Entrevistas |Adrian Vandenberg (Vandenberg)

«Cuando me uní a David Coverdale, mi banda era tan popular como Whitesnake»

Por: Alfredo Villaescusa

Probablemente muchos asociarán el nombre de Adrian Vandenberg de origen neerlandés a la mítica serpiente blanca, y no sin falta de razón, pues participó en la composición de álbumes tan estratosféricos como ‘1987’ o ‘Slip of the Tongue’, aparte de compartir escenario con el virtuoso Steve Vai. Pero este guitarrista no se quedó atrapado en ese periodo de su trayectoria, sino que posteriormente formó interesantes proyectos como Manic Eden, prosiguió una carrera en solitario con la que ya consiguió introducirse en una posición destacada dentro del mercado norteamericano hasta llegar a ‘Sin’, su último disco de estudio. Toda una vida entregada al hard rock melódico que celebra en una inminente gira peninsular con hasta cinco fechas (19 septiembre, Escenario Santander, 20 Vitoria, Urban Rock, 21 Barcelona, Razzmatazz 2, 22 Madrid, Shoko, 23 Segovia, Teatro Juan Bravo, puedes encontrar entradas aquí). El veterano astro de las seis cuerdas concede un poco de su tiempo a Alfredo Villaescusa.

Vas a recorrerte en escasas horas la península. ¿Qué podemos esperar de los conciertos que tienes programados?

“¡Rock muy ruidoso! Estoy muy orgulloso de la banda que tenemos ahora, con un cantante increíble, va a ser genial. Hace mucho tiempo además desde la última vez que estuve en España, así que lo estoy esperando con ganas. En esta ocasión se trata de una historia diferente, con otra banda y una propuesta mucho más potente, como se imaginarán los que hayan escuchado los últimos discos. Digamos que hay muchos fuegos artificiales”.

¿Cómo recuerdas tu anterior visita a nuestro país?

“Pues fue una aventura para todo el mundo, porque previamente había estado en España con Whitesnake, allá por 1994 o 1997, la verdad es que no puedo acordarme, fue hace tanto tiempo… Lo cierto es que siempre me ha gustado España, todos los años, hacia Navidad o Año Nuevo, mi novia y yo vamos a Valencia a pasar nuestras vacaciones de invierno”.

Los clásicos de Whitesnake tendrán una importancia capital en el repertorio. ¿Qué sientes al tocar esos himnos hoy en día?

“Ha sido una parte muy relevante de mi carrera y además a la gente le encanta. En mi caso, llevo sin tocar ese material por lo menos desde 1998 y resulta todo un desafío hacerlo con esta banda, que son muy buenos, como habrás podido comprobar. Vandenberg como grupo también era muy conocido a comienzos de los ochenta, así como con los dos últimos discos, ‘2020’ y ‘Sin’. Creo que es importante que la gente pague por un concierto en el que sabe que pasará una buena velada, y eso implica escuchar en directo unas cuantas canciones más de las que ya conozcan.

Cuando tocamos cosas como “Here I Go Again” o “Still of the Night” la gente se vuelve loca, porque, como sabes, Whitesnake ya no hace giras. Estoy muy feliz por haber encontrado a un grupo que pueda abordar esas canciones del modo en que lo hacía antaño”.

¿Dirías que tu estancia en Whitesnake fue el culmen de tu carrera?

“Hablando en cierta manera, diría que sí, Whitesnake fue una de las bandas que más vendía en el mundo durante la segunda mitad de los ochenta. Yo era fan de David Coverdale desde que se unió a Deep Purple, por lo que fue genial compartir escenario con él y otros grandes músicos como Rudy Sarzo, Tommy Aldridge, Steve Vai… Fue una época brillante en la que te sentías en la cima del mundo, con giras por Japón, Rusia, Sudamérica…Teniendo en cuenta la actual coyuntura internacional, creo que pasará bastante tiempo hasta que bandas occidentales puedan tocar en Rusia otra vez. Me siento muy privilegiado por haber experimentado todo eso y otras cosas en Whitesnake.

Otro punto relevante en mi carrera fue cuando conseguimos girar con Vandenberg por EE UU junto a Ozzy Osbourne o Kiss, entre otras bandas, pero si tuviera que señalar un punto álgido de mi trayectoria sería Whitesnake, sin duda”.

¿Tienes alguna relación hoy en día con David Coverdale?

