Crónicas
Barcelona Rock Fest (viernes) con W.A.S.P., KK's Priest o Cavalera: Primer asalto
«Primer asalto superado con buena nota con destacadas actuaciones de KK's Priest, Crisix, Cavalera o W.A.S.P., quedan dos más en este regreso del festival al Parc del Can Zam»
5 julio 2024
Parc De Can Zam, Santa Coloma de Gramenet (Barcelona)
Texto: Josep Fleitas. Fotos: Iñigo Malvido
Tras un año en el que, por obras en el parque, el Barcelona Rock Fest tuvo que reinventarse y cambiar de ubicación, el popular festival regresaba a su espacio natural, y tal y como os contamos sobre lo más destacado de la rueda de prensa previa, está pactado con el consistorio que lo haga por cuatro años más.
En cuanto a las instalaciones y servicios, poco han cambiado con respecto a años anteriores. El reparto de los escenarios se vuelve a conferir con dos gemelos (Stage Rock y Stage Fest), la clásica carpa, y ubicada cerca de la entrada, la carpa Motörtend, lugar en el que cada hora Motörhits estuvieron dando buena cuenta del legado de Lemmy y sus chicos con esos indelebles himnos que la trayectoria de Motörhead nos dejó.
En cuanto a partes a mejorar, comentarios generalizados fueron que los baños ahora vuelven a ser unisex, con lo que las incomodidades y olores que ello comportaba se hacían eco profundo en la gran mayoría de asistentes, eso y los precios de las bebidas eran las críticas más generalizadas. Algo que esperamos mejore en las próximas ediciones.
En cuanto a puntualidad y sonido, la primera parte se cumplió de forma muy profesional y, sobre la segunda, en un festival, sobre todo un open air con tantas bandas y estilos, es algo normal que se deba y puedan justificar algunos desajustes, aunque en la carpa, sobre todo con Sodom, la culpa fue más de los técnicos de sonido que de las lógicas circunstancias del evento.
Rhapsody Of Fire
Fulgurante inicio el de los italianos, empleándose a fondo con el colchón de esos elementos pregrabados, sobre todo los coros, que tanta amplitud genera en unos himnos que, dirigidos por Alex Staropoli, siguen calando con fuerza en unos fans que celebraron al máximo temas como “Unholy Warcry”, “I’ll Be Your Hero”, “Dawn of Victory” o el que da título a su nuevo álbum de estudio, “Challenge the Wind”.
Se sobrepusieron a un sonido excesivo que hizo que todo obtuviera ese efecto bola que no disminuyó la buena acogida de ese power metal veloz y técnico que se magnifica en esos intensos detalles de duelo entre la guitarra de Roberto De Michelli y los teclados de Staropoli. El final del concierto se firmó con un algo tímido wall of death y la que es la joya más preciada de la corona, ese "Emerald Sword" que se entonó a la máxima capacidad pulmonar.
Kontrust
El sexteto Kontrust volvió al Rock Fest para sudar y divertir. Vestidos de tiroleses, con esa combinación típica de dobles voces, masculina y femenina, Kontrust se emplearon a fondo para divertir con su crossover tan intenso como lo es el rojo chillón del pelo de Julia Ivanova.
Su metal de múltiples estilos propuso momentos bailables, vistosos y divertidos, invertidos todos en temas que se movían entre el rap metal, el metal industrial y hasta la polca. Con la potencia que otorga el contar con batería y percusiones, un esforzado y sudoroso Stefan Lichtenberger proponía las partes más graves y comunicaba con el público mientras Julia ejercía las partes menos exigentes con una tesitura grácil y dinámica en temas como "Inside Out", "Just Propanganda", "Lederhosen Overkill", este con pequeños detalles de voces tirolesas, "Rise Me Up" y el final con ese superhit, "Bomba", que hicieron saltar y sudar, aunque no tanto como a Lichtenberger.
My Own Ghost
Tenía ganas de comprobar cómo se desenvolvía en directo una formación que, procedentes de Luxemburgo y actuando en la carpa, ha sabido ir escalando posiciones en el peleado mercado del hard rock melódico.
