El nombre del añorado Ozzy Osbourne a menudo solía ir asociado a historias rocambolescas. No hace mucho recordamos que intentó clavar un tenedor a Ronnie James Dio la primera vez que coincidieron. Pero otro episodio curioso fue cuando el Madman arrojó una botella de whisky a un mánager al explotar su cabreo por “la estafa” que sufría Black Sabbath.
Aunque Black Sabbath enfrentó muchos desafíos en el camino, el problema que probablemente agravó todos los demás fue la mala suerte legendaria de la banda de Birmingham con representantes depredadores, principalmente en la figura de Patrick Meehan, cuyos actos indebidos contribuyeron inadvertidamente a moldear ‘Sabotage’ en lo que llegó a ser.
En una entrevista reciente con Appetite for Distortion, Derek Shulman de Gentle Giant comentó que conocía bien por lo que estaba pasando Black Sabbath, ya que ambas bandas tuvieron al mismo representante durante un tiempo. El tema surgió cuando le pidieron que contara “una anécdota graciosa que recordara” al mencionar a Ozzy Osbourne, a lo que respondió la siguiente historia.
Estas fueron sus palabras: “Hubo una en particular que no fue una experiencia divertida, pero ciertamente es una que recuerdo. Teníamos a los mismos representantes, y me enteré de que nos estaban estafando a ambos, a nosotros y a un par de bandas más que también manejaban. Todos nos reunimos en una sala con la agencia de management... Antes de eso les dije, me lo dijo nuestro road manager, que trabajaba para la compañía, que nos estaban estafando, pero a ellos les estaban estafando aún más”.
Los diferentes músicos pidieron cuentas: “En fin, tuvimos una reunión en su oficina en Londres, y Tony Iommi dijo: “Escuchamos que no estamos recibiendo lo que nos corresponde. Y de hecho, por lo que entendimos, nuestras casas y los coches que están a nuestro nombre no nos pertenecen. Y la agencia respondió: “Bueno, eso no es del todo cierto. En realidad hay una empresa que maneja todo”. Y Ozzy dijo: “Solo decidme la verdad, ¿nuestras casas, nuestros coches y nuestra música nos pertenecen o no?””.
La respuesta no agradó para nada a Ozzy: “El representante dijo: “Bueno, en realidad no, nos pertenecen a nosotros”. Ozzy tenía una botella de whisky escocés, que ya estaba medio bebida, y le dijo: “Hijo de puta”, y le lanzó la botella directamente. Le pasó rozando, a menos de un centímetro, golpeó la pared del fondo y se hizo pedazos por todos lados. Y todos salimos de esa sala. Fue una situación muy desagradable. Y, lamentablemente, ellos no son dueños de sus primeros cuatro discos. Nosotros pudimos salir de nuestro contrato; Capitol Records financió nuestra salida. Pero sí, a ellos les estafaron seriamente”.
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