Los otros problemas de Ace Frehley con Kiss además de casi morir electrocutado en un concierto: “Disparé un cohete a Gene Simmons y casi le doy”

18 enero, 2025 4:38 pm Publicado por  Deja tus comentarios

De sobra es conocido el famoso episodio que sufrió el guitarrista Ace Frehley en 1977 cuando casi muere electrocutado en un concierto de Kiss cuando entró en contacto con la barandilla metálica sin aislar del puntal de una escalera. Dicho episodio le valió incluso para escribir una canción, pero también tuvo otros problemas importantes durante su época con Paul Stanley y compañía que evocaba con estas palabras: “Disparé un cohete a Gene Simmons y casi le doy”.

En una entrevista para MusicRadar, Frehley rememoró en primer lugar el famoso incidente con la electricidad: “Debería haber muerto esa noche. El hecho de que me electrocutara y no cayera hacia delante fue una bendición. Debía de haber ángeles empujándome hacia atrás. Estaba de pie encima de cuatro amplificadores Marshall en una escalera y tenía una pesada Les Paul alrededor del cuello... Si me hubiera caído hacia delante, me habría roto el puto cuello. Pero me caí hacia atrás y el equipo me sacó de la escalera. No sentí nada en las manos durante cinco o diez minutos. Volví y terminé el espectáculo… Fue una locura, tío, pero saqué “Shock Me” de aquello, así que supongo que no fue en vano”.

Frehley recordó que su famosa guitarra lanzacohetes también tenía un segundo efecto incorporado: “Una vez me quemé la pierna de verdad... Una bomba de humo se encendió demasiado pronto dentro de la cavidad de la guitarra y me fundió el amianto del que estaban hechos nuestros putos trajes en el muslo”.

El hombre del espacio también admitió otro incidente: "Disparé uno de esos cohetes a Gene. ¡Y casi le doy, joder! Pasó volando junto a su cabeza. Le habría quemado bastante".

El guitarrista desveló del mismo modo que se caía a menudo de sus botas de plataforma, lo que le provocó una lesión permanente: “Me caía mucho con esas botas. Muchas veces, Paul me cubría caminando hacia mí como si fuera parte del espectáculo. Hacía que pareciera una coreografía o algo así. Si nadie se daba cuenta de que me había caído, tocaba de rodillas y me volvía a levantar. Se convirtió en parte del espectáculo”.

Pero ese hábito pudo haber tenido graves consecuencias: “Me fastidié las rodillas haciendo eso. Acabé rompiéndome un hueso de la rodilla y el médico me dijo: “Escucha, tienes que dejar de hacer eso o acabarás en una silla de ruedas”. Acabamos poniendo una almohadilla debajo de la alfombra donde me caía... y si miras vídeos antiguos, puedes ver que bajaba una rodilla cada vez”.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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