Liderados por la cantante Julie Roberts y reconformados como un cuarteto, la formación adoleció del excesivo uso de teclados pregrabados, en mi opinión, antítesis del espíritu de su música, como decía, el hard rock melódico. En lo que pude ver, la formación se comportó, pero estuvo corta en ámbitos como la comunicación y muy necesitada de incorporar coros, y, repito, de evitar el uso de samplers, algo que, al menos en el estilo, deberíamos exigir. Luego nos quejaremos de la IA…
Korpiklaani
Llegaba el tiempo folk metal festivo, dinámico y fácil de encajar que como baza nos presentaban su nueva entrega discográfica ‘Rankarumpu’. Bajo el intenso sol, la combinación de violín, acordeón y elementos étnicos que el cantante Jonne Järvelä empleaba para amplificar la inercia que temas como “Pixies Dance”, “Kotomaa”, “Aita”, “Rankarumpu”, la divertida versión del clásico de Boney M. “Gotta Go Home” y el imperdonable y etílico final que propone “Vodka”, fueron algunos de los momentos más destacados de una actuación que dio por buena esa parte en la que algunos ven a Korpiklaani como los Dropkick Murphys de los bosques fineses.
Cavalera
¿Qué decir de lo que la familia Cavalera, es decir, Iggor, Max y su hijo Amadeus, nos ofrecieron en el Rock Fest? Simplemente que su death/thrash metal nos trasportó a las mismísimas puertas del averno.
Ya de por sí era una sorpresa encontrarse a Cavalera en un horario tan temprano, algo que, sin duda, menguó lo que podía haber sido aún más grande y apoteósico, y es que Cavalera no se anduvieron con chiquitas y, a pesar de la hora y el calor, salieron a darlo todo arrastrándonos a nosotros a entregárselo.
Al rugido de: "¡Gritad todos, carajo!" Cavalera salieron en tromba y usaron el poderío de temas como “Bestial Devastation”, "Antichrist" y "Necromancer" para hacer enloquecer a todo aquél que quiso apuntarse a la fiesta. Tras un potente solo de Iggor, la intro "O Fortuna" de ese "Carmina Burana" de Carl Orff que también usaba Ozzy para enervar antes de su salida a escena, Max gritó: “¡Circlepit!” Y desató la brutalidad: "Morbid Visions", "Schizophrenia", "Scape to the Void"...
Los temas de Sepultura se soldaban uno tras otro y nosotros los disfrutábamos a tope. Tras el tsunami de circlepits y headbanging, Max, contundente, exclamó: "¡Muchas gracias, Barcelona, pero si quieres más tienes que gritar!"
Y así lo hicimos. Manos alzadas y un nuevo gritode Max: “¡Vamos a destruir Barcelona!”, hizo que todo se multiplicase por mucho, ya que el combo "Chaos A.D.", "Refuse/Resist", "Territory" y "Troops of Doom" vomitó lava fundente sobre nuestros sudorosos cuerpos como colofón final en lo que mereció un show con más protagonismo en tiempo y producción. El más que esperado regreso de los hermanos Cavalera a Sepultura está a la vuelta de la esquina, tiempo al tiempo…
Massive Wagons
El cambio de backline y de escenario proponían unos breves minutos de descanso, los que intenté utilizar para visitar la carpa y, al menos, ver algo de la propuesta de las bandas que allí dejaron su impronta, caso del quinteto Massive Wagons, del que pude ver el final de su show. Rock enérgico que combina hard rock con punk y reagee en temas entregados y festejados como "Nails”, “Bangin’ in Your Stereo” e “In It Together”. A pesar del mal sonido que se les dispensaba desde la mesa, Massive Wagons propusieron una muy buena fiesta en la carpa.
Primal Fear
El Sol había dejado de percutir con su implacable fuerza y una agradable brisa refrescaba el caldeado ambiente para recibir a unos Primal Fear que se presentaban sin su bajista y alma Mater, Mat Sinner.
