Lo primero, ¿cómo ha sido la trayectoria del grupo? Creo que tenéis ya dos discos de estudio, aparte de otros sencillos o el presente EP, ¿verdad?

“Desde los 16 o 17 años hemos mostrado inquietud por la música rock, nos juntábamos en una bajera en las tardes de verano para tocar. No teníamos bajo, en su lugar, teníamos una guitarra clásica que tenía que competir contra dos guitarras eléctricas, amplis infernales y una batería, todo un reto. Pero así empezamos, haciendo versiones de los grupos que nos molaban: La Polla, Piperrak, Reincidentes… lo que escuchábamos en aquella época. Teníamos nuestro cuarteto Dementzia, muy punk y juvenil, pero así empezamos a hacer nuestros propios temas y grabamos una maqueta.

En 2015 ya nació Leytz, en forma de trío y con otras influencias más de corriente americana. Teníamos ciertas inquietudes a nivel de interpretación y composición que hemos ido puliendo en estos años. En 2016 grabamos nuestro primer disco ‘Memorias’, que fue nuestra presentación como banda.

En 2020 hicimos ‘Tecnosapiens’, una apuesta más fuerte por impulsar la banda, aunque con la pandemia fue todo un poco raro y difícil para el rock en directo. De esos dos discos aprendimos mucho y creo que hemos llegado a nuestra mejor versión con ‘Sigue ardiendo’, del cual estamos superorgullosos y nos sentimos reconocidos como banda al escuchar los temas”.

¿Por qué el título de ‘Sigue ardiendo’?

“Como ves, ya son unos cuantos años dando caña los que llevamos y para una banda como nosotros no es nada fácil costear todo lo que supone tener un grupo. Muchas veces es ir a contracorriente de la música que se escucha, moverte mucho para tocar, para que te escuchen, y siempre de manera independiente.

Pero a nosotros nos apasiona, queremos hacer esta música, guste o no, sentimos que nos llena, que culturalmente es algo muy valioso, y sobre todo, que mantiene la esencia de lo que es el rock, fuerza, mensaje y actitud. De ahí lo de “sigue ardiendo” como lema del EP. Aunque la tendencia general sea lo banal y la inmediatez, nosotros tratamos de darle a la música el valor que merece”.

En dicho tema contáis con Mai Medina de Ciclonautas, ¿cómo se gestó dicha colaboración? ¿Es Ciclonautas una banda en la que os soléis fijar como modelo?

“Fuimos a conocer a nuestro productor Adrián Vallejo en sus Estudios Musiikki y casualmente estaba grabando el último disco de Ciclonautas, ‘Ecdisis’. Vimos que la relación entre ambos era muy estrecha y nosotros con la astucia de unos zorros aprovechamos mientras grabábamos para soltar un comentario como: “Bua, quedaría increíble la voz de Mai en un tema de estos”, a lo que Adrián se puso inmediatamente en contacto con Mai y aceptó encantado.

Estamos infinitamente agradecidos, es un lujo contar con una voz así en ‘Sigue ardiendo’, pero aparte de eso, conocerle y estar con él es sin duda lo mejor de la experiencia. Además, el resultado de la colaboración ha sido brutal, estamos encantados.

Ciclonautas es un grupazo, referente a nivel nacional, sin duda, y por tanto, banda en la que fijarse. Creo que compartirán mucho de lo que he comentado anteriormente, porque así se nota en sus canciones. Quizás en cuanto a estilo no tenemos tantas similitudes, pero que haya un grupo así y de nuestra tierra es un lujo”.

Diría que vuestra música bebe sobre todo del rock alternativo de los noventa, pero también de bandas patrias tipo Sôber. ¿Es así?

“No es la primera vez que nos mencionan a Sôber al escucharnos, pero te diría que no. Hay algo que creo que compartimos con ellos que es la búsqueda de melodías reconocibles, algo en lo que Carlos Escobedo es un maestro. Pero siendo sincero, nosotros hemos mamado más de bandas como Berri Txarrak, Foo Fighters, Biffy Clyro o Rise Against”.

Creo que poseéis un notable talento para las letras, ¿sois grandes lectores? ¿Os interesa la literatura?

“Es cierto que desde el principio hemos tratado de no ir a la rima fácil, buscar la libre interpretación en muchos casos de según qué letras. A veces no es fácil transmitir el mensaje que quieres o no siempre encuentras las palabras adecuadas, todo es un proceso. Pero creo que esa profunda búsqueda también nos ha llevado a este punto, en este disco hemos tenido especial cuidado en las letras y sin duda hemos logrado nuestra mejor versión. En el rock, lo que dices y cómo lo dices es muy importante”.

Hablando del disco en concreto, “Sin filtros” parece una crítica contra la manipulación informativa y lo que nos ocultan desde altas instancias. ¿Es así?

““Sin filtros” creo que se define muy bien con el propio título, es una canción directa y con un mensaje muy actual. Cada vez se echa más en falta gente auténtica, hay mucha peña cegada con la apariencia, parece que si no eres de una determinada manera o piensas de manera diferente no vas a ser aceptado.

Se alimenta mucho esto con las redes sociales, la gente quiere ser como el o la infuencer de turno, vestir igual, comer lo mismo, hablar igual, y al fin y al cabo, llegar a ser como él o ella. En realidad, el mensaje es que más allá de todo esto, hay que tratar de ser uno mismo, que no te importe tanto lo que piensen de ti y buscar mejores referentes que te ayuden a tener un propósito de valor en la vida”.

La portada es impresionante, ¿quién la hizo?

“Totalmente de acuerdo. Nos la hizo nuestro amigo Kike Muñoz, al igual que todo el diseño del disco. Creo que ha captado a la perfección lo que queríamos transmitir con la portada. Es cierto que le dimos unas cuantas vueltas, pero el resultado es inmejorable. Casualmente, Kike también ha trabajado en temas de diseño y ha producido algún videoclip de Ciclonautas, parece que les perseguimos” (risas).

¿Hay fechas de directo confirmadas en estos momentos?

“Sí. A la vista tenemos varios: 14 junio La Ley Seca, Zaragoza; el 29 junio, Sartaguda, Navarra; 3 julio Black Rose, Burlada (Navarra); y el 18 agosto Tafalla (Navarra). Y alguna más que de momento nos callamos… esperemos poder seguir haciendo ruido en muchos sitios más”.

Por cierto, ¿de dónde viene el nombre Leytz?

“Leytz es un nombre propio, proviene del árabe, nosotros hicimos una traducción fonética que nos parecía bastante fiel a como sonaba. Buscábamos algo diferente, impersonal, corto y con lo que sentirnos representados. Esperamos crear un símbolo y darle significado al nombre de Leytz a través de nuestras canciones”.

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Alfredo Villaescusa

Eclecticismo en vena. No hay nadie que no dispare el viernes por la noche, ni hay quien esquive los disparos.

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