Crónicas
Sun & Thunder (sábado), con Opeth, Uriah Heep o Kabrönes!!: Broche de oro y la promesa de volver
«Andalucía merece tener un festival de metal de primer nivel como ha demostrado ser Sun & Thunder; la jornada final no fue una excepción, y ofreció otra gran programación sobre sus escenarios»
19 julio 2025
Sun & Thunder, Marenostrum, Fuengirola (Málaga)
Texto: Silvia Black Panther. Fotos: Antonio Vázquez
Tras la descarga de Brutal Thin, llegados desde Algeciras, a las 14:30, un horario imposible para muchos, llegábamos al Castillo Sohail empapados en sudor tras alcanzar la escarpada cima una hora después, para disfrutar del heavy metal de los madrileños Ciclón, y encarar así la última jornada del Sun & Thunder (puedes leer aquí la crónica de la primera y aquí de la segunda).
Con Ciclón era el momento para el heavy nacional de la vieja escuela, influenciado por las bandas más destacadas de los ochenta, como Obús, Barón Rojo, Sobredosis… El quinteto nos entregaba un repertorio corto pero efectivo, donde destaca su vocalista y guitarra Kike García, acompañado de Pablo Yagüe a la otra guitarra, Jorge a la batería y su más reciente incorporación al bajo, Javi Endara (ex- Wild y Steel Horse). Como de costumbre, no faltaron las apariciones divertidas de Kike Ciclón encarnado en diferentes personajes e incitando al público a participar en su fiesta.
Su último trabajo, lanzado en 2023 y titulado 'Magia', fue la columna vertebral del concierto que abrieron con "Ave de fuego", "Una vez más" y "Magia", con momentos para algunos trabajos anteriores, de los que interpretaron "Ese es el juego", "Kamikaze", o "Sol naciente" para finalizar sus 45 minutos de puro heavy sin aditivos ni adulteraciones, con "Matar por matar" de su disco ‘Sol naciente'.
Jolly Joker arrancó esta tercera y última jornada de festival derrochando pura energía, encendiendo la mecha que añadieron al extremo calor que sufríamos a esas horas tan tempranas de la tarde. Desde el primer rayo, el Sun Stage se comunicaba en lengua de metal rugiendo con fuerza con sello nacional.
Frente a un público minoritario pero justo, preciso y seguidor de la banda, la formación valenciana de hard y glam rock descargaba su arsenal acicalada con sus ropas más glamorosas. Lazy Lane al micro, Yannick Bonora a la guitarra, Andreas Siegl “Andy” al bajo y Daniele Panucci a la batería saltaban sobre el escenario dispuestos a darlo todo enfrentándose a la gran bola de fuego que abrasaba nuestras cabezas.
Los chicos nos dejaron al descubierto que lo importante es el sonido y la actitud, y lo demostraron ante los más valientes que se atrevieron a acercarse al recinto después del almuerzo, algo que agradecieron los “che” que, además, contaron entre los presentes con gente llegada desde Valencia portando pancartas de asociaciones y peñas musicales.
Quedó muy claro que la nota diferencial en cuanto a estilo musical del Sun Stage en el cierre de esta primera edición la pusieron Jolly Joker. Su actuación nos parecía la continuación de algunos directos del día anterior, puro estilismo, poses, gestos, puesta en escena... Todo ello nos lleva al maravilloso mundo del glam y sleaze rock.
Tras la inicial "Sky Is So High”, atacaban con su último trabajo, llamado ‘Jolly Joker’, del que tocaron “Shotgun”, “World Collapse” y “I Just Wanna Kiss You”, que fueron alternando con otros cortes anteriores como “Fuck It All”, “Little Cadillac”, “I Don’t Care” o “Hey You”.