Un inicio de lo más punzante y metalizado se aportó con esos rompe vertebras que son “Chainbreaker” y “Rollercoaster”, himnos cuyas exigencias vocales salvó un Ralf Scheepers siempre motivador y comunicativo. Pasada la tormenta inicial, la banda se centró en una parte más melódica, parcela en la que "The World is on Fire", "Deep in the Night" y "Another Hero" tuvieron la misión de dar unos momentos de relativa concesión antes de que, nuevamente las partes más poderosas del set se impusieran de nuevo, esta vez gracias a la inercia que el dueto Alex Beyrodt y Tom Naumann, que desplegaron sus afiladas guitarras metalizando el ambiente con un explosivo "Nuclear Fire", que fue seguido por el ambiental "King of Madness".
Vuelta a la exigencia vocal y a escalar con esos agudos que "The End is Near" propone y tanto requiere a la garganta de acero de un siempre convincente Ralf Scheepers, que a la vez estuvo aplastante en un himno tan enervante como lo es ese yunque metálico sobre el que la banda martillea sin compasión: "Metal is Forever", que soldado a "Final Embrance" dieron buena conclusión a otra lección de intenso y pasional heavy metal.
Crisix
“¿Preparados para saltar, gritar y tener unas agujetas bien guapas? Crisix os da la bienvenida…” Con este mensaje en pantalla recibían la primera ovación unos Crisix que, como es costumbre, motivadores y arrolladores, no pararon de espolear a un público que ya tienen ganado y que, tras dieciséis años de trayectoria, siguen engrosando.
Con temas tan intensos como "Bring 'em To the Pit” y ese "Leech Breeder" dedicado a quienes gobiernan, dieron inicio a un show que fue más que bien acogido. El cantante, Juli Baz, en tono humorístico, nos explicó: ”Los cinco minutos más largos de mi vida fueron cuando Freezer dijo que iba a destruir el mundo en cinco minutos…" De ahí se apuntaló el divertido "Freezer the Tyrant".
Mas frases lapidarias como que “el mundo necesita rabia, pero vamos a convertirlo en algo bonito”, se secuenciaron para que temas como "Full HD", con Juli embutido en frac amarillo y máscara verde; “Brutal Gadget” y ese “Get Out My Head" tan Anthrax, se impusieran en el frontspace creando expresivos circlepits en honor a la celebración por lo que los igualadinos estaban disponiendo.
Seguía la fiesta, y el intercambio de roles para impartir tramos de covers de "Fight for Your Right", "Walk" y "Antisocial" se remató con las más que enervantes energías que “GMM” y “Ultrathrash” desplegaron en otro buen concierto, lleno de saltos, simpatía y buen thrash metal.
Cobardes
Rock n roll urbano mamado de bandas como Leize, Tako, Marea, La Fuga o Burning, con versos hirientes y Rock n roll caliente. Con esa tesitura nos atraía el cuarteto navarro a un concierto en el que, hacia el final del show, el cantante, Javier Janices, apuntaba: “Tranquilos, nos queda poco y ya nos vamos, pero para estar ahí abajo, con vosotros. Mientras, vamos a poner al Rock Fest en llamas”.
"Llamas", precisamente, fue uno de los temas más destacados en una actuación en la que los hits de su recomendable ‘Que empiece el baile’, como “Quinientas mil mañanas” y “Maldito abril”, junto a esos incipientes temas incluidos en su primer álbum, ‘Ceniza y viento’, “Un verano sin sol”, “Romeo y Julieta” o “Mis tacones”, fueron algunos de los que se inyectaron en el que fue el bautizo de fuego de la formación en Santako.
KK’s Priest
Ya me lo comentó Tim Owens en el tiempo que pude estar charlando con él tras la rueda de prensa del día anterior: “Estoy en la mejor forma de mi vida y mi voz está en un momento que hasta a mí me sorprende”. Quizás podría parecer un exceso de egocentrismo, pero nada de eso.