“Sí, estamos en contacto con cierta frecuencia. Hablamos de nuestras respectivas familias y también de música, porque han sido muchos años en los que hemos estado de invitados en casa de David cuando teníamos que componer un disco o girar por EE UU. Todavía sigo viviendo en Países Bajos, así que cuando me toca trabajar por allí acostumbro a pasar por su casa. Solíamos tirarnos horas interminables por la noche escuchando todo tipo de música, soul, blues, hard rock, metal o lo que fuera. Luego veíamos una película o seguíamos hablando de música. Ah, y también se cocinaba, por lo que David y su adorable esposa Cindy solían tener peticiones acerca de la comida. Eso era algo que ambos disfrutaban, hacer a la gente feliz, con la comida, la música y todas aquellas cosas que hacen que la vida merezca la pena”.

¿Volverías a tocar con Coverdale si se diera la oportunidad?

“Eso sería como el título de aquella película de James Bond, nunca digas nunca jamás, pero al final se trata de una cuestión de agenda. En estos momentos estamos muy ocupados con Vandenberg, con una gira por España, luego shows en Francia, Bulgaria…Teníamos planeada una gira por EE UU, pero se ha pospuesto al próximo año, por lo que eso nos dejaba con las manos libres, así que el vocalista Mats y yo aceptamos la propuesta de hacer un par de shows en Sudamérica junto a músicos de allí. Pensamos que eso sería una buena base para poder regresar con Vandenberg más adelante, aunque para serte sincero, la verdad es que me gusta tocar en cualquier sitio. Es un sueño tener la capacidad de poder tocar por todo el mundo desde 1982”.

En Whitesnake coincidiste con otro virtuoso como Steve Vai…

“Sí, nos hicimos muy amigos y mantenemos contacto con asiduidad. La gente decía: “Oh, hay demasiada rivalidad entre ambos”, pero eso eran tonterías. La música nunca fue una competición, o por lo menos yo nunca la consideré de esa manera. Formamos ambos un gran equipo porque teníamos estilos completamente diferentes. Para mí, fue un gran desafío ampliar mi técnica de guitarra para poder doblar las partes de Steve Vai, era muy divertido.

Hace unos años, Steve estuvo tocando en Países Bajos, pero a ambos nos sucede que giramos demasiado, por lo que normalmente cuando voy a EE UU, él está en otro país y viceversa. Es difícil coincidir, pero cuando lo hacemos, hay muchas risas, conversaciones sobre música, arte, comida… Es un gran amigo”.

Participaste en su álbum ‘Passion & Warfare’, si no me equivoco…

“Sí, pero fueron un par de palabras en una frase. Steve tenía una canción, instrumental por supuesto, y me pidió que dijera en holandés “la respuesta está siempre ahí fuera”. Esto no lo sabe mucha gente, por lo que la mayoría se volvió loco al escuchar eso y preguntarse: “Wow, ¿qué clase de idioma es este?””.

Posteriormente, te uniste al proyecto Manic Eden con Rudy Sarzo y Tommy Aldridge, ¿supuso un cambio considerable respecto a Whitesnake?

“No demasiado en términos musicales. La gente que sigue mi carrera sabe que siempre ando para adelante y para atrás con el blues y el hard rock. Creo que precisamente ese fue el motivo por el que David Coverdale y yo nos hicimos tan amigos y llegamos a conectar tanto en materia musical. Ambos tuvimos como referencia el blues al iniciar nuestras carreras. Por lo tanto, no supuso una diferencia importante; de hecho, el primer disco que saqué con una banda llamada Teaser tenía una onda similar, monté ese grupo allá por 1975, cuando tenía veinte años”.

Volviendo al presente, ¿qué aporta el vocalista Mats Levén a los clásicos de Whitesnake?

“Como todo el mundo sabe, Mats es un gran cantante. Cuando dejé de trabajar con Ronnie Romero, que también es un gran cantante, a pesar de que nuestras agendas no cuadraran en el caos reinante poscovid, pensé en él para ocupar el puesto, ya que recordaba sus trabajos con Yngwie Malmsteen o con la banda sueca Treat. Le llamé, y eso le sorprendió y le hizo feliz al mismo tiempo, ya que cuando monté Vandenberg’s Moonkings, le decepcionó que no contara con él. Le dije que lo sentía por no haberle tenido en cuenta, pero congeniamos enseguida, porque no solo es un cantante fantástico, sino también un gran frontman, y eso es muy importante para una banda de nuestro estilo, como la mayoría sabe.

Estamos además en la misma onda cuando componemos juntos, nos intercambiamos ideas constantemente y parece funcionar bien la cosa. Supongo que cuando terminemos la gira, en un par de meses o así, no tardaremos en grabar juntos el próximo disco.

