Marty Friedman se sincera sobre los ataques de pánico que experimentó al final de su etapa en Megadeth: “Era algo como un monstruo”

26 enero, 2025 11:14 am Publicado por  5 Comentarios

El guitarrista Marty Friedman dejó un poso tan importante en la historia de Megadeth que incluso años después el líder Dave Mustaine consideró que era el único miembro de la banda que había hecho “algo significativo”. Pero en aquella época el virtuoso también se enfrentó a ciertos ataques de pánico que experimentó al final de su etapa con la banda y que definía de esta manera: “Era algo como un monstruo”.

En una entrevista en el programa “Trunk Nation With Eddie Trunk” de Sirius XM, Friedman habló sobre los debilitantes ataques de pánico que sufría mientras él y el resto de Megadeth estaban de gira en apoyo de su álbum de 1999 ‘Risk’, su última intervención grabada con la banda.

Estas eran sus palabras: “Los ataques de pánico me afectaron durante todo un año. Y fue después de haber anunciado que dejaba la banda. No lo anuncié en público ni nada, pero se lo anuncié al grupo, así que iba a terminar la gira en la que estábamos y luego, una vez que la gira se tomara un descanso, me iba a ir y ellos iban a encontrar a otro tipo. Todos los detalles escabrosos están ahí, resumiendo diré que no sabía que era un ataque de pánico en el momento, pero era un monstruo”.

No había experimentado algo similar previamente: “Nunca había tenido problemas mentales, psicológicos ni de salud. De repente estaba en urgencias y me volví completamente loco. No podía moverme. Gritaba. Salió de la nada, tío. No tenía ni idea de lo que era. Y tuve que encontrar la manera de continuar la gira en ese estado. No podía caminar sin dos personas llevándome. Estoy recortando muchos de los detalles aquí porque es imposible acortarlo. Pero tomaba muchos antidepresivos, relajantes musculares y todo tipo de medicamentos para no volverme completamente loco. Y entonces descubrí que si comía sándwiches de pollo a la parrilla, eso me ayudaba. Y la única cosa que no ayudaba era permanecer en una bañera caliente durante horas y horas. ¿Qué podría hacer? Era una cosa tan horrible”.

Aquella situación no resultaba nada fácil para Friedman: “Me avergüenzo cuando pienso en ello porque puse al personal, a la banda y a todos los que me rodeaban en una situación horrible, pero no iba a hacer nada sin estar en una maldita bañera todo el día y sin que me llevaran de un lado a otro como una maldita diva. Y la gente me llevaba a comer, y yo me iba con los camareros y esas cosas. Era algo tan diferente a mí. Yo era una persona completamente diferente”.

Hubo un episodio en concreto que todavía puede rememorar: “Puse esto en el libro. Recuerdo que estaba en un restaurante japonés. Y la música de Santana sonaba de fondo. Y empecé a gritar. Era como un restaurante de sushi. Yo estaba en plan: “Bueno, es probable que haya proteínas aquí. Bueno. Puedo comer esto”. En cuanto oí la música de Santana de fondo, pensé: “¿Qué coño es esto? Esto es un restaurante japonés. ¿Por qué ponen música mexicana aquí? ¿Qué coño es esto? Y yo estaba gritando esto a todo pulmón, golpeando la mesa. El wasabi y el jengibre volaban por todos lados. Era un ser humano horrible para todos los que me rodeaban. Estaba tan fuera de sí, pero en ese momento, eso es lo que había, amigo. Quiero decir, era eso”.

El guitarrista añadía lo siguiente: “Lo que realmente apestaba de esto era que si me quedaba en la bañera todo el día y no comía más que cosas proteicas y sándwiches de pollo, en el momento en que me subía al escenario, estaba normal. Podía tocar, joder, podía tocar música, y luego, cuando me bajaba del escenario, volvía a estar hecho polvo; era un completo desastre. Así que los chicos de la banda y la gente del equipo decían: “¿Qué coño le pasa a este tío? Está totalmente bien. Actúa como si estuviera enfermo”. Así que probablemente me odiaban, y con razón”.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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