Crónicas
Vivo X El Rock con Marilyn Manson, Avenged Sevenfold o The Hives: Una esperada resurrección
«Más de 35.000 asistentes de todo Perú y Sudamérica se congregaron en Vivo x el Rock 2025, que puede presumir de haber sido un éxito; la organización ya mira con ilusión hacia su próxima edición»
29 marzo 2025
Lurin Live, Lima (Perú)
Texto: Siwar Project y Hughes Vanhoucke. Fotos: Hughes Vanhoucke
En Perú, los grandes festivales aún están dando sus primeros pasos. Tras seis años de silencio, Vivo x el Rock resucitó a finales de marzo de la mano de su nuevo propietario, Kandavu. El cartel ofrecía casi cincuenta bandas repartidas en cinco escenarios durante un festival de 12 horas celebrado en el recinto Lurín Live, a un tiro de piedra del sur de Lima, entre la Panamericana Sur y la playa bordeada de palmeras de Lurín.
La propuesta: rock en todas sus vertientes, con artistas internacionales en los escenarios principales y talento nacional en los secundarios. Finalmente, más de 35.000 asistentes de todo Perú y Sudamérica se congregaron en Vivo x el Rock 2025, que —salvo por algunos detalles— puede presumir de haber sido un éxito. La organización ya mira con ilusión hacia su próxima edición.
Vivo x el Rock fue uno de los pocos festivales donde se podía conseguir cerveza fría en latas de casi medio litro, algo de agradecer con temperaturas que rondaban los 25 grados y un sol que no dio tregua durante toda la tarde.
El caos del tráfico hizo que llegase con algo de retraso al recinto. La primera banda a la que asistí fue M.A.S.A.C.R.E, que este año celebra su 40º aniversario y es una de las pioneras del heavy metal tanto en Perú como en Sudamérica.
Su actuación fue potente y precisa, tocando los temas más emblemáticos de sus discos, "Sin piedad", “Demoledor" o "En pie de guerra" entre otros, y a mitad del set subió al escenario el guitarrista invitado Charlie Parra del Riego, conocido por sus giras latinoamericanas con Saratoga, además de tocar con Kuarantine (Chris Jericho) y por haber sido miembro de Kobra and the Lotus. En esta ocasión, aprovechó para agradecer a su mentor Coquí Tramontana, guitarrista principal y cofundador de la banda.
Los limeños demostraron por qué siguen siendo una de las grandes referencias del metal clásico peruano, esta vez acompañados de vuelta por un imponente Omar Pizarro en las voces.
Con el calor apretando, me dirigí del Escenario Estelar 2 al Escenario 3 a las 16:00 para ver al hispano-peruano Miki González. Nacido en Madrid y afincado en Lima desde los nueve años, ha desarrollado una trayectoria que abarca múltiples géneros. A sus 72 años, y con estudios en Berklee College of Music en Boston, abrió con humor diciendo: “Mírenme bien, porque soy una especie en peligro de extinción”.
Como prometió, ofreció un set ecléctico que combinó rock y electrónica étnica. El arranque con “Vamos a Tocache” ya auguraba un gran show. Destacaron también “Chicles, cigarritos, caramelos”, "Dímelo, dímelo" y “Akundun”, esta última interpretada junto a Los Mirlos, banda pionera de la cumbia peruana.
La Mente era una banda desconocida para mí y no figuraba en mi itinerario, pero su propuesta de rock tropical urbano me atrapó de inmediato. Corrí hacia el escenario y, aunque ya habían empezado hacía unos diez minutos, encontré un ambiente festivo gracias a los ritmos contagiosos que desplegaban sus seis integrantes. Entre sus temas más coreados estuvieron "Los enfermos", "Concha acústica” o "Gigantes de arena" entre otros. Una sorpresa muy agradable para media tarde.
Con la caída del sol, llegó el momento de elegir entre el metal industrial de los canadienses Deadly Apples y el groove metal argentino de A.N.I.M.A.L. Me decanté por estos últimos, y no me arrepentí.
Liderados por el carismático Andrés Giménez, único miembro original, ofrecieron una potente mezcla de metal, hardcore y compromiso social. La multitud congregada frente a su escenario fue notable, especialmente considerando que Deadly Apples tocaban en un escenario más grande, cosa que agradeció Andrés Giménez.
Entre los temas más reconocidos y celebrados estuvieron "Sol", "Loco pro", "El nuevo camino de hombre” o "Lejos de casa". Dedicaron varios temas a los pueblos indígenas, como el clásico “Solo por ser indios”, pero curiosamente no interpretaron ningún adelanto de su último álbum, ‘Legado’, que se lanzaba pocos días después del evento. El cierre, con una versión de “Cop Killer”, incluyó un explícito gesto contra la policía.
Después, me acerqué a uno de los escenarios principales para ver a los mexicanos Molotov, que celebran 30 años de carrera con su gira “TXXXR". Abrieron con la emblemática “Pendejo” seguida de una enérgica versión de “Rock Me Amadeus” de Falco.
A pesar de llegar esta vez a Perú sin su guitarrista y cantante Tito Fuentes, la banda se las arregló para dar un show muy contundente. Entre los temas que tocaron no podían faltar "Chinga tu madre” y “Parasito" en la primera mitad del concierto.
