Entrevistas |Sulo (Diamond Dogs)

«“Tutti Frutti” era una canción abiertamente homosexual»

Por: Alfredo Villaescusa

Foto: Tobias Annerfeldt.

Hay tareas que casi llevan escrito a fuego quiénes serían los perfectos encargados de llevarlas a cabo. Los suecos Diamond Dogs tienen un tema llamado “Lunatic Eye-Rolling Delivery” que hace referencia a una reseña de un concierto de Little Richard, pero seguro que no imaginaban entonces que décadas después asumirían junto al veterano guitarrista Chris Spedding la responsabilidad de realizar un homenaje a ese mismo pionero del rock n’ roll. Precisamente, el cancionero escogido para ‘Macon Georgia Giant’ será una de las bases fundamentales del repertorio que ofrecerán los escandinavos en el vitoriano Azkena Rock Festival, que se celebrará del 19 al 21 de junio. Alfredo Villaescusa quiere saber más al respecto, así que no duda en contactar con el siempre afable vocalista Sulo.

¿Puedes recordar la primera vez que escuchaste a Little Richard?

“Claro, tendría como cinco años. Por aquel entonces, daban en la tele una serie llamada ‘Happy Days’, que en Suecia era muy importante, no sé si pasaría lo mismo en otros países… Era como un show de los años cincuenta, con un tipo llamado… No recuerdo el nombre, pero era la verdadera estrella de aquel programa y tenía recopilaciones con los títulos ‘Fonzi’s Favourites’, había volumen uno y volumen dos. Recuerdo que la primera canción de todas era “Rip It Up” de Little Richard y entonces pensé: “¡Dios, esto es lo que tienes que hacer en la vida!”” (risas).

Mucha gente dice que sin él no hubieran existido ni The Beatles ni The Rolling Stones…

“Su legado es enorme. Para empezar, escribía sus propias canciones y además hizo el rock n’ roll crudo, lo llevó a un nivel de crudeza ni siquiera alcanzado por nadie de esa generación. Con sus canciones y las de Chuck Berry probablemente no necesites nada más, porque eso es el núcleo del rock n’ roll. La cadencia, la actitud… todo está ahí. Su voz era increíble y su manera de tocar el piano era primitiva, y como decían en una reseña, “con giro de ojos de lunático” (ndr: Lunatic eye-rolling delivery), una frase que tomamos prestada para una canción de la primera época de Diamond Dogs (risas).

Estaba muy por encima del resto y rompía barreras como nadie lo había hecho hasta entonces. Era una especie de rebelde por la manera en que actuaba o su forma de hablar de sí mismo, puesto que se definía como “arquitecto del rock n’ roll”.

Sin Little Richard no hubiéramos tenido a James Brown, ni a Prince. El propio James Brown dijo que podría dejar de cantar porque había un cantante mejor pululando por ahí. Encima, fue la persona que llevó a Sam Cooke a Europa, se lo llevó en 1961 e hicieron un par de shows en Brighton. Ian Hunter de Mott The Hopple estuvo ahí y les vio entonces. Ah, y la influencia número uno de Paul McCartney es Little Richard”.

Curiosamente, el mes pasado se estrenó el documental “I Am Everything” basado en su figura…

“Sí, me encantó. Era la historia real, una historia triste en cierta manera, se declaró gay a los quince años y su familia le echó de casa porque su padre era un predicador baptista. Por aquel entonces, había una especie de circo por EE UU en el que la gente pagaba para ver a gente extraña, así que se unió a ellos y tocó con transexuales. Luego acabó en el negocio de la música porque empezó a frecuentar Dew Drop Inn, un lugar donde se juntaban criminales, prostitutas y había gente tocando toda la noche. De hecho, muchas de sus primeras canciones proceden de ese sitio.

“Tutti Frutti”, por ejemplo, era una canción abiertamente homosexual, tuvieron que cambiar la letra y todo. La letra original decía: “Tutti Frutti, cogeré tu culo…” (risas). Cuando dicho tema se hizo popular, la discográfica estaba muy preocupada por la letra, así que encargaron a una mujer que la volviera a escribir. La verdad es que no me había dado cuenta, pero si nos paramos a pensar, “Tutti Frutti” y “Dew Drop Inn” son las primeras canciones homosexuales de la historia. ¡Y acabaron siendo clásicos del rock n’ roll!”.

No ensayasteis ni nada antes de grabar, ¿no?

“Exactamente, fue a la vieja usanza. Sin ensayar nada. Cogimos las canciones, pillamos el tono y adelante. Grabamos unas once canciones en diez horas. Me acuerdo que cuando grababa mis partes vocales, Chris Spedding me dijo: “¡Suenas fantástico, casi como él!” (risas). Estoy muy orgulloso de todo el trabajo que hemos realizado, porque suena genial, como debería sonar. Por cierto, mencionar que la mayoría de las canciones las he cantado en el tono original”.

Creo que la favorita de Chris Spedding era “Send Me Some Loving”, ¿hay algún tema en particular que te llame de la misma manera?

“Sí, “Shake A Hand”. Es una canción que lo tiene todo. En aquellos primeros días del rock n’ roll las letras deberían ser igual de importantes que la música, daos la mano, ser amigos, va de todo eso. Me gusta la manera en que está compuesta, así como sus líneas vocales. Hemos quedado muy satisfechos en este último aspecto, como te he dicho antes.