Los granadinos Azrael, con una solera de más de treinta años de carrera, y conocidos también fuera de nuestras fronteras, se solapaban con la banda citada anteriormente en el Castillo Sohail, que albergaba el escenario Thunder Stage. Hasta allí nos desplazábamos a toda carrera y trepando por la empinada cuesta para intentar captar su actuación (o parte de ella), cargada de heavy metal potente, que no dejó a nadie indiferente durante sus poco más de cuarenta minutos de show.
Vaciaron el cargador en un visto y no visto soltando siete disparos certeros que nos dejaron muertos, cosa ya habitual de la banda. Fueron: “Nada que temer”, “Al amanecer”, “Tres y el apocalipsis”, “Vivir – Morir”, “Incierta realidad”, “Tarde ya” y cerraron con “Sacrificio”.
Los finlandeses Wheel abrían las hostilidades en cuanto a metal progresivo se refiere, y es que en esta última jornada, ese estilo sería el máximo protagonista en el escenario principal. Para mí y para muchos de los presentes era nuestra primera vez ante ellos, una experiencia perfecta para conocerlos. Con la portada de su último disco, 'Charismatic Leaders’, como telón de fondo, entraban en escena liderados por el finlandés-británico James Lascelles, como guitarra y voz.
Momento este para cambiar el chip después de todo lo vivido anteriormente hacia sonidos prog, atmósferas densas y música poco convencional, donde las guitarras de James y Turunen jugaban con los ritmos oscuros de Saksala y Lehto, batería y bajo, respectivamente. Ellos mismos reconocen influencias de Meshuggah, Alice in Chains, Radiohead, Lamb of God y, por supuesto, Tool.
El público se dejaba llevar por largos pasajes instrumentales interrumpidos sólo por la voz de James, unos pasajes a veces suaves y otras potentes, con cambios de ritmo a lo Dream Theater. Entre otras, escuchamos en su directo "Porcelain", "Fugue" y "Empire".
La banda suiza Eluveitie traía al Sun Stage su mezcla de death metal melódico con folk metal popular, hipnotizándonos desde el primer acorde. Comenzaron su actuación cinco minutos antes que la banda alemana Freedom Call, con lo cual, nos tocó dividirnos de nuevo entre ambos escenarios para poder estar presentes en ambos shows.
Se autodescriben como “la nueva ola del folk metal”, e introducen en sus temas sonidos de zanfoña y gaita, que refieren a la mitología celta, y también de violín, flauta… todos los instrumentos medievales ejecutados junto a los instrumentos eléctricos y de percusión habituales de sus nueve integrantes.
Contaron con una hora de actuación en la que interpretaron a dos voces (masculina en cuanto a las partes death y femenina en las más melódicas) y otros tantos coros los doce temas seleccionados para su setlist. Abrieron con “Helvetio” y continuaron con “Ategnatos”, “Exile of the Gods”, “A Rose for Epona”, “Death Walker” y “Premonition”, tras la que cerraron con “Inis Mona”.
Su sonido fue impecable, cada instrumento, cada capa armónica, cada detalle, encajaba como en una maquinaria bien engrasada. Desbordaron carisma por los cuatro costados. Aunque hubo momentos mágicos, especialmente hicieron estallar a los más fieles con “A Rose for Epona”, “The Call of the Mountains” y “Premonition”.
Freedom Call, desde el idílico Castillo donde se alzaba el Thunder Stage, nos hizo alzar puños de acero con sus himnos bajo un cielo encendido y radiante de un verano infernal en la costa malagueña.
“Celebramos una fiesta de heavy metal”, dijo su cantante y guitarrista Chris Bay, y así era. Acompañado por Lars Rettkowitz en su mismo instrumento de seis cuerdas, Francesco Ferraro al bajo y el jovencísimo Timmy Breideband a la batería, que maneja y golpea como una máquina perfectamente engrasada sin escatimar energía y contundencia alguna, amenizaban con sus temas divertidos al estilo power metal melódico la última tarde del festival en esta tercera jornada.
