Entrevistas |Eric Baule (Moonloop)

«Si algo hemos aprendido en estos últimos años, es que muchos planes no salen como uno quiere»

Por: Alfredo Villaescusa

Con una trayectoria que se remonta a 2001 y un notable cúmulo de experiencias como haber compartido escenario con figuras de la categoría de Anathema, Leaves Eyes o Draconian, se han plantado estos catalanes con un soberbio tercer trabajo llamado ‘Fate In Motion’, que funde conocimientos procedentes de la geología, mitología o el universo en toda su magnitud. El vocalista, guitarrista y teclista Eric Baule, que compara el minucioso proceso compositivo de la banda con la alquimia, concede unos minutos a Alfredo Villaescusa.

Creo que siete años separan ‘Fate In Motion’ de vuestro anterior disco ‘Devocean’. ¿Qué ha pasado en este tiempo? ¿Ha habido algún cambio de formación, ¿verdad?

“Ha pasado de todo, pero como hemos sido perseverantes y queríamos materializar este álbum pese a las dificultades, al final el tiempo de gestación se ha demorado unos dos años más respecto a cuando debía estar terminado. Inicialmente hubo cambios de formación en 2019, luego sufrimos el parón mundial que implicó la pandemia, y después ya fuimos trabajando seriamente en el disco, pero con muchos palos en las ruedas.

En este período de tiempo, nos afectaron los nuevos cambios de formación, los problemas técnicos y demoras vinculadas a los estudios de grabación, y también los parones provocados por nuestras propias agendas. En cuanto a la formación actual, nuestro bajista Marc está con nosotros desde finales de 2021, y hace poco que entró Alexander como guitarrista, pero desde 2019 ya han pasado por la banda dos guitarristas y otro bajista”.

¿De dónde viene el título de ‘Fate In Motion’, por cierto?

“El título viene del resultado de escuchar todas las canciones terminadas como si se tratara de un viaje, o como si fueran un cuadro al que miras con perspectiva. Una vez capté la sensación que me transmitía el pack musical completo, otro factor determinante fue la temática de las letras, y así nació “El destino en movimiento”.

Si algo hemos aprendido en estos últimos años, es que muchos planes no salen como uno quiere, y lejos de señalar, muchas veces aprendes a aceptar lo que ocurre adaptándote a las circunstancias, mientras que, por otro lado, observas tus propias acciones y entiendes por qué se manifiestan ciertos caminos tortuosos. Aprender de la experiencia y mantenerse firmes, a pesar de los baches y los errores, da como resultado asumir que la vida se mueve, y debes adaptarte teniendo claro al mismo tiempo hacia dónde te diriges”.

En “Cosmic Matter” veo algunos fragmentos que me recuerdan a los últimos Amorphis. ¿Son una influencia? ¿Qué otras bandas destacaríais en este sentido?

“Conocemos a Amorphis, pero ninguno de nosotros es seguidor de su música ni tampoco son una influencia consciente, aunque nos gustan. Esta canción fue escrita por Christian, el guitarrista que entró en la banda en 2019 y se marchó a finales de 2022, y musicalmente contiene ciertos elementos que no son los “típicos” de nuestro sonido, por este motivo tal vez suene diferente a lo que solemos hacer.

Predominan las voces limpias, el riff es machacón, los acordes suenan asequibles, y la estructura no es complicada porque no nos vamos por ciertos laberintos progresivos, y en este sentido, es algo que también hemos buscado en este disco. Nos gusta componer locuras y dejarnos llevar, pero cada vez con más coherencia dentro de nuestra libertad. Esta canción fue sometida a una readaptación y a un cambio de dirección por mi parte para poderla llevar más a mi terreno, ya que, en el momento de grabar guitarras y voces, me encontré siendo el único guitarrista en la banda.

Como influencias, nuestra lista es eterna y abarca múltiples estilos, desde bandas de progresivo clásico y moderno, pasando por el metal extremo y metal clásico, hasta el rock, la música de raíces, e incluso el pop y la electrónica. Aun así, puedo citar a artistas obvios como Death, Opeth, Cynic, Morbid Angel, Devin Townsend, Tool, Dream Theater, Porcupine Tree, Meshuggah, Pink Floyd, Satriani & Vai, Faith No More, Alice in Chains, King Crimson, Enslaved, Voyager, Vola, o Gojira, pero te aseguro que la lista es infinita”.

Me parece importante destacar la producción tan nítida y robusta que habéis logrado en ‘Fate In Motion’. ¿Ha sido complicado alcanzar ese punto de cocción idóneo?

“Ha sido fácil gracias a que Eloi Boucherie, el ingeniero encargado de la mezcla y mastering, captó lo que buscábamos al cabo de un par de mezclas de prueba en su estudio Farm of Sounds. Durante la gestación del disco perdimos un poco la perspectiva debido a que las pistas de batería habían pasado por dos estudios de grabación distintos, pero en Farm of Sounds al fin conseguimos materializar lo que teníamos en mente.

Para este álbum queríamos sonar más orgánicos, pero sin perder fuerza, y aunque tuvimos problemas con las pistas de batería que conciernen a los platos porque se perdieron algunas frecuencias a causa de haberlas editado previamente en dos estudios distintos, ahora estamos muy satisfechos con el resultado. Eloi además es buen amigo de Martín Méndez de Opeth, y Martín nos prestó su equipo para llevar a cabo la reamplificación del bajo, así que, entre esto, y que trabajar con Eloi ha sido un gustazo por su calidad humana y profesionalidad, por fin hemos podido respirar hondo después de haber vivido un proceso de gestación previo muy angustiante”.

Del mismo modo, supongo que la composición requerirá bastante tiempo. ¿Cómo es realmente ese proceso?

