Crónicas

Dardem: Rock-pop con fundamento

«Un combo exquisito que pide a gritos ser descubiertos, mezclando a la perfección pop, rock y new wave»

24 noviembre 2017

Sala Rock Ola, Madrid

Texto: Yorgos Goumas. Fotos: Jero Romero y Yorgos Goumas

Casi un año y una semana después de ver a Dardem en la ya desaparecida sala Arena, al inicio de su gira de presentación de ‘La brecha’, su tercer disco, un servidor se reencontró con ellos para acompañarles al cierre de esta gira y el de una etapa.

Foto de Jero Romero

Se trata de un cuarteto sevillano afincado en Madrid, que desde hace una década tomaron su nombre de la versión castellanizada de Tyler Durden, el vendedor de jabón de la novela y posteriormente película “El Club de la Lucha”. Igual que el personaje, los sevillanos son fieles a sí mismos, haciendo la música que más les gusta y luchando por esa visión artística y progresando… y el resultado está a la vista o más bien, en nuestros oídos.

Qué alegría volver a escuchar en directo temas como “Eclipse” con su dulce melancolía interrumpida por la contundencia guitarrera en el estribillo. “Tus dudas”, “TV Net”, “Subterraneo”, “Origami”, “La brecha” y “Lunas negras”, con esas guitarras tan a lo U2 y Coldplay, “Digo no” con su aire más alternativo/grunge y uno de sus temas más contundentes, “El reloj” y “Para no volverte a ver”, que delatan sus influencias más electrónicas (Depeche Mode ha sido una de las más importantes). Con unos riffs de guitarra muy a lo Simple Minds, “La noche de San Juan” y “Raíz”, con una sensibilidad pop y una melancolía exquisita que ya quisieran tener las supuestas bandas indies exitosas actuales. “Alquímica” con su new wave desértico a lo Wall of Voodoo hecho para ser coreable en directo, “La Bendición” donde se deja entrever un quejío muy de su tierra y “Ultimas estrellas”, otro homenaje a Depeche Mode.

A nivel de ejecución no solamente no hay nada que reprochar, ya que el bajo juguetón de Joe Melero y la batería férrea de Peter Bacán dan el colchón sonoro perfecto para la guitarra etérea de Raúl Pacheco y la voz potente y expresiva de Pepe Rodríguez. Es más, se nota que Pepe está más suelto sobre las tablas ya que no para de saltar y moverse a lo largo y ancho del escenario, mientras lo da todo con su portentosa voz.

Tal como había dicho en mi crónica anterior, si existiera algo de justicia en este negocio, los sevillanos deberían estar sonando en todas partes, incluso en la radio, ya que saben mezclar magistralmente el pop, el rock y el new wave con unas letras muy sugerentes y poéticas. Un combo exquisito que pide a gritos ser descubiