LO ÚLTIMO

Entrevista a Pelle Almqvist (The Hives): “Incluso cuando nos odiamos entre nosotros, nos gusta tocar en directo”

Los que tengáis en vuestro poder La Heavy nº 474 ya habréis podido leer la entrevista con el cantante, más centrada en la salida de ‘The Hives Forever Forever The Hives’, el séptimo álbum de los suecos. Ahora Juan Destroyer nos trae la segunda parte de su encuentro con Pelle Almqvist, donde se profundiza en diversos hitos de los más de 30 años de historia y su marcada identidad como banda, con los conciertos del sábado 1 de noviembre en Barcelona (Sant Jordi Club) y del domingo 1 en Madrid (Palacio de Deportes) como otro de los focos de acción.

Según le doy al play a la grabadora, Pelle Almqvist señala mi camiseta de Ghost. “Soy amigo de Tobias, trabajó duro durante una década y ahora son muy populares, hasta ha conseguido un número uno en Billboard (medio de comunicación estadounidense que mide las ventas y las audiencias), ¡es verdaderamente genial!”.

Aunque la entrevista la hagamos en inglés, cuando nos han presentado se ha dirigido a mí en un más que correcto castellano del que Pelle también hace gala en los conciertos en España. Debió ser un estudiante aplicado. “Tuve clases de español durante dos años en el colegio. Aprendí lo básico y luego simplemente intenté practicarlo cuando venía aquí. Cuando empezamos a venir, hace como 20 años, había menos gente que hablara inglés y nos era útil para pedir comida y esas cosas. Pero me gusta mucho hablar español, por alguna razón me resulta más fácil que otros idiomas que intenté, como el alemán o el francés”. Le comento que yo aprendí más inglés leyendo las letras de los grupos que en el colegio. “Tuve una etapa en que escuchaba hardcore punk en español y me sonaba muy guay, creo que es un buen idioma para ese estilo. Intentaba entender lo que estaban cantando, pero solo lo pillaba a veces”.

Estamos haciendo la entrevista en el estudio de MariskalRock Radio, donde hay decenas de fotos de Mariskal Romero junto a algunas de las más grandes estrellas del rock y el metal, y en este punto se disculpa porque se le van los ojos. “No puedo dejar de mirar, ¡qué oficina tan guay! Los que estáis leyendo esto no podéis verlo, pero, ¡cómo mola!”.

Los conciertos del 1 de noviembre en el Sant Jordi Club de Barcelona y del día 2 en el Palacio de Deportes de Madrid van a suponer el reto de convocatoria más grande acometido hasta ahora por la banda en España, pero no es el único territorio en que The Hives sigue cotizando al alza. “Va a ser la gira más grande que hemos hecho, con los recintos más grandes en los que hayamos tocado, lo cual es un poco raro después de 33 años y unos 25 como banda profesional. Hablé hace poco con Iggy Pop y me dijo que lo mejor de su carrera es que todavía sigue creciendo, que tiene más público ahora que hace 40 años. Es posible ir a más poco a poco, solo hay que saber mantenerse y aguantar lo suficiente. Cuando has tocado muchas veces antes, empiezas a hacer conciertos más grandes, es algo muy orgánico, un boca a boca de la gente diciendo a sus amigos que tienen que venir a ver a The Hives.
Así ha funcionado casi siempre”.

Foto: Pao Duell

Cómo han cambiado los tiempos. En los comienzos del rock and roll, las bandas se hacían famosas a los 20 años, desarrollaban una carrera increíble durante una década, y se separan siendo treintañeros. Ahora los grupos pueden estar años solo para conseguir asomar un poco la cabeza. “Sí, es verdad, se necesita mucho tiempo para asentar una banda de rock. Una vez conocí a un músico de electrónica noruego, muy conocido en ese mundo, que me dijo: “Lo único que tenéis que hacer es manteneros unidos, porque todos los demás grupos se van a separar, si seguís juntos, acabaréis siendo la banda más grande de vuestra época”. Puede que tenga razón, no lo sé. Nosotros seguimos juntos porque queremos, pero está claro que hoy en día hace falta mucho tiempo para hacerse popular en el rock hoy en día”. Vuelve a señalar mi camiseta de Ghost. Su inusitada popularidad es uno de los temas de moda en cualquier corrillo rockero de cualquier país, imagínate en Suecia. “Incluso invirtiendo mucho dinero desde el principio, le llevó como 10 años triunfar, pero ya ves, ahora son enormes. Nunca se sabe”.

