Entrevistas |Ramón Arratia (Monóxido)

«Monóxido cavó su propia tumba metiéndose con todos los colectivos»

Por: Fede DeMarko

Monóxido lo ha hecho, ha vuelto para luego desaparecer, al puro estilo de Jesucristo o la novia de Forrest Gump. La banda capitaneada por Ramón Arratia, que colgó los chándales hace cuatro años, nos presenta ‘¡Ay la Marijose!’, álbum póstumo del combo vallisoletano que rescata material de antaño y lo adapta con el toque satírico y humorístico a la tesitura política y social actual. Fede DeMarko, milenial tardío y de los primeros de la generación Z, conversa con un pedazo de boomer de la talla de Ramón, para cancelarle, señalar sus “red flags” y, de paso, ya que estamos, indagar en los entresijos de lo último que veremos de Monóxido como agrupación y de su porvenir como solista bajo el nombre de Rodaja J. Lonchas.

La pregunta es básica pero obligada. Nunca en mi vida he visto un disco que se autodenomina como “álbum póstumo”, mucho menos por parte de una banda que ya estaba inactiva para luego volver a desaparecer. ¡Es de película de Berlanga! Cuéntame cómo surge la idea, ¿los descartes de otros discos que has usado para componer este, hasta cuándo se remontan?

"A ver, yo creo que es más fácil de lo que parece. Es el disco de una banda que está extinta, que no toca en directo y que tenía mucha lefa acumulada y ha decidido publicar los temas sin intención de volver. Monóxido cavó su propia tumba metiéndose con todos los colectivos, pero nos quedaban algunos, como la generación Z, a la que damos caña en este álbum.

También queríamos hacer un disco pausado, dejando los temas reposar, cogiendo sustancia y darle cien mil vueltas y rebuscar las letras hasta que estuviéramos a gusto. Un poco un álbum final después de varios años de nuestra disolución, para celebrar lo que hicimos y poner el listón un poco más alto, que tampoco era tan difícil".

En general, háblame del proceso de creación de este vuestro último álbum.

"Un poco desordenado, la verdad, sobre todo el principio del proceso creativo. Había riffs desperdigados en audios de móvil, ordenadores, emails. Había conceptos como “Unsuscribe de Yisuscrai”, que llevaban tiempo ahí sin transformarse. Había rimas que voy acumulando en las notas del teléfono. Había canciones de otros grupos míos que no las veía para esos grupos y las hemos robado para Monóxido.

Ha habido una pandemia, donde además yo me corté mucho de dar la chapa a la gente cantando en directo. Había muchísimo acumulado y ha sido difícil hilvanarlo todo. El final del proceso ha sido todo muy ordenado. Cuando los temas estaban claros, ya David de la Plaza, que ha sido nuestro productor, nos ha ayudado con las estructuras y empezábamos a grabar en orden todo. Baterías, guitarras y bajo. Escuchar todo y retocar letras. Y cantar, mezclar, masterizar".

Cuéntame acerca de “Marijose y los okupas” y en qué te inspiraste para crear esta letra. ¿Crees que España tiene un grave problema de esta índole o tal vez se sobredimensiona para distraer de agravios de mayor importancia?

"La causa de ese sobredimensionamiento es que las empresas de alarmas y seguridad saben exactamente la relación entre miedos y ventas. Y cuanto más visual sea la imagen, más invasiva, más sentido de la injusticia, más miedo genera. No hay nada tan potente como que se metan en tu casa, no solo un rato para robar, sino permanentemente, usando tus dispositivos íntimos. Y es muy fácil generar contenidos en medios y amplificar historias en redes sociales para generar miedo y conversación en las fruterías y televisiones mañaneras.

Queríamos darle el toque de humor y de ironía de que era el butanero y no okupas, y queríamos contar la historia desde la vecina cotilla, que siempre da mucho juego. Que se imagina cómo toman drogaína en el salón o usan su consolador. Y luego el vídeo lo hemos hecho poco literal contando la historia de diferente manera".

Yo creo que fallar un penalti a lo panenka es de las cosas más humillantes que puede vivir un futbolista y una de las cosas más graciosas de presenciar para un espectador. ¿Cuál dirías que es la cagada de pena máxima más graciosa que has visto? Cuéntame de qué va “Soy el que falla el penalti a lo panenka”.

