aparentemente tenía la cara así abajo, aunque podía hablar. Lo único que tenía era una parálisis”.

El batería añadía sobre el proceso de recuperación: “En los tres primeros meses de un ictus es cuando se tiene la mayor recuperación. Después, los tres meses siguientes, un poco menos, y luego los tres meses siguientes, y así sucesivamente. Ya he pasado casi un año y medio, pero eso será la semana que viene. ¿Qué fecha es? Sí, dentro de 10 días. Así que todavía no estoy como quiero estar”.

De esta manera ha afectado el ictus a su manera de tocar: “Si hablamos de tempo, ya no puedo hacer un redoble de 16 notas extendiéndose hasta las 32 notas. Lo que pasa es que puedo tocar corcheas, ese tipo de ritmo. Puedo hacer dobles, pero cuando intento tocar esa 16ª nota, esa velocidad, en vez de subir y bajar, se tambalea de izquierda a derecha, cuando empiezo a tocar rápido. Así que he tenido que ajustar mis fills ahora. Ya no toco el fill de “The Trooper” porque no me sale... Es la velocidad. Puedo hacerlo todo lento, pero tuve que asegurarme de poder mantener el ritmo de la canción, que normalmente es...”.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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