KK’s Priest ya me lo demostraron el pasado año en el Leyendas del Rock, y ahora lo reafirmaban en el Barcelona Rock Fest: están a la altura de lo mejor y más respetable del heavy metal, y actualmente Owens dispone de una de las gargantas más destacables del estilo. Algo que pronto comprobaríamos gracias al poderoso y llameante inicio que “Hellfire Thunderbolt”, “Strike of the Viper” y “One More Shot at Glory” propusieron tanto en directo como en unas pantallas que recogían la entrega del momento y la amplificaban con épicas imágenes de batallas, mientras llamaradas y humo acompañaban himnos de puro y crudo heavy metal.
La excelencia estaba servida, el ambiente ya estaba por todo lo alto gracias a la intensidad de los temas de propia creación, pero la cosa no podía quedar solo ahí y Owens, con una voz exultante, exclamó: “Tengo una pregunta para vosotros: "Whats my name?" Y todos sabemos tanto la respuesta como lo que se nos viene encima, un poderoso “The Ripper” sonó como primera inyección de la etapa de KK en Judas.
A partir de aquí los himnos de Judas Priest iban a brillar en el escenario y rebotar en nosotros con la máxima fiereza. "Night Crawler" cantado con unos agudos dispuestos a la máxima intensidad. "Burning Hell", única muestra del paso de Tim por la comunidad Priest, se impuso quemando las gargantas casi tanto como lo hizo el in crescendo de un salvaje “Beyond the Realms of Death", mientras que el metal brilló en un "Hell Patrol" que Tim ejecutó sin ningún tipo de esfuerzo.
Todo en el frontspace eran caras de alegría y sonrisas de satisfacción, pero al concierto aún le quedaba munición y de la más pesada. KK planteó el concierto para convencer, y como me comentó en la oportunidad que tuve de charlar con él: “Voy a hacer lo que siempre he hecho y de la mejor manera, ya que los temas que voy a incluir también son parte de mi historia y con ella estoy forjando mi futuro”.
Una historia que pasa por algunas de las versiones que Judas aún siguen amartillando, caso de ese excepcional "The Green Manalishi (With the Two Prong Crown)", versión que coreamos a la máxima intensidad. Seguimos disfrutando sacando fuerzas de donde no las había y rasgando las gargantas con “Breaking the Law” y un “Victim of Changes" que fue de otra liga. Un breve receso y "Raise Your Fists" volvió a demostrar que los temas de KK están a la altura de lo más hímnico de Judas Priest. KK’s Priest, sin duda, fueron lo mejor del día.
Sodom
Entre KK’s Priest y Warcry quedaba un hueco de tiempo que quise cubrir esperando darme el gustazo de seguir disfrutando, esta vez con el thrash old school de Sodom, pero, desgraciadamente, lo que vi, y lo que luego me contaron que siguió siendo, fue de pataleo.
Con una carpa repleta y una banda encabezada por el emblemático Tom Angelripper, que salió a darlo todo, el sonido era algo más que caótico, era una bola tan densa que hasta molestaba a los propios músicos, algo que, tras el inicio dispuesto por “Procession to Golgatha”, “Christ Passion” y “Jabba the Hut”, les hizo salir de la carpa fuera a tomar un descanso. Una lástima que especialmente con Sodom no se contase con un buen sonido.
Warcry
Tras nueve años desde su anterior aparición en el festival (2015), un largo espacio de tiempo que Víctor reclamó a la organización para que, al menos, se acorte a la mitad, WarCry no se salieron del guion que todos conocemos, un guion clásico pero efectivo y convincente, ese que nos hace poner los puños en alto y que es tan penetrante como ese poderoso inicio que, aplicado en el mítico "A por ellos" estuvo recubierto por llamaradas, coros pregrabados, sonido potente e himnos coreados sin concesión como "Contra el viento", “Nuevo mundo” y “Alma de conquistador”.
Con Víctor espoleando y la banda enfatizando, siguieron “Perdido”, “Ardo por dentro” y ese “Quiero oírte” de riffs penetrantes y letra enervante. Los seguidores de Warcry son fieles y ni la hora ni, en muchos casos, haberlo dado todo ante KK’s Priest hizo que la pasión menguara, algo que se confirmó ante las expresiones del trinomio “Luz del norte / Alejandro / Señor” y un final firmado con letras de plata en “Solo sé".