Los alemanes nos dejaron nueve himnos épicos haciendo disfrutar al público con clásicos inolvidables como: “Land of light”, “Warriors of Light”, “Power & Glory”, “Union of the Strong”, “Metal is for Everyone”, “Hammer of the Gods”, “Tears Falling”, y de lo más reciente (‘Silver Romance’, 2024), “Silver Romance” y “Out of Space”.
Llegaba un momento cumbre de la jornada, sobre todo para los más veteranos del festival. El propio Mick Box, único componente de aquella formación lo decía: “Comenzamos en el año 1969, ya ha llovido desde entonces, más de la mitad del publico aún no había nacido”, y se notaba el respeto, la emoción y la admiración de muchos cuando aparecían en escena los legendarios Uriah Heep.
Un precioso telón de fondo, en el que aparecía un mago de espaldas con sombrero de pico y los brazos abiertos, fue premonición de lo que nos esperaba: auténtica magia en forma de hard rock clásico con sonidos progresivos.
El inicio lo hicieron con una del año 2008, dejando constancia de que las leyendas no envejecen, como demuestra su sonido infinito y afilado, dejando impreso que el metal clásico continúa más vivo que nunca. Uriah Heep no quedaron estancados en los setenta, "Overload", en la que Bernie Shaw se mostraba impoluto de voz a pesar de sus 69 tacos, fue todo un huracán sobre el escenario, una palabra que da título a otra de las más actuales, "Hurricane", única del ‘Chaos & Colour’, su último disco, lanzado en 2023.
Fue una delicia disfrutar de la calidad de uno de los guitarras más importantes del rock, una auténtica leyenda viva. En sus solos y riffs, Mick Box saca sonidos que emocionan y transmite toda la esencia de los años donde comenzaba a gestarse el hard rock que tanto nos gusta.
Con más de 25 discos era difícil escoger un setlist, pero temas como “Stealin”, "Gypsy" o "July Morning", no podían faltar a la cita malagueña, joyas absolutamente imperdibles que el público cantaba agradeciendo la vivencia de esos momentos inolvidables.
"Sunrise" sonaba sublime con esos magistrales teclados a cargo del gran Phil Lanzon. Teclados que pusieron de moda Deep Purple, con quienes, según dice la leyenda, compartían local de ensayo, y de ahí sus influencias recíprocas.
El ritmo lo marcaba con potencia y pegada Russell Gilbrook, otro músico curtido en la escena británica, y desde 2008 en la banda, acompañado por el último miembro en sumarse a Uriah Heep en 2013, efectivo, sobrio y con precisión, desde Liverpool, Davey Rimmer (Elegant Weapons junto a Ronnie Romero y Richie Faulkner).
El momento final llegaba, y lo hacía disfrutando de una obra maestra, imprescindible dentro de la historia del rock, "Easy Livin", con el personal totalmente entregado a los británicos.
Opeth compartía el título de headliner en esta última jornada de festival junto a Uriah Heep. Desde su salida a escena, los de Mikael Åkerfeldt hechizaron a sus acérrimos seguidores y engancharon a los menos, y desde el primer minuto de su espectáculo nos ganaron con una puesta en escena inmaculada, toda una ceremonia de sombras, desprendiendo belleza y dilapidando brutalidad.
Cada nota que salía de sus instrumentos y sus gargantas era un viaje esotérico, y cada silencio todo un acto de pleitesía, una veneración que el público que se concentraba en el lugar para poder disfrutar de sus ídolos supo vitorear y saborear.
Los suecos plasmaron nueve temas cargados de death metal progresivo, toda una delicia para los adoradores del género, donde yo no me incluyo, aunque también hubo algún que otro corte menos pesado para mi sorpresa, más cercano al rock progresivo con matices jazz, blues e incluso folk.