Al tratarse de un proyecto unipersonal, lo de Tobias Forge es un caso aparte, pero para una banda, evidentemente, mantenerse unidos es parte del secreto, y en su caso solo han tenido un cambio en la formación, cuando en 2013 el bajista Mattias Bernvall (Dr. Matt Destruction) fue sustituido por Johan Gustafsson (The Johan and Only). ¿Es porque ha prevalecido la amistad o más bien porque cada uno tiene su propio espacio? “Ambas. Somos muy buenos amigos, pero también necesitas poner un poco de distancia de vez en cuando. Vivimos bastante lejos unos de otros y creo que eso ayuda. Nos tomamos descansos, pero siempre estuvimos de acuerdo en que íbamos a seguir tocando en directo. Nos gusta hacer conciertos, incluso cuando nos odiamos entre nosotros, nos gusta tocar en directo. Y si haces conciertos, sigues siendo una banda, es lo que la mantiene unida. Es como en un matrimonio: ¿cómo se mantiene unido? Pues no divorciándote. Eso no significa que lo estés pasando bien todo el tiempo, solo significa que no te has divorciado. Mantener una banda unida y seguir pasándolo bien es otra cuestión. No estoy seguro del cómo, pero el caso es que hemos sabido hacerlo”.

“Muchos conciertos acaban pareciendo Eurovisión con tanta luz, eso para mí no es rock. Giramos con AC/DC o The Rolling Stones y esas sí son bandas de rock”

Retornamos a la nueva gira, en la que, dado que van a tocar en recintos más grandes, podrán también llevar más producción escénica, pero no esperes grandes alardes, esa no es la esencia de The Hives. “Siempre hemos pensado que nosotros éramos el espectáculo, también porque al principio no podíamos permitirnos una producción, ni luces extra ni nada. Solo queríamos encender los amplis, subir el volumen y rockear, así pensábamos que debía ser, y ahora que tocamos en sitios más grandes, creo que vamos a mantenerlo así. He visto muchos conciertos que acaban pareciendo Eurovisión con tanta luz, y eso para mí no es rock. Giramos con AC/DC o con The Rolling Stones y esas sí son bandas de rock. Tenían algún efecto al principio del show, o algo puntual después, pero el resto era iluminación normal, simplemente tocaban y era genial, así que creo que en nuestro caso la mayoría del show va a ser así también”. Frente a las bandas que ya rara vez quedan para ensayar las canciones, pero sí lo hacen para ver cómo quedan las sincronizaciones de luces y vídeo. “Eso es Eurovisión, una coreografía. Yo quiero que sea un concierto de rock salvaje y que el técnico de luces tenga que seguirnos el ritmo. Nosotros vamos a hacer lo queramos y él que se las arregle, no voy a planear dónde estaré cuando pase tal cosa. Por eso tampoco quiero pirotecnia, parece que estás distrayendo a la gente de lo que de verdad importa”.

Hay músicos cuyos recuerdos son difusos con el paso de los años, pero él tiene bien presentes sus primeros conciertos en Madrid y Barcelona. “Lo que más recuerdas normalmente son las primeras veces que tocas, como en Gruta 77 (16 de febrero de 2001), todos esos primeros conciertos son míticos: llegabas con la furgoneta, descargabas el equipo, tocabas, te ibas de fiesta toda la noche y a la mañana siguiente rumbo a otra ciudad. Fue en ese concierto y en otro anterior que no recuerdo la sala (probablemente Ktedral en 1998) donde conocí a la gente con la que aún quedo cuando estoy en Madrid. En cuanto a Barcelona, después de uno de nuestros primeros conciertos nos fuimos a la playa a seguir la fiesta, serían como las 10 de la mañana y de repente se abrió una trampilla en el suelo de la que salieron como 500 ravers, parecían salidos de un apocalipsis zombi. Supongo que la rave en el búnker subterráneo acababa de terminar. Fue algo muy exótico de ver viniendo de Suecia, nunca antes había visto a un raver. También recuerdo un gran concierto en la sala Apolo. Lo que más se te queda son las primeras veces, porque lo ves todo con ojos nuevos, luego acabas repitiendo las mismas cosas: “Ah, estamos en Madrid, quiero ir a comer otra vez a este sitio”. Se vuelve más una rutina”. Y nunca vino expresamente de vacaciones aquí, pero sí que “alguna vez cambié el vuelo de vuelta a casa porque me encanta estar aquí, aunque ahora hace mucho calor, al menos para un sueco”.

Foto: Pao Duell

The Hives es la banda más grande de aquella hornada de rock escandinavo que surgió en los 90 y la única que ha tenido verdadero éxito comercial a nivel mundial. “Nos han metido en muchos sacos distintos. Cuando empezamos a girar formábamos parte de una especie de escena hardcore. Hicimos gira con Refused, que en Suecia no se consideraba una banda de rock en absoluto, era más bien del mundo del metal y el hardcore. Luego giramos con The Hellacopters, que eran como los abuelos de esa nueva ola de rock sueco, lo que nosotros llamábamos action rock. Después de eso nos asociaron con The Strokes y The White Stripes y tocábamos con esas bandas u otras de ese tipo. Han habido muchas escenas diferentes en las que nos han encasillado, y me encantan todas esas bandas que he citado, pero siempre sentí que nosotros estábamos un poco al margen, no encajábamos del todo, teníamos nuestro propio rollo. Me encantaba tocar con ellos, pero no sentía que perteneciéramos a ninguno de esos movimientos. Quizá ese sea el secreto, que no estábamos totalmente inmersos en ninguna escena, íbamos a lo nuestro. En cuanto al éxito mainstream, no solo hay que ser bueno, hay que tener suerte y estar en el momento adecuado. Ya sabes, como Guns N’ Roses: si hubieran salido cinco años antes o cinco después, no habría funcionado igual”.