A veces, por pura curiosidad, leo los comentarios de actuaciones nuestras en YouTube y la gente alucina con sus interpretaciones de “Crying in the Rain” o “Still of the Night”. Esta banda es increíble, en serio, nuestro batería también es como un joven Tommy Aldridge, que era su ídolo cuando tenía 12 años y por eso lleva su estilo en vena. Tocar con él para mí es como un déjà vu, como si volviera treinta años atrás”.

Hablando de Ronnie Romero, hubo una especie de malentendido con él, ¿no?

“Sí, lo que sucedió es que después del covid fue complicado hacer una gira juntos porque nuestras agendas eran diferentes. Yo no quería esperar seis o siete meses para salir a la carretera, por lo que no fue posible coincidir, a pesar de que me encanta como cantante y también es un tío bastante majo. Nos separamos, pero nos encontramos de vez en cuando en festivales. La última vez nos vimos en Alemania, donde él tocaba con su banda. Entonces nos saludamos, nos dimos la mano, hablamos de lo que pasó, nuestros proyectos… Es una pena que al final la cosa no fructificara entre nosotros, pero me alegro que tanto a él como a mí nos vaya genial en nuestras respectivas bandas”.

¿Volverías por tanto a trabajar con él?

“Me sucede lo mismo que con David Coverdale, nunca digas nunca jamás (risas). Lo curioso del negocio musical es que no sabes lo que pasará en el futuro, ya que en la actualidad para las bandas es muy complicado girar, los gastos son muy elevados, en trasportes, vuelos, pagar al personal…Este es un problema que afecta tanto a grupos grandes como pequeños. Es muy complicado tanto montar giras como financiarlas. Volviendo a tu pregunta, nunca se sabe, como decía James Bond, nunca digas nunca jamás”.

Tu balada “Burning Heart” logró bastante repercusión en EE UU y diría incluso que debería ser un clásico a la altura de cualquier canción de Whitesnake, ¿estás de acuerdo?

“Para ser sincero, estoy muy orgulloso de esa canción. Por aquel entonces ni siquiera imaginaba que se convertiría en todo un clásico o que tendría tanto éxito. Pensé en seguir adelante componiendo buena música. En realidad, cuando me uní a David Coverdale, mi banda era tan popular como Whitesnake en EE UU. Obviamente, al sacar el disco ‘1987’, la cosa explotó y ya se transformaron en algo mucho más grande, con muchos más éxitos que Vandenberg.

No obstante, “Burning Heart” todavía se sigue poniendo bastante en las radios en EE UU hoy en día, algo por lo que me siento muy orgulloso. Ni siquiera podría vislumbrar todo aquello cuando la compuse al piano en casa de mis padres”.

Has editado cerca de una veintena de álbumes. ¿Qué es lo que te falta por hacer a estas alturas?

“¡Seguir haciendo buenos discos! (risas). Para mí, por ejemplo, fue un gran honor que Michael Schenker me invitara a tocar un solo en su próximo trabajo de canciones de UFO, encima fue en uno de mis temas preferidos, “Too Hot to Handle”. UFO era una de mis bandas favoritas en su época y Michael y yo tenemos influencias similares, ambos somos europeos, nos gusta la música clásica…De hecho, Michael Schenker siempre fue uno de mis guitarristas preferidos junto con Brian May, Jeff Beck, Eddie Van Halen… Nadie puede predecir el futuro, ni siquiera yo, pero lo que me gustaría hacer en los próximos años es seguir colaborando con gente y sacar buena música”.

Por último, ¿qué consejo darías a los jóvenes guitarristas que quieran labrarse una trayectoria tan prolífica como la tuya?

“Intentar encontrar su propio lenguaje, si es que puede llamarse así. Aprender a tocar rápido es algo que puede hacer cualquiera a base de práctica y práctica, pero si no tiene un mínimo de emoción, es como si fuera una máquina. Si escuchas solo cinco notas de Brian May, Jimmy Page Jimi Hendrix, Stevie Ray Vaughan, Michael Schenker o Eddie Van Halen, enseguida sabes que son ellos. Creo que eso es lo que hace a la música interesante.

Obviamente, cuando eres joven, te centras en la técnica, lo cual está bien, porque sin eso no puedes expresar tus emociones. Es un poco como hablar, si sabes únicamente dos o tres palabras, no puedes contar una historia, pero si posees buen vocabulario, eres capaz de contar una historia de una manera mucho más interesante. Un buen escritor utiliza las mismas palabras que un mal escritor, pero la diferencia está en que las coloca de una forma que te toca el corazón”.

Alfredo Villaescusa
Etiquetas: , , , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *