Jorge Martínez (Ilegales) cumple 70 años: El asturiano contra el mundo

1 mayo, 2025 12:05 pm Publicado por  2 Comentarios

Foto: Jorge Fuembuena.

Este jueves cumple 70 años uno de los tipos más particulares, inteligentes e interesantes de nuestro rock duro, como es Jorge Martínez, cantante, guitarrista y alma máter de Ilegales. David Esquitino le dedica esta reverencia textual al protagonista que nos ocupa. Eso sí, pasándole la mano por el lomo, por un lado, pero también sacándole la lengua en un guiño cómplice de un buen discípulo de la filosofía que nos ha ido enseñando Jorge durante todos estos años de carrera.

Jorge Martínez García nació en Asturias el 1 de mayo de 1955, que un tipo singular tenía que nacer en una fecha señalada. Concretamente, en el Día Internacional del Trabajo, pero al igual que celebramos que el 24 de diciembre no nació el hijo de Dios, sino el hijo del Rock, digo Lemmy, pues cada primero de mayo salimos a la calle reivindicando derechos, pero también irreverencia de la mano del nacimiento de “nuestro” Jorge Ilegal.

Con nuevo disco bajo el brazo, ‘Joven y arrogante’, y siendo precisamente tan joven y arrogante como antaño, esta aseveración tiene aún más sentido en la actualidad. Alto, espigado, elegante a su manera, con una mezcla entre guaje mal encarado y amigo cercano, nunca deja indiferente, como su música. ¿Adalid del rock duro, del punk, del pop rock o del surf (sí, no estoy exagerando)? ¡Todas son ciertas!

Coleccionista de guitarras, discos y soldaditos de plomo, que las aficiones de los tipos particulares obviamente tienen que ser ídem. El que descubre a los Ilegales y a Jorge, ya no los suelta. Es decir, los asimila como propios, como esa ideología que te atrapa de adolescente y morirás abrazada a ella y defendiéndola aún con más ahínco que antaño. Desde aquel ya lejano, pero a la vez cercano, primer disco homónimo en el 82, hasta los experimentos de distintas etapas de la historia del grupo, llegando por ahora a este último ‘Joven y arrogante’ de hace literalmente pocos días, solo podemos admirar la chispa, el filo y la clarividencia de Jorge Martínez.

De Avilés, de barrio, pero a la vez de buena familia, que es irreverente hasta en la manera de encararse con el rock n’ roll, ha ido construyendo la historia de nuestro rock elegante, subversivo, transgresor e irreverente. Mucho sexo, drogas y rock n’ roll en los comienzos (sin quitar la mano del fuego si hay que seguir siendo apóstol de la lujuria en estos tiempos mojigatos), pluma afilada, cerebro clarividente y mano dura para o con quien le desafíe. Aún macarra, pero nada hortera, sino más bien azote contra los pusilánimes, solo podemos alabar los 70 años bien aprovechados de la cabeza visible desde siempre del grupo.

Cuando la banda cumplía entonces (más o menos) 30 años, nos decía que “El corazón es un animal extraño”. Ahora apostilla haber llegado hasta aquí con pocas cicatrices mientras que antes nos decía que estaba “Agotado de esperar el fin”. Eso sí, aclaremos que el fin lo pondrá la guadaña del tiempo, pero por ahora sigue vivo, coleando y molestando. Además de, por supuesto, ofreciendo más temazos, más píldoras de filosofía, contracultura y sabiduría.

De hecho, arrancan la gira de presentación del nuevo disco, con varias de las fechas ya agotadas, como por ejemplo en Madrid el día de mi cumpleaños, 9 de mayo, así que probaremos el 14 en La Riviera. Sea donde sea en la ciudad que les veas, será una nueva demostración sobre las tablas de que no tienen rival y que sus canciones, aunque lo parezcan, no son precisamente ni sencillas ni básicas ni banales.

Ilegales, de la mano de nuestro protagonista, han ido escribiendo la contracrónica de la sociedad desde los primeros ochenta hasta ahora. De hecho, les recomiendo a todos ustedes ver los dos documentales del grupo, tanto el completo e irreverente ‘Mi vida entre las hormigas’ e ‘Ilegales 82’, abordando los comienzos del grupo y todo lo relativo al seminal primer disco del grupo, en su 40º aniversario, hace poco. Incluso aconsejo leer las dos biografías del artista/banda, pero eso ya investiguen ustedes, que no se lo vamos a dar todo hecho.