Y, como no podía ser de otra forma, con un "Hoy ganó yo" dedicado a los que se lo dejaban todo en el frontspace, a la alcaldesa de Santako y a un festival que tiene firmado con el consistorio, al menos, cuatro años más.
W.A.S.P.
Con todo el respeto a la trayectoria de Blackie Lawless y a una banda que lo dio todo, en el festival W.A.S.P. no dieron la imagen de ser una banda cuya propuesta sea digna de ser cabeza de cartel.
Por encima pasan los problemas de Lawless con la espalda, pero que un setlist esté repleto de grandes éxitos del pasado no es suficiente como para incluir a una formación como cierre en los escenarios grandes. Ver a Blackie postrado en una silla durante todo el concierto e imágenes de él en la época más dinámica y salvaje de su trayectoria no hacía más que amplificar esa sensación de aflicción que no viene al caso.
Pero la suerte ya estaba echada y, claro que sí, claro que sus míticos himnos se entonaron con la pasión que se merecen, pero, visualmente, proponer imágenes de videoclips de la época MTV no es suficiente como para que Blackie Lawless se encarame a la cima del cartel del festival.
En cuanto a la parte musical, tras la cacofónica intro despuntaron con los comentados videos de la época como intento de motivación, un intenso inicio con "Blind in Texas", “L.O.V.E. Machine" y esa mirada a The Who con “The Real Me”, mientras “The Idol” incendiaba con una solo empujado por un brutal in crescendo que parecía no tener fin.
Tras ello, se apagaron las pantallas y Blackie se levantó lento para dirigirse a pie de batería, tomó agua y regresó a su asiento para interpretar un "Chainsaw Charlie (Murders in the New Morgue)” vestido de gala por esos grandes coros que lo magnifican.
“Miss You” suena con la voz de Blackie que se va rompiendo en los agudos. Llegamos a la parte más progresiva con la representación de esa joya titulada “The Great Misconceptions of Me”, que se magnificó gracias a otro gran solo de Doug Blair y a unos coros de lo más ampulosos y enervantes. Lawless se quedó solo en el escenario con su guitarra como única compañía en una interpretación de "Wild Child" que subió de tono con la incorporación de la banda, pasando de un ámbito intimista a ese himno entonado masivamente.
Y tras el anuncio de la victoria de España sobre Alemania por parte de Blackie, llegó un gran final con “I Wanna Be Somebody” coreado con rabia y entrega para cerrar un show que, si bien hizo disfrutar rememorando los clásicos de la formación, en mi opinión, no estuvo a la altura de ser el mejor de los cierres posibles para el primer día de festival.
Bourbon Kings
Tras el concierto de W.A.S.P., la fiesta seguía en la carpa, ya que Bourbon Kings iban a cerrar el periplo de actuaciones del día con su metal repleto de rap y programaciones, mucha comunicación, mensajes directos y letras irreverentes esculpidas por el hiperactivo cantante Aarón DB.
Los navarros lo dieron todo para animar a un público en un inicio algo expectante, pero que fue encajando en el ambiente a medida que los mensajes y la entrega del quinteto iba progresando. Así, temas tan socialmente encajados como la depresión, la lucha contra el cáncer infantil, cuyo stand solidario “Els Xuklis” estaba pegado a la carpa, antipolíticos o esa frase tan personal como a veces genérica “A veces leo la prensa y creo que el mundo se está volviendo loco”, se vistieron con las injerencias de temas como “No sé por qué”, “Y que vas a hacer tú”, “Vergüenza” y ese “Puro fuego”, definición de lo que fue un concierto en el que no faltó una botella de Bourbon que acabó repartida entre una audiencia que terminó disfrutando a ritmo de “Fuck You”.
Primer asalto superado con buena nota, quedan dos más. ¡A por ellos!
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Pedazo de resumen hacia las potentes descargas del primer dia del ROCK FEST y donde sobresalieron por encima bandazas como nuestro WARCRY junto a KK PRIEST, SODOM, CAVALERA, PRIMAL FEAR, WASP y nuestro CRISIX a base del mejor y más potente Thrash Metal.