Leí en una especie de biografía reducida del grupo mandada desde la management, que podrían haber sido mucho más grandes si hubieran aprendido a ceder. “Sí, mucha gente nos dice eso. Cosas del tipo “Quizás no deberíais haber metido una canción de hardcore punk en el disco”, o lo que sea, pero yo miro el conjunto”. No se arrepiente de los trenes que perdieron por obcecarse con sus convicciones. “Es difícil saber cuánto habría cambiado todo. Cuando empezamos a despegar decidimos que nos gustaba hacer nuestros propios conciertos y rechazamos ir de teloneros de bandas como U2 o Green Day. No sé si eso nos habría ayudado mucho, mucha gente cree que sí y puede que tuvieran razón, pero estoy contento con el punto en el que estamos, hemos trabajado muy duro, acertamos en unas cosas, nos equivocamos en otras... pero está bien, así es la vida, no me preocupa demasiado. Me hace gracia pensar en cuánta gente nos ha dicho: “¿No seríais mucho más grandes si fuerais más suaves?”. Creo que lo que realmente quieren decir es: “¿No seríais más grandes si sonaseis como Coldplay?”. Pero eso ya no es ceder, eso es cambiarlo todo, hacer música completamente distinta, y estoy seguro de que Coldplay son mejores siendo Coldplay que nosotros intentando parecernos a ellos”.

Foto: Pablo Gandara

En esa misma hoja de prensa leí que, por cuestión de echarle actitud, graban los discos con los trajes de escenario. No es un caso único, quedándonos en España, así lo hace también Loquillo. “Suenas mejor, tienes que estar metido en tu personaje para hacerlo bien. No es exactamente un personaje, es como ponerse la pintura de guerra, como cuando Iron Man se pone la armadura. Ayuda a meterte en el papel, sientes que de verdad está ocurriendo algo importante, más aún en los conciertos. Una vez que tocábamos con Turbonegro perdieron todo su equipo en el vuelo, así que tuvieron que tocar con ropa normal, sin sus uniformes, y fue muy triste, parecían sentirse incómodos, tímidos, raros, como si odiaran estar ahí. Ahí fue cuando decidimos que nunca íbamos a actuar sin nuestros trajes. Llevamos los uniformes con nosotros, los pasamos por las aduanas a mano, no podemos permitirnos perderlos, son importantes para sentirnos nosotros mismos”. Preferiría salir enfermo a cantar que sin su traje. “Lo he hecho muchas veces, aunque duela, se puede soportar”.

Cuenta la leyenda que Joe Strummer (The Clash) llegó a decir de ellos que habían salvado al rock ‘n’ roll. “Fue al principio, en el año 2000 o 2001, algo así. Dimos un concierto en Nueva York, vino hacia mí, empezó a hablarme y eso fue lo primero que me dijo. Fue muy guay, algo muy bonito, porque además yo era un gran fan suyo”. Otro gran piropo vino de la mano de Keith Richards, que los nombró los sucesores naturales de The Rolling Stones. “Nos lo dijo en persona, pero en algunas entrevistas también, incluso en su libro. No sé si tiene razón, tendremos que seguir otros 40 años para saberlo, pero me siento muy halagado. Tenemos que seguir, confío más en él que en mí mismo, debe estar en lo cierto, ¡es Keith Richards! Cuando The Rolling Stones se retiren el resto sabremos hasta dónde podemos llegar. Ellos empezaron muy pronto, como nosotros. Estuvieron unos años parados porque se enfadaron entre ellos, y algo parecido nos pasó a nosotros. Hemos seguido un camino similar, solo que ellos son mucho más populares, ya sabes, y no creo que nunca hubieran metido una canción como “O.C.D.O.D.” –tema de su último LP a ritmo de hardcore- en un disco. Ellos son mucho mejores comprometiéndose con un estilo y guardando un equilibrio”.

Fotos: Pao Duell

The Hives son unos de los protagonistas del número 474 de La Heavy, que pronto cederá su sitio en los kioscos al 475 (que ya está a la venta en nuestra tienda online con Fito & Fitipaldis al frente). Sabaton se hacía con la portada de un número en el que también te esperan Iron Maiden, Judas Priest, la despedida de Ozzy Osbourne, Guns N’ Roses desde Wacken, Powerwolf desde Leyendas del Rock y muchísimos más. Corre en estos últimos días a tu kiosco, aunque siempre podrás encontrar los números anteriores al mes en curso en nuestra tienda online.

Juan Destroyer
¡Sígueme!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MariskalRock.com
Resumen de privacidad

Desde este panel podrá configurar las cookies que el sitio web puede instalar en su navegador, excepto las cookies técnicas o funcionales que son necesarias para la navegación y la utilización de las diferentes opciones o servicios que se ofrecen.

Las cookies seleccionadas indican que el usuario autoriza la instalación en su navegador y el tratamiento de datos bajo las condiciones reflejadas en la Política de cookies.

El usuario puede marcar o desmarcar el selector según se desee aceptar o rechazar la instalación de cookies.