"Monóxido siempre ha ido de celebrar el fracaso, de ser dos gordos y dos calvos, de chiflar poco, siempre hemos sido del Tato Abadía, de Ablanedo, de N’Kono, del perfil bajo. Tampoco es que hubiéramos aspirado a más. La reivindicación del fracaso ha estado presente en cada disco con temas como “Fracaso en La Gaunas”, “Soy un menos uno”, “Losers”, “Expectativa 10, realidad -1”. El éxito está sobrevalorado. La profundidad de vivir sin presión de éxito todavía no se valora. Además no sabemos lo que es.

Nico dice que vio a Palermo fallar tres penaltis seguidos contra Colombia. De niño a mí me marcó el penalti de Eloy ante Bélgica, que nos apeó en cuartos en México 86. No son graciosas precisamente. Quizá lo más gracioso es que yo, al que llamaban el puto gordo, paré mogollón de penaltis de niño. Ahora creo que las cagadas más gordas las hemos hecho de músicos olvidándonos letras o dejándonos el Whammy encendido con el tono desafinado".

Cuéntame el porqué de cerrar el telón definitivamente con Monóxido y qué veremos de diferente en tu nuevo proyecto en solitario.

"Monóxido hizo lo que tenía que hacer: meterse con todo el mundo. Y eso obviamente te cierra las puertas. Teníamos una misión y ya está hecha. La gente que nos tenía que escuchar nos ha escuchado. Y luego que cada uno está con sus movidas: Nico ha sacado cuatro discos en solitario, Germán es el líder de la Electrocharanga Electromotores, Fran toca en Sentinel y tiene un niño pequeño, y a mí se me ha pasado la crisis de los cuarenta ya.

Rodaja J. Lonchas es un multiproyecto. He sacado cuatro temas, más light que Monóxido y con letras con su gracia pero sin ser humor. Pero estoy trabajando en otras cosas como versiones de canciones famosas pop y rock en inglés de los 80 pero cantando solo “Lolailo” o un grupo de folk metal basado mucho en los ritmos castellanos, como la jota pero con las guitarras afinadas en Do abierto".

“Cuñao” es sin duda la que más gracia me ha hecho de todas. Si te has fijado, a día de hoy, al “cuñao” le ha salido su antítesis: la “charo”, igual de repelente que su contraparte facha, pero esta vez sustenta los intereses de la izquierda más rancia y sistémica. ¿Qué opinas al respecto?

"Hemos dado bien de caña al facherío, diría que en proporción 99 contra 1, pero hemos recibido más quejas de la izquierda moralista y buenista. Nos han dicho lo que tenemos que escribir y lo que no. Nos han baneado de ciertos festivales y eventos de izquierda, además de todo lo que ya teníamos de prohibición en ayuntamientos de la derecha. Eso siendo bastante más de izquierdas que el grupo de rock medio, que ya es de izquierda de por sí, aunque luego envejezcan mal.
Salir con camisetas de CCCP generó muchas expectativas que no hemos cumplido ideológicamente".

Yo creo que lo más gracioso de “Boomer” es que la base rítmica está inspirada en una base “boom bap” noventera, algo no muy moderno, precisamente. ¿Creéis que las nuevas generaciones son más “flojas” o más bien es una burla de los viejales que repiten este tópico una y otra vez?

"Las dos. Era dar caña a nuestros hijos, que se creen muy duros pero no saben lo que es una entrada de Goikoetxea ni jugar en campos de tierra. Era coger todas esas cosas que te joroban de la Generación Z e ir haciendo rimas desempolvando chorradas nostálgicas de los 80. Pero también el aceptar que eso mismo es cuñadismo, que es lo que somos a estas edades los rockeros, estamos más cerca de jugar a la brisca que de entender a la juventud".

Háblame del término “me cago en ros”, en mi vida he escuchado algo parecido y tengo miedo que se me quede pegado al escuchar el disco. Imagino que es un eufemismo para faltarle el respeto al señor de la sotana.

"No me jodas, Fede, ¿de dónde eres? Vente para Castilla, que se usa mucho. Ros, Sos y Diosle son la santísima trinidad. Sí, eufemismos tradicionales que usamos en las profundidades de la meseta. En su día sacamos la canción “Creo en Ros” cambiándole la letra al credo. Y el “Primo nuestro”. Somos un grupo de culto, de culto a Ros, nuestra deidad castellana. Y la liturgia más ortodoxa, comulgando con risketos y bebiendo clarete, no se negocia".

Escucha '¡Ay, la Marijose!' en Spotify:

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