El inicio con la contundencia de “The End Of The Sun”, tras la intro, marca un comienzo demoledor como solo saben hacer los gallegos Stoned at Pompeii, y que desde luego, con esta nueva visita a Madrid y su último trabajo 'Blissphony', nos dejó un excelente sabor de boca. Algo que ya sabíamos que iba a pasar, ya que son una apuesta segura.
La intensidad y fuerza nos ponía la piel de gallina y, sin dejarnos ni respirar, enlazaban con el adictivo y melódico “Little Game”, que sonaba fabuloso y nos llevaba a un directo y demoledor “Hit the Ground” de su disco 'Acroidal'.
“If God is Just a Name”, un tema intimista, lento, lleno de melancolía e intensidad, nos hacía disfrutar cada segundo cocinado a fuego lento. Sin duda, una excelente composición de 'Blissphony', que conectaba con “The Crime”, con una esencia y sabor musical heredado de The Beatles. Melodía suave, dulce, de calidad y sencillamente perfecta, que consiguió convencerme de principio a fin. Sencillamente fabulosa.
Seguimos con la brillante actuación, y se sube con ellos Gorjo, de los vallekanos Electric Fence, para marcarse una demoledora “Don’t Try With Me”, que nos dejó temblando. Y es que, sin desmerecer a los gallegos, Gorjo tiene una presencia tremenda sobre el escenario y una garganta privilegiada. La actuación continuó con “My Tale With You”, con la colaboración de Laura Solla a la guitarra, dejando su impronta. Y aunque personalmente no conozco su carrera musical, la he podido ver con otros proyectos y deja absolutamente impresionado.
Se acerca el tramo final de la noche y van sonando temas como la épica “We Run the Show”, composición intrincada y potente, también perteneciente a ese fantástico 'Blissphony', que enlaza con “On Your Side”, otro de esos temas con melodía perfecta y adictiva, al que no se le puede pedir más, y que hace disfrutar al público de principio a fin.
Una joya musical que contrasta con otra gema como “Another’s Gone”, un medio tiempo lleno de dramatismo e intensidad que abruma y que perfectamente podría ser banda sonora de aquellas películas clásicas de Bond, en las que los temas eran absolutamente demoledores. Imposible describir las sensaciones de una composición tan intensa.
“Life is my Name” sigue dando mucha tralla, combinando partes más contundentes, cercanas a sonidos stoner, junto a pasajes de melodías perfectas que recuerdan a bandas como los desaparecidos Faith No More, y que nos inyectan electricidad por vena. Todo esto conectaba con la todavía más oscura y cruda “The Slave in Me”, con la que aparentemente cerraban la noche, pero todavía quedaba una bala que nos impactaría de lleno.
Todavía quedaba un medley de canciones de buen rock and roll para tributar a nombres clásicos de nuestra historia, que nos dejó un excelente sabor de boca. Si no me equivoco, iniciaron con “War Pigs” de Black Sabbath, que nos rompió el cerebro en mil pedazos, junto a “Blitzkrieg Bop” de Ramones, que personalmente me volvió absolutamente loco, y “Highway Star” de los clásicos Deep Purple. El broche final de una noche que sirvió para celebrar el primer aniversario de 'Blissphony', mostrando a una banda en un estado increíble.
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