Hemos recuperado también un tema llamado “Great Gosh A’Mighty”, que Little Richard grabó en los ochenta cuando estaba haciendo música para películas en Hollywood. Lo escribió junto a Billy Preston, que también tocó con The Rolling Stones.

La única grabación que había era de los ochenta, así la cogimos y la grabamos en directo, no creo que la hubieran grabado si hubiera aparecido a finales de los sesenta o en los setenta. Salió genial. Es como una canción góspel a mayor velocidad, lo cual es bastante divertido”.

¿Sentiste algún tipo de respeto al cantar canciones tan míticas?

“Claro, pero fue Chris Spedding el que me dijo que mi voz era perfecta para esto, lo que me aportó un extra de confianza a la hora de abordar el asunto. Para ser sincero, estoy sorprendido, e incluso impactado, acerca de lo bien que salió todo, no creo que muchas bandas hoy en día sea capaces de hacer un tributo a Little Richard. Mandé un enlace a mis promotores en Inglaterra y me dijeron: “¡Es increíble! ¡La gente se va a volver loca!”. Si Little Richard era grande en Suecia, en Inglaterra era enorme. Estaba en todas partes en su época. Creo que hacer esto nos ha otorgado más respeto que nunca en Inglaterra”.

¿Little Richard sería cancelado hoy en día?

“Bueno, era un tipo que siempre llamaba la atención, porque tenía un estilo muy marcado. Si tienes en cuenta toda la confianza en sí mismo que tuvo que sacar cuando su familia le expulsó, su historia es todavía más impresionante. Le vi en directo tres veces y recuerdo muy bien la primera, cuando después de una intro que decía que el rey había vuelto, apareció encima del piano con un traje brillante, fue una entrada espectacular” (risas).

¿Te vestirás en los conciertos de manera similar a él?

“¡Nunca se sabe!” (risas).

Vais a regresar este año al festival Azkena por tercera o cuarta vez. ¿Qué recuerdos te trae ese lugar?

“Hay una sala en Bilbao del mismo nombre, ¿es también parte del festival o es una cosa diferente?”.

A pesar de que comparten nombre, no tiene nada que ver…

“Ah vale, pues es que ahí fue donde hicimos nuestro primer concierto en la península. De hecho, hace dos giras se me acercó un tipo y me dio un CD grabado de aquel primer concierto en España. Fue genial”.

¿El repertorio será una mezcla de Little Richard y Diamond Dogs?

“Claro, será como una especie de grandes éxitos. En la gira pasada vendimos todos los discos que llevábamos entre Barcelona y Madrid, las dos primeras fechas del tour. Es un país muy rockero donde gusta de verdad el rock, así que le damos a la gente cada noche un concierto de dos horas. Es un buen matrimonio” (risas).

Volviendo a la pregunta de antes, ¿en qué piensas cuando te mencionan el festival Azkena?

“Pues me acuerdo de inmediato la vez en la que Roky Erickson tocaba antes que nosotros. Fue algo muy interesante porque durante el concierto miraba al guitarrista continuamente y le decía qué canción tocar. Cuando al final la gente empezó a chillar pidiendo bises, le dije a Roky: “Deberías tocar una más”. Y él me preguntó: “¿Cuál?”. Como si yo estuviera en la banda o algo así (risas). Entonces le dije: “Haz “The Wind and More””. Y él contestó: “Vale”. Hay recuerdos muy agradables del festival Azkena, algunos ni siquiera se pueden contar” (risas).

¿Conoces a algún grupo del cartel de este año?

“Por supuesto, ahí están nuestros compañeros de The Hellacopters. No conozco con detalle el cartel, pero está bien coincidir con Manic Street Preachers, soy un gran fan suyo, al igual que con P.I.L. o Lucinda Williams. Pero a los que estamos más unidos es a The Hellacopters, porque casi hemos crecido juntos. Siempre hay buena conexión.

De hecho, Boba (ndr: Anders Carl Lindström “Boba Fett”, teclista y guitarrista de The Hellacopters y Diamond Dogs) y yo vamos a hacer un álbum juntos para celebrar que llevamos tocando cuarenta años, es algo increíble. Teníamos 16 años cuando formamos el primer grupo, ya que éramos de la misma ciudad, y ahora coincidimos ambos en el mismo festival, es alucinante. ¡Será una celebración para los dos!”.

Diamond Dogs & Chris Spedding serán uno de los grupos que estarán en el vitoriano Azkena Rock Festival junto a John Fogerty, Manic Street Preachers, Dead Kennedys, Buzzcocks o Turbonegro, entre muchos otros. Las campas de Mendizabala (Vitoria) esperarán a todos los aficionados rockeros del 19 al 21 de junio. Puedes hacerte ya con las entradas en este enlace.

Diamond Dogs & Chris Spedding se encuentran entre los contenidos destacados del número 468 de La Heavy. Dream Theater se han hecho con la portada de este número del mes de febrero, donde también aparecen Sôber, Saurom, Jinjer, Lacuna Coil, Led Zeppelin, Manowar o AC/DC entre muchos otros. Corre a tu kiosco o visita nuestra tienda online para no perderte nada.

Alfredo Villaescusa
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