Entrevistas |Andy Tillison (The Tangent)
«La inteligencia artificial va a ser algo grande en el campo de la música»
Por: Alfredo Villaescusa
No hay nada como hacer de la necesidad virtud. En un momento de gran actividad para los integrantes de este proyecto progresivo, a los que se podía ver en los escenarios junto a Steve Hackett (Genesis) o Soft Machine, el líder y multiinstrumentista Andy Tillison optó por liarse la manta a la cabeza y dar rienda suelta a las composiciones que había estado acumulando en los últimos tiempos. El resultado fue ‘To Follow Polaris’, un trabajo en solitario en apariencia, pero que no desentona para nada en la trayectoria de este combo nacido en 2002. Alfredo Villaescusa no perdió la oportunidad de charlar con el hombre que se jacta de haber subido el primer archivo MP3 a la red.
¿Por qué el título de ‘To Follow Polaris’?
“Quería hacer un álbum que tratara sobre la verdad, porque existen en el mundo diferentes ideas, teorías, conspiraciones, mentiras o pensamientos políticos. En los últimos años me he preguntado muchas veces qué es la verdad, porque se supone que es algo con lo que puedes contar de antemano y no puede ser debatido. Pensar en esto fue complicado hasta que me di cuenta de que el concepto de Polaris no puede ser discutido, no es como si la Tierra es plana o redonda, si hemos estado o no en la luna o si Donald Trump es o no creyente.
Polaris está en el cielo, en el norte, y a su alrededor pivotan todas las demás estrellas. Eso es así, aunque diga lo contrario Donald Trump o cualquier otra teoría. La gente en tu país y en el mío ha estado navegando durante siglos utilizando Polaris como referencia. Sigamos a algo que sea verdad y tal vez podemos hacerlo mejor de lo que lo hemos hecho en los últimos años”.
Justo me he acordado de una frase que aparece en “The Fine Line” que dice que “existe una delgada línea entre la verdad y los medios”…
“Sí, esa fue de las primeras canciones que escribí para el álbum. Tiene que ver con el hecho de que antes solía seguir bastante a los medios y ni siquiera me planteaba que podría haber otra verdad. Hoy en día tenemos grandes corporaciones mediáticas que dicen una cosa y grandes corporaciones mediáticas que dicen lo contrario. La gente que pierde en este proceso es la que se encuentra en el medio como tú y yo, que se haya en una posición muy incómoda sin saber qué creer”.
En esta ocasión has trabajado en solitario, ¿necesitabas espacio?
“Era una especie de experimento personal que quería probar. Hago muchas otras cosas al margen de The Tangent, como masterización de discos, diseño de portadas y cosas así, pero creo que he llegado ya a un punto en el que puedo comenzar un disco sin haber compuesto ni una sola nota y poder llevarlo a su fin. Con esta idea comencé a componer, pero al final me acabó saliendo un álbum de The Tangent. Lo llamé The Tangent (For One), pero con la vista puesta en recuperar el formato habitual en el futuro.
Ha sido un año muy ocupado para los miembros de la banda, con proyectos junto a Steve Hackett, Soft Machine, David Cross, Cyan o Karnataka, por lo que esto era algo que tenía que hacer, así que seguí hacia adelante. En esta misma habitación, precisamente, fue donde hice todo. En esta misma silla hice hasta la portada, todo en este ordenador”.
¿Qué les pareció al resto de componentes la idea de hacer un álbum por tu cuenta?
“Primero les pregunté si les parecía bien y me dijeron que siguiera adelante, lo que denota lo buenos amigos que son. Les pareció genial que hiciera un disco por mi cuenta, se alegraron por mí, pero también empezamos a mirar cosas para el próximo trabajo de The Tangent, porque es algo que nos suele llevar bastante tiempo. Por lo menos me ahorré todas esas terribles conversaciones al enviar o recibir material” (risas).
¿Y no te impuso un poco lo de ocuparte de todos los aspectos de un álbum?
“Claro, había instrumentos que nunca antes había tocado. Por ejemplo, lo más complicado me resultó la batería, que la llevaba sin tocar desde que tenía veinte años. El bajo también fue todo un reto, porque hacía siglos que no lo tocaba y esta banda precisamente tiene a Jonas Reingold, que es uno de los mejores bajistas del mundo. Para conseguir esto, tenía muy claro lo que quería, así que solo me faltaba practicar una y otra vez hasta lograr hacerlo bien. Creo que al final conseguí un buen resultado, en lo que respecta a mis habilidades, pero tuve que trabajar muy duro.
En el bajo, por ejemplo, no tenía la suficiente destreza para hacer lo que quería, así que lo dividí en diferentes secciones y recordé todos los consejos que me había dado Jonas al tocar el bajo. Simplemente grabé y grabé las cosas hasta que conseguí hacerlas bien, o por lo menos como Jonas lo hubiera hecho.
Me llevó mucho tiempo grabar el disco. Creo que lo peor de todo fue la soledad, porque no tenía a nadie emocionado diciéndome: “¡Es genial! ¡Sigue por ahí!”. La verdad es que sí que eché de menos eso, porque a mí me gusta componer con una banda, pero fue toda una aventura, una aventura sentado en este mismo sillón”.
