El frío comentario de Lemmy Kilmister (Motörhead) a propósito de la muerte de Kurt Cobain (Nirvana)

En unos años 90 en el que decenas de bandas trataron de reinventar su sonido de cara a las nuevas generaciones, Motörhead se mantuvo fiel a su estilo. De hecho, cuando le preguntaron directamente a Lemmy Kilmister por los cambios de estilo de bandas como Metallica, Slayer o Venom, todo en el marco de una entrevista recientemente subida al canal Guitar Lizard, Lemmy no tuvo ningún reparo en responder: “Estamos encallados. No nos importa una mierda. Creemos que lo que hacemos está okay sin cambiar lo que hacemos demasiado. Lo cambiamos un poco, pero no mucho. Estoy bastante satisfecho con lo que hacemos”.

Esta evolución (o, por lo menos, experimentación estilística) del mundo del rock respondió en cierta medida a la creciente escena del grunge, liderada por combos como Nirvana, Pearl Jam o Soundgarden. Miles de fans culparon directa e injustamente a estas bandas de la transformación de sus ídolos. ¿Y Lemmy? ¿Cuál era su visión de la escena del estado de Washington? Ni odio, ni nada: indiferencia absoluta y total. Por lo menos, eso se extrae de sus frías declaraciones al ser cuestionado sobre el suicidio de Kurt Cobain, vocalista y guitarrista de Nirvana: “Era bueno. Ya no es bueno”.

Estas palabras, reflejo de una sociedad en la que, en gran medida, la salud mental no estaba en el foco, resultaron ser un mero chascarrillo de una estrella del rock. Pura pose. Y es que la realidad es que Kilmister, apenas un par de años después, expresó sus condolencias al mismísimo Dave Grohl, tal y como el ahora líder de los Foo Fighters recordó en el funeral del bajista y vocalista de Motörhead: “[Cuando nos conocimos] Lo primero que me dijo fue: “Hey, siento lo que le sucedió a tu amigo”. En ese momento, pasó de ser una estrella de rock cabrona, audaz y bebedora de whisky a ser una estrella del rock cabrona, audaz, bebedora de whisky y con corazón”.

Lemmy Kilmister nos dejó un 28 de diciembre de 2015 por complicaciones derivadas de un cáncer diagnosticado apenas dos días antes de su muerte; sus 48 últimas horas de vida fueron relatadas por su manager, Todd Singerman, en unas emocionantes declaraciones. Tras este fatal desenlace, el mundo del rock expresó sus condolencias ante la inesperada pérdida y, desde entonces, los homenajes a su figura no han dejado de sucederse. De hecho, hace unas semanas descubrimos que un festival británico iba a recrear el camerino del mismísimo Lemmy, así como que una productora se encuentra realizando un formato de animación protagonizado por, entre otras estrellas del rock, Ozzy Osbourne o el malogrado líder de Motörhead.

PARA LEER MÁS:

• Mikkey Dee recuerda lo “dura” que fue la última gira de Motörhead, con Lemmy Kilmister cada vez más enfermo: “El que no quería parar era él”
• Slash (Guns N’ Roses), “desanimado” por no tener a Lemmy (Motörhead) en su disco: “No me acostumbro a que no esté aquí”
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