El momento más encendido fue durante “Gimme tha Power”, cuando la asistencia empezó a corear consignas pidiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. El broche final, se dio con "Matate teté” una de las canciones más fuertes de su repertorio y, como era de esperar, cerraron la fiesta con “Puto”, desatando la locura colectiva.
Hacía tiempo que no veía a Anthrax en directo, pero no me arrepiento en absoluto. Aunque al principio la voz de Joey Belladonna parecía no haber calentado lo suficiente, rápidamente la banda tomó el control del escenario y nos regaló el primer pogo de la noche. Le seguirían varios más.
El set incluyó clásicos de los 80 como “Among the Living”, “Caught in a Mosh” o “Madhouse”, así como sus ya míticas versiones de “Antisocial” (Trust) y “Got the Time” (Joe Jackson). El tema “Indians” provocó el pogo más brutal del festival.
Como nota curiosa, en medio del frenesí del concierto un fan encendió una bengala roja en medio del pogo, sin duda, fue bastante celebrado por el público y por los mismísimos Anthrax que no tardaron en publicarlo en sus redes.
Después de Anthrax, era el turno de The Hives, únicos europeos en mi lista, que están cerrando una minigira por Latinoamérica. El carismático Per “Pelle” Almqvist saltó al escenario con “Bogus Operandi”, del todavía reciente ‘The Death of Randy Fitzsimmons’. No paró ni un segundo durante todo el espectáculo, y el público peruano respondió con entusiasmo. El repertorio combinó temas nuevos y lo mejor de su carrera. En resumen: un espectáculo demoledor.
El "cabeza de cartel no oficial" fue Marilyn Manson, que volvió a escena, rehabilitado de pasadas adicciones, con el sólido ‘One Assassination Under God, Chapter 1' bajo el brazo. Días antes del festival, circularon en redes montajes de Manson siendo "condecorado" por la presidenta Boluarte, quien fue abucheada durante el set de Molotov.
Manson dispuso de exactamente una hora para ganarse al público, y lo logró desde el primer tema, “Nod If You Understand”. Lo siguieron clásicos como “Disposable Teens”, "Tourniquet", "The Dope Show" y, para cerrar, un poderoso dúo final con “Sweet Dreams (Are Made of This)” y “The Beautiful People”.
Punto resaltante fue la inclusión en sus filas de la talentosa guitarrista Reba Meyers de la banda Code Orange. Esta primera visita a Perú de Manson y compinches sí que dejó huella, definitivamente, lástima que solo se permitiera a algunos fotógrafos capturar una canción, y además desde los laterales del foso.
El cierre del segundo escenario corrió a cargo de Los Fabulosos Cadillacs, la legendaria banda argentina, que hizo escala en Lima como parte de su gira “El León del ritmo”, con la que recorrerán España y Europa a partir de mayo.
Con Vicentico al frente, arrancaron con “Manuel Santillán, El León”, encendiendo la pista de inmediato, incluso entre los más metaleros. Ritmos caribeños como, calipso, mambo o salsa y ska, sazonados con rock intenso, tomaron el control del escenario en una fiesta llena de energía y ritmo en temas clásicos como "Demasiada presión" y "El genio el dub", y por supuesto, no pudo faltar su momento "feeling" con la canción "Siguiendo la luna”. “Mal Bicho” y “Matador” pusieron el broche de oro a una fiesta apoteósica.
Finalmente, el cierre absoluto del festival estuvo a cargo de Avenged Sevenfold, que debutaban en escenarios peruanos. El vocalista, M. Shadows, apareció vestido completamente de negro y arrancó con “Game Over”.
Entre los temas más destacados en ejecución, fuerza y sentimiento estuvieron "Mattel" de su más reciente producción y el clásico "Hail to the King". A mitad del set, dedicaron “So Far Away” al fallecido baterista The Rev y al rato descargaron con otro tema muy esperado y emblemático de la banda, "Nightmare". El concierto fue muy similar al que ofrecieron el año pasado en tanto Graspop como Resurrection Fest, donde también encabezaron cartel.
Muy buena respuesta del público peruano, que coreó la mayoría de las canciones. Un final a la altura del evento.
Cosas que la organización podría mejorar para próximas ediciones: sin duda, el aparcamiento. Tardamos casi hora y media en salir del estacionamiento de pago. Además, el merchan de ciertas tallas se agotó demasiado pronto. Mucha gente se quejó de los lugares de expendio de alimentos, puesto que no se abastecieron con la demanda y generaron largas e interminables colas de hasta dos horas de espera, un abuso y pérdida de tiempo innecesaria, para considerar como prioridad en las próximas ediciones.
Una sala de prensa con Wi-Fi, mesas y sillas sería de agradecer, así como menos restricciones para los fotógrafos acreditados que cruzan el Atlántico para cubrir este tipo de eventos.
- Judas Priest no toca en directo canciones de la época de Ripper Owens porque Rob Halford no quiere: "Lo entiendo perfectamente” - 21 abril 2025
- Wacken Open Air suma 30 bandas más a su cartel de 2025, liderado por Guns N’ Roses, Machine Head o Gojira - 21 abril 2025
- Crónica de Vivo X El Rock en Perú con Marilyn Manson, Avenged Sevenfold o The Hives: Una esperada resurrección - 21 abril 2025