¿No opinas que este lanzamiento podría considerarse más un trabajo en solitario que un álbum de The Tangent?
“El grupo lleva ya 22 años en activo y yo he estado presente en todos los discos, aparte de componer el 95% de la música. Los otros miembros también hacían aportaciones, pero la mayor parte del material era mío. Cuando hablamos de The Tangent no hablamos de algo tipo The Rolling Stones o The Beatles, han existido infinidad de componentes diferentes, pero la idea de la banda siempre ha estado allí.
Esta vez estoy solo yo, pero he hecho las típicas cosas de The Tangent. Es rock progresivo con algunas influencias modernas, con un toque de jazz fusión a veces, elementos de hip hop, R&B y cosas de esas. Así es cómo suena un disco de The Tangent, no es un trabajo en solitario, no”.
¿Te inspiraste en la labor realizada por los otros miembros en el pasado?
“Por supuesto. Cuando meto a alguien en el grupo no es para que haga lo que yo digo, sino para ver lo que puede aportarme. Sé lo que es eso, porque yo mismo trabajo para otros artistas que dicen cosas del estilo de “¿Puedes hacer eso de otra manera?”, etc.
Yo no funciono así, les dejo libertad para que hagan lo que quieran y luego trabajo sobre eso mismo. Jonas, por ejemplo, puede cambiar por completo el aire de una canción, si quiere, al igual que el resto de componentes del grupo. Yo he intentado no ser solo una persona haciendo un disco, sino cinco a la vez. Pude incluso tener una discusión entre el batería y el bajo acerca de cómo debería ser el ritmo de una canción, porque quería que sonara como una banda, depende de otra gente juzgar si lo he hecho bien o no”.
¿Estarás tentado de volver a utilizar este formato más económico en el futuro?
“Obviamente, había trabajado de esta forma más veces en el pasado, pero eran cosas de música electrónica o jazz fusión, nunca con un disco de The Tangent. Respecto a lo que me preguntas, no sé qué contestarte. Tengo 64 años, quizás ya no haga más discos (risas)…O quizás haga otros veinte, no lo sé. En el mundo en el que vivimos nadie puede saber lo que pasará a continuación”.
Diría que a nivel de letras es un álbum muy optimista, ¿no?
“Totalmente. En mis discos suele haber un tono bastante negativo respecto a cosas que están sucediendo en el mundo, los medios, las mentiras, la gente que pasa penurias económicas, racismo, sexismo, transfobia… Todas esas cosas las considero malas para el mundo y por eso escribo sobre ellas, pero intento siempre dar un toque positivo a todo ello al imaginar lo que pasaría si eleváramos nuestras metas. Precisamente, seguir Polaris es un ejemplo a la hora de ponerse grandes objetivos y aspirar a lo más alto. Quiero ser optimista, pero tampoco el líder de los que digan que todo es bonito”.
¿Vas a hacer algún tipo de gira para presentar este disco?
“No, de momento no hay planes al respecto. Conseguimos hacer un concierto el año pasado, pero actualmente todo el mundo está muy ocupado y luego en mi caso hay algunos asuntos familiares que requieren mi presencia aquí. La labor principal de The Tangent es hacer discos, aunque también nos gusta tocar cuando se puede, pero eso nunca ha sido lo primordial. Volveremos a juntarnos en un escenario en el futuro, seguramente para promocionar el próximo disco”.
Eres un gran aficionado a la tecnología, hasta el punto de que subiste a la red el primer MP3 solo un día después de que se creara el software para ello. ¿Amenaza a los artistas la inteligencia artificial?
“Creo que va a ser algo grande en el campo de la música. Adoro el hecho de que en esta misma habitación en la que hablamos pueda disponer de un gran piano, un Hammond o cualquier otro sintetizador que puedas imaginar. Estoy convencido de que si estos recursos hubieran aparecido en los setenta, gente como Rick Wakeman los hubiera utilizado, al igual que Keith Emerson. Llevo utilizando ordenadores para componer desde 1985, pero en mi propia música siempre exijo tocar todo, del mismo modo en que lo hacen mis colaboradores, no programamos nada con el ratón ni tampoco empleamos muchas secuencias que impidan tocar algo.
La inteligencia artificial es algo completamente diferente, pero no por ello voy a decir que es una mierda. Los DJs llevan años haciendo música muy interesante sin utilizar instrumentos, uniendo canciones y discos hasta crear algo nuevo. La inteligencia artificial me permitiría convertirme en una especie de director de orquesta y decir quiero esto o lo otro. Siempre he estado al tanto de las novedades tecnológicas, pero eh, tengo 64 años, todavía no sé en qué quedará todo esto. Intuyo que generaciones jóvenes y gente como yo podrán hacer cosas maravillosas con ese recurso. Mientras tanto, seguiré haciendo cosas maravillosas con las manos y la tecnología que empleo actualmente”.
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1 comentario
Un placer haber visto y escuchao estos dos buenos temas y videoclips impregnados del mejor Rock Progresivo por parte de este veterano musicazo como es Andy Tyllison bajo el manto de THE TANGENT. Me encanta la portada de su nuevo álbum de estudio.