Crónicas
Suru + Red Soil: Abrasivo melodeath
«Pocas formas mejores hay de recibir el fin de semana despejando los nubarrones de la vida cotidiana que al incinerador calor de un buen concierto de metal extremo»
7 junio 2019
Sala Barracudas, Madrid
Texto y fotos: Jason Cenador
Pocas formas mejores hay de recibir el fin de semana despejando los nubarrones de la vida cotidiana que al incinerador calor de un buen concierto de metal extremo, y por ello recalamos en la Sala Barracudas de Madrid para disfrutar de dos combos que, en diferentes esferas del género, tienen muchos argumentos para observar el futuro con entusiasmo y ambición.
En un contexto ideal para entrar rápido en materia, un bar de por sí rockero y de aforo relativamente reducido aunque prácticamente completo, saltaban a escena los primeros de la noche, dispuestos a aplastar el silencio con la fiereza de un death metal melódico, de inclinación más bien contemporánea y un tanto rudo, más centrado en el avasallamiento que en los preciosismos melódicos aunque sin renunciar a una bienvenida musicalidad. Hablamos de Red Soil, un conjunto venido de Vila-Real que también demostró haber mamado de lo lindo de la escuela de Gotemburgo.
Los castellonenses se encuentran defendiendo en vivo su primer elepé, ‘Nemesis’, al que pertenecen el grueso de los cortes que emergieron a borbotones de los altavoces de un local cuyo equipo no se antoja el mejor para aprecian con la debida limpidez un género tan poderoso a la par que técnico. Lejos del mejor sonido posible debido a las circunstancias, el grupo exhibió un formidable saber estar sobre el escenario y no titubeó a la hora de dejarse la piel en temas como “Chaos”, “Heroes” o “My Name, My Enemy”. Persiguieron en todo momento hacerse con el favor del respetable y lo consiguieron apelando constantemente a su entrega, desde el primer momento en que instaron a que se acercase lo máximo posible al escenario, y bajando de cuando en cuando a tocar entre el gentío.
El segundo y último combo en liza encarna una de las grandes promesas del panorama extremo y melódico de nuestra escena y cuenta también con algún que otro exitoso escarceo internacional que lo refrenda, como el que les llevó a la gélida Finlandia el pasado año. No en vano, su melodeath tiene más elementos de la escena de aquel país, pues bajo el ocurrente apelativo de “Brutal Goth”, encierra salvajes ritmos, lúcidas melodías y vistazos ocasionales al gohic metal facturado en aquellas latitudes, con esos ramalazos melancólicos irresistibles entrelazados con brutalidad y virtuosismo. Suru parecía, a oídos de quien escribe, una garantía de buen concierto y a veces, solo a veces, las cosas salen como uno espera: lo suyo fue un conciertazo en toda regla.
Pese a que la calidad del sonido en la sala seguía lejos de lo deseable, el conjunto afincado entre Madrid y Toledo y encabezado por el vocalista Álvar exhibió desde el primer instante una comunión absoluta con las decenas de personas que dotaban de un gran aspecto al lugar, bajo una máxima que no tardó en proclamar el frontman: “Sin vosotros, no somos nada; con vosotros, somos invencibles”.
Las certeras y despiadadas percusiones por parte del gran Nitro, una bestia parda con la baquetas en la mano, sustentaban toda una mole sonora robustecida por el bajo de Guille y culminada con la potencia y la brillantez de las guitarras de Miguel y Dani, que frecuentemente describen evocadoras líneas bajo unas voces, las del mentado Álvar, devastadoramente guturales o profundamente melódicas, según lo demande la canción.
Fueron los temas de su último compacto hasta la fecha, un ‘Purgatory’ en el que oscurecieron y embrutecieron más su sonido con respecto a su predecesor, los que empuñaron el cetro de mando del repertorio, en el que emocionaron especialmente la propia “Purgatory”, “Invincible”, “Darkness Within” – que en este caso no contó con la colaboración de Diva Satánica que posee su original –, la iracunda “Liar” o, ya en la recta final, una rotunda e incontestable “Into the Grave”. También hubo tiempo de volver la vista atrás hacia su primer álbum, ‘Catharsis’, que cuenta ya con siete años desde que vio la luz allá por 2012 y del que recuperaron con acierto “In Your Face”; o hacia todo un clásico del death metal melódico como es el “Misery’s Crown” de los suecos Dark Tranquillity, calurosamente recibido por el personal.
También tornaron su mirada a un futuro álbum que ya empieza a coger forma con la mitad de los temas prácticamente compuestos y nos deleitaron con una nueva pieza titulada “Cold Embrace”, en la que sorprendió una intermitente base electrónica y cuyas logradas y trabajadas melodías nos convencieron al instante, instauradas ocasionalmente en guitarras bien dobladas y, eso sí, erguidas sobre una auténtica apisonadora de metal extremo.
Como los integrantes de la banda son personas afables y simpáticas, algo frecuente en bandas cuyas sonoridades evocarían lo contrario frente a aquellos que abren los ojos como camaleones nada más escuchar una voz gutural o una guitarra bien distorsionada, hubo tiempo para cantar el cumpleaños feliz a Dani, uno de los guitarristas, y corear, Belcebú sabe a santo de qué, el famoso “Clavelitos” presenté en el bagaje de toda tuna que se precie. Aunque ahora que uno lo piensa, había por ahí un personaje que iba vestido por el estilo y llegó a subir al escenario, de modo que quizá fue el inductor en la sombra. Ramalazos de sentido del humor que terminaron por colorear una velada en la que la oscuridad y la brutalidad sonora que armonizó a la perfección con un disfrute ideal para inaugurar el fin de semana. Tras esta dosis de alto voltaje, irse a la cama no era una opción.
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1 comentario
Dos bandas que para nuestra escena Death de raíz melódica vendrán muy bien y esa noche madrileña estuvieron muy a la altura ambas formaciones.