“Solemos ser lentos en lo que respecta a crear y dar por terminadas las canciones, salvo algunas excepciones puntuales. El método de trabajo parte de dos fuentes, siendo la primera el hecho de compartir con la banda las demos que yo grabo en casa, para más tarde someterlas a ensayos y a modificaciones posteriores en función de ver qué nos transmite la idea, y también poner atención en si nos resulta natural tocarla. Por otro lado, muchas ideas también nacen a raíz de improvisar en el local junto a Raúl (batería), a menudo surgen riffs o pasajes interesantes que trato de no olvidar para así grabarlos en casa y obtener así un boceto de lo que puede convertirse más tarde en una canción”.

Diría que vuestra música es un puente entre el progresivo y el metal extremo, pero creo que tiráis más hacia lo segundo. ¿Cuál es vuestra opinión?

“Estamos de acuerdo en que nos decantamos más hacia el metal extremo que hacia el progresivo estricto, y esto fue una decisión consciente que tomamos hace bastantes años. Cuando la banda nació en 2001, nuestras canciones eran un cúmulo de influencias irregulares y muy variadas, en las que podías encontrarte temas más relajados, progresivos, o con esencia rockera, y por otro lado canciones mucho más extremas, en las que las transiciones eran bastante abruptas, hasta que tuvimos la necesidad de marcar ciertas líneas a seguir para darle un sentido más coherente a todo.

Una vez tuvimos claro que ciertos enfoques y elementos no entrarían, fue más fácil concentrarse en seguir mezclando estilos y estados de ánimo, pero siempre con un denominador común que implicara no salirse de ciertos parámetros. Así quedó definida nuestra forma de crear y sonar, siempre con una base metalera, extrema y compleja, pero con aportes de calma y luz en pasajes puntuales. No es fácil abarcar varios estilos e influencias a la hora de crear para poder obtener como resultado algo sólido.

Todo esto requiere saber cuándo hay que sacrificar ideas, o permitir que la música te hable y te pida qué es lo que necesita en lugar de meter por narices lo que tú crees que es mejor. ¡Es toda una alquimia!”.

¿Qué hay acerca de la portada? ¿Representa algún sitio en concreto?

“La imagen de la portada pertenece a un fotógrafo estadounidense llamado Cody York y está tomada en un lugar del desierto de Arizona llamado White Pocket. La imagen nos impactó y nos gustó de inmediato, pues contiene elementos que necesitábamos representar en la portada como resumen de los contenidos que habitan en las letras del disco. El agua es un requisito permanente en nuestras portadas, y en este caso no es agua de mar, pero se trata de un agua estancada y oscura que refleja las estrellas que hay en el cielo.

En este aspecto, las letras de “Cosmic Matter” y “Arrival” encajan a la perfección por sus connotaciones hacia el espacio, el universo, y a la visita de unos seres que vienen a advertir a la humanidad, pero también entran canciones como “Mask”, “New Dark Reality”, y “Awaken”. Las letras de estas tres canciones contienen elementos más personales y sociales, pero también explican cómo la realidad en la que estamos es un mero reflejo de cómo somos, pensamos, sentimos, y actuamos, así que el agua reflejando el cielo conecta con ese concepto.

El paisaje rocoso nos conecta directamente con canciones como “Portal” y “Garghoul”, siendo la primera un viaje a través de un portal del tiempo imaginario en el que explico cómo era la zona de Barcelona y sus alrededores hace unos 6 millones de años. En esta pieza, de 13 minutos de duración, expongo cierta terminología científica relacionada con la geología y la paleontología, incluyo elementos toponímicos relacionados con la geografía de esta zona, y también pongo de manifiesto fenómenos naturales, como cambios de clima o las transgresiones y regresiones marinas, que vendrían a ser las subidas y bajadas del nivel del mar a través de millones de años.

En “Garghoul” nos encontramos con un escenario apocalíptico y onírico, formado por aguas turbulentas con rocas retorcidas y oscuras, que son el caldo de cultivo idóneo para que surja una criatura monstruosa de grandes dimensiones, que a su vez es sinónimo de destrucción y creación”.

¿Habrá gira de presentación del disco? ¿Qué fechas podéis anunciar en estos momentos?

“El disco vio la luz en plataformas el 30 de agosto, y la versión física salió a la venta el 6 de septiembre. El concierto de presentación tuvo lugar el 14 de septiembre en Barcelona, ya que nos interesaba presentar el álbum en directo coincidiendo con la fecha de su salida, y desde entonces hemos tratado de gestionar más fechas sin éxito, ya que la mayoría de salas tienen las agendas completas, o nuestros contactos no han fructificado. En estos momentos estamos concentrados en los ensayos junto a Alexander, nuestro nuevo guitarrista, y también estamos preparando un nuevo videoclip para continuar promocionando el álbum, pero sin duda tenemos muy claro que queremos salir a los escenarios para dar a conocer ‘Fate in Motion’ en directo”.

Como ya has comentado, vuestras letras tratan temas tan diversos como la mitología, geología o experiencias personales, entre otros asuntos…

“Correcto, así es. Yo me encargo de escribirlas siempre, y en mi cabeza habita un gran cúmulo de temáticas. Me gusta desarrollar desde conceptos relacionados con el mar, las ciencias de la tierra, la ecología, o la mitología, hasta cosas más personales. En ‘Fate in Motion’ convergen todos estos elementos, incluyendo textos que están inspirados en todo lo vivido y experimentado en el transcurso de tiempo que ha durado la gestación de este disco, como por ejemplo la pandemia, el modo en el que nos mostramos en las redes sociales, la forma en la que los medios de comunicación transmiten los acontecimientos, o cómo veo el mundo en general. ¡Muchas gracias por esta interesante entrevista!”.

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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

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