Los asturianos Leather Boys son, para quien os escribe, la esencia del más puro y absoluto rock and roll, que se te mete en la espina dorsal y el cerebro para darte una buena descarga y que se disfruta del primer acorde hasta el último. Desde luego, cumplir 20 años sobre los escenarios no es tarea fácil, y Leather Boys, desde el underground, se han hecho un camino perfecto a base de composiciones que rezuman sonidos que van desde el hard rock, pasando por pasajes heredados de los mejores Guns N' Roses o Junkyard, y terminando en disparos de crudo punk rock que viene de bandas como Damned, Dictators o Warrior Soul. Todo viene incluido y, sin duda, les hace, desde mi punto de vista, únicos.
Antes de poder disfrutar de su descarga, tuvimos enfrente a los madrileños Scarlett Gloss, que personalmente no conocía y que me dejaron un buen sabor de boca a base de un show demoledor y electrizante, con sonidos entroncados en el hard rock y metal más ochentero, y sin duda saben hacerlo perfectamente. Me recordaron en muchos momentos a bandas con las que uno ha crecido toda su vida, y es algo que reconozco me hizo sacar más de una sonrisa.
Temas como "We Like It Loud" o "She´s on the Groove", por citar ejemplos, son demostración de todo lo que comentamos, que junto a "Feel So Good" personalmente me gustaron muchísimo, y sin quitarme de la cabeza las melodías heredadas de los mejores Dokken o guitarras aceleradas y trepidantes al estilo Van Halen. Una maravilla, al igual que la afilada y sorpresiva "If You Want Blood" de los australianos, que nos dejó temblando.
La única pega que se les puede poner (y que se soluciona con más y más conciertos) es la puesta en escena, que quizás es muy estática, y especialmente el cantante, que se le veía bastante nervioso y daba la sensación de que le costaba desenvolverse sobre el escenario; pero son todavía muy jóvenes, y eso se coge con más tablas y experiencia.
Y salieron los Leather Boys al escenario con un puñetazo como "Decade of Decadence", que nos dejó absolutamente sin aliento. Fue el inicio de un directo crudo y sucio que, personalmente, me encantó, y al igual que otras bandas, me gustó especialmente el sonido que saca el técnico en esta sala. Afilados y peligrosos, como es la música de los asturianos, y así sonaron para mi gusto.
"Underground", perteneciente a su último trabajo (salió hace 5 o 6 años, creo recordar, y espero no equivocarme), 'Born in The Seventies', o "Apphrodisiac Grape", también perteneciente a este trabajo, sonaron en este tramo inicial junto a uno de mis favoritos, que es "Fairly Tales from The Underground", y que rezuma suciedad punk por los cuatro costados y que vino incluido en el recopilatorio que acompaña su libro biográfico, que recomiendo que te hagas con él y que ha escrito el gran Fernando Taxencias.
El nuevo "Sonic Love", adelanto de su próximo disco, es un tema directo y lleno de contundencia que te deja sin respiración y nos lleva de la mano a otros temas como "Stranded" o "To the Curb". En el ecuador del show no podemos resistirnos al rock and roll de "Sixes and Sevens", en cuya grabación del disco participó mi querido Fran Suz al piano, un excelente músico que no deberías dejar pasar, con varios discos a sus espaldas.
"Fly Free" es el tema cocinado a fuego lento y que recuerda a la gente que no está con nosotros, y con él ya estamos en la parte final del show, donde vuelve a brillar ese espíritu más punk con "Haircut and Attitude", que es puro Dictators, y un clásico que no puede faltar como "Leather Gunner".
Faltaban el rock setentero de "Born in the Seventies", la demoledora y sucia "Blowjob" y una increíble versión de "Ace of Spades", que me dejó absolutamente exhausto. Una formidable noche de rock and roll.
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