Volviendo a Jorge, que él mismo se define como un gran bocazas, por cierto, es curioso cómo siempre ha sabido llegar a los rockeros con actitud punk e irreverente, pero también a los poperos con una elegancia y falsa banalidad y clarividencia de mensaje. Incluso a los heavies con pose mal encarada y subversión mediante, y por supuesto a los punkies, con vómito social de trasfondo y escupiendo al de enfrente a poco que sepamos rascar en sus letras. Y yendo a su vez Ilegales, y Jorge por extensión, siempre por su camino, el propio, y que enseña al que quiera aprender cómo se deben no hacer las cosas y porqué. Sigue siendo el tipo que asusta a los niños, o debería.

Vive y ensaya en un castillo, y nadie promete que no sea un lord o un vampiro, pero seguro que quedará como figura atemporal que traspasará épocas, fronteras y se convertirá en mito. Un personaje de otra época, que sigue año tras año demostrando que en la vieja escuela es en quien podemos y debemos confiar en estos tiempos tan extraños. Tiempos nuevos, tiempos salvajes, que decían ellos mismos en su momento, mientras se encuentra el rock n’ roll amenazado por advenedizos, fatalistas y meapilas de turno, modernetes incluidos. Por eso son tan necesarios los tipos como Jorge Martínez.

Cuando le apetece mira a los 50, a los 60 e incluso antes para cometer y acometer sus fechorías sonoras. Eso sí, siempre regalándonos momentos de clarividencia, siempre contra la estulticia, en contra de dejar a nadie indiferente y a favor de molestar y meter el dedo en la llaga, en el culo o en el ojo (el orden de los factores no altera el producto). Más sabio disco a disco, y cronista del paso en nuestro país de la bisoñez e idealismo ochentero a la involución actual. Por eso tipos como Jorge Martínez son tan necesarios, y que no nos falte nunca.

Lírica milimétrica, desvergüenza máxima, tontería mínima, agilidad mental y todo desde una aparente sencillez musical que nunca ha sido tal. Y por eso no siempre logra conectar con el respetable y se queda en mero cronista anacrónico o escriba al servicio del pueblo llano. Tonto el que lo lea, o el que no lo sepa interpretar, me permito añadir, ¡mamoncetes!

1.90 de macarrería y actitud, de autenticidad y de no tener un pelo de tonto, ni en la lengua ni en la punta de sus botas de chúpame la punta y bésame el culo. Son botas de siete leguas, de hecho, por aquello de ir siempre un paso o dos por delante. Un tipo tan ilegal que, si no existiera ya, sería imposible inventarlo, porque no hay censura posible que pare su verborrea irreverente y subversiva. Amansado con los años tal vez, pero poco, aunque en realidad es uno de los personajes que le dan sentido a la frase de que más sabe el diablo por viejo que por tener rabo y cuernos.

Nostalgia de los viejos tiempos en los que los tipos que nos marcaban el camino eran personajes duros de verdad, irreverentes por convencimiento y verdaderos granos en el culo de cualquier mente biempensante. SI alguien dice sí, Jorge dirá no. Y si Jorge dice no, nosotros decimos sí. Así era, así ha sido siempre y así será.

Ya nos falta Lemmy, si me permitís el guiño con el principio, y el Boni. Y en algún momento nos faltarán los tipos como Loquillo, César Strawberry, Miguel Costas, El Drogas, Evaristo o Jorge Martínez… y entonces les echaremos verdaderamente de menos y tendrá mucho menos sentido sentirse ilegal. Felicidades y gracias.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Pedazo de resumen celebrando los 70 takos a uno de nuestros músicos rockeros más ilustres como es el gran y mitico JORGE MARTINEZ. Felicidades FIGURA!!!

  • Rocanrolero dice:

    Felicidades a toda una figura clave del rock,únicos e irrepetibles Ilegales! enhorabuena también al autor del artículo, grande!

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