Menuda semana nefasta para el rock patrio la que hemos vivido con los fallecimientos de Jorge Martínez (Ilegales) y Robe (Extremoduro), pero hubo otro músico internacional que también padeció un problema de salud que casi le cuesta la vida. Hablamos del veterano batería Mikkey Dee (Motörhead, Scorpions), que describía con pelos y señales el percance que sufrió: “Tuvieron que abrirme tres veces”.
En una intervención en el último episodio de Metal Sticks, el nuevo podcast del exbatería de Iron Maiden, Nicko McBrain, y del CEO de Modern Drummer, David Frangioni, Dee desveló una experiencia cercana a la muerte que experimentó en 2024 cuando desarrolló sepsis tras torcerse el pie.
Así lo relataba: “Me contagié de sepsis y estuve en el hospital cinco semanas, luchando de verdad. Desde el principio fue una lucha por mi vida, básicamente, diría yo. En ese momento no me daba cuenta, por supuesto, pero conforme pasó el tiempo entendí lo grave que era. Me hicieron tres operaciones en el pie y la pantorrilla derecha. Tuvieron que abrirme tres veces para detener la infección; mi pie se hinchó como un jamón de Navidad demasiado cocido. Era increíble”.
Pero el problema no se quedó solo en eso: “Además, mi hígado y vesícula estaban fallando. Estaba amarillo y tenía una infección tremenda en el cuerpo. Así que luché mucho por eso. Hubo tantos médicos involucrados, desde ortopedistas hasta internistas e infectólogos. Tres hospitales diferentes en Suecia, y las enfermeras y los médicos hicieron un trabajo increíble para mantenerme con vida y no amputarme la pierna, porque estuvo muy cerca de que tuvieran que cortarla”.
Mikkey continuó: “Fue muy duro. Y todavía no me he recuperado por completo. Quiero decir, por dentro me siento genial. No tengo bacterias desde hace muchos, muchos meses, pero el pie en sí duele un poco en las articulaciones. Va a tomar mucho tiempo para que la hinchazón… estoy seguro de que todavía está un poco inflamada. Y cuando uso mucho el pie, duele mucho”.
Esa dolencia ha afectado en cierta manera a su vida cotidiana: “Al final de un concierto, tengo que caminar un poco cojeando fuera del escenario porque me duele muchísimo el pie. Dicho esto, toco un set completo y siento que estoy alcanzando el nivel que debería. Cojo el dolor y lo manejo. Y con suerte, eventualmente esto desaparecerá y la hinchazón bajará un poco más. Tal vez tengamos que hacer algunos ajustes en mi pie el próximo año. No lo sé”.
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