Tras ver y escuchar “Master’s Apprentices”, “The Leper Affinity”, “Ghost of Perdition” o “Deliverance”, con la que terminaron, solo nos quedaba aplaudir y vitorear, donde me incluyo yo también, a unos expertos masters de lo excepcional y lo extraordinario.
Majestuosa actuación, sobrada de potencia, divinidad y poder en perfecta consonancia. Un show divino para los amantes del progresivo y también para los que lo fueran menos. Opeth conquistó el Paraíso desde el Sun Stage.
Kabrönes!! salieron cargados de una energía desatada sobre las tablas del escenario principal, con una garra y rabia desenfrenadas, y fueron los encargados de apagar el fuego y cerrar las puertas del recinto en esta primera edición del Sun & Thunder hasta el año que viene.
De nuevo el rock estatal era elegido como fin de fiesta, y lo cierto es que la elección fue de lo más acertada teniendo en cuenta el numeroso público que los acompañó hasta la madrugada.
José Andrëa y sus compañeros aparecían con algunos minutos de retraso debido a problemas técnicos, algo que hay que solucionar en la próxima edición, iniciando sus apenas 45 minutos restantes de tiempo, con uno de los discos de Mägo de Oz en los que algunos de los miembros presentes aún estaban en la banda, 'La leyenda de La Mancha’, que fue fuente principal para un corto setlist.
Abrieron fuego con maravillosos sonidos de violín en "Maritormes", del disco anteriormente citado, del que también sonaron "El Santo Grial", "La leyenda de La Mancha" y una última que desvelaré más adelante.
Kabrönes eran en esta ocasión José Andrëa como voz, Salva al bajo, Carlitos a la guitarra, Víctor Manuel Conde como sustituto de Frank (que se encuentra aún recuperándose), Joaquín Arellano "El Niño" a la batería, un travieso Ismael “Filtho” (Amset y un largo etcétera) a los teclados y bromas, y un musicazo como es el violinista Santi Vokram.
También nos dejaban "El Ángel Caído" y "Astaroth", cantada a dúo con la pareja de “El Niño”, Gabi Delgado. Ya en la recta final, les llegaba inevitablemente el aviso de que sólo tenían tiempo para una más y la elegida, tras quitar "Satania", fue su mega éxito "Molinos de viento", gran tema con todo el gentío saltando y cantando en un fin de fiesta soñado.
Última canción, y gracias a la invitación de mi gran amigo Pedro del Pozo, road manager de la banda sustituyendo a “Richal" (al que deseamos una pronta mejoría), tomaba la última foto del festival con la banda saludando con su público detrás.
Durante la redacción de esta crónica, la organización de Sun & Thunder presentaba una valoración global de esta primera edición del festival, confirmando una segunda edición que se anunciará próximamente.
Se han tomado nota de los aciertos y de los errores. Desde nuestra perspectiva, entre los primeros está un lugar idílico y cómodo con unas gradas inmejorables, el sonido de las bandas espectacular, lo baños limpios y abundantes, la calidad de los conciertos buena, el trato con la prensa de notable… Y en el lado negativo anotaríamos que los horarios de los conciertos comienzan a horas muy tempranas para el clima de la zona, el precio de la bebida y la comida, el solape entre bandas, las pantallas laterales del escenario que estuvieron apagadas, un segundo escenario con un acceso complicado y algo alejado del principal… Aspectos que estoy segura de que estudiarán para mejorar.
Por último, en cuanto a la afluencia de público, se da la cifra de 14.000 personas. Andalucía merece tener un festival de metal de primer nivel como ha demostrado ser Sun & Thunder, y los políticos e instituciones deberían aportar su granito de arena en favor de la cultura musical rockera en nuestra tierra.
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1 comentario
Muy buen resumen hacia las cañeras actuaciones que ofrecieron en este pasado Sábado los suecos OPETH, KABRONES, FREEDOM CALL o los granainos AZRAEL para cerrar el último dia de el exitoso SUN AND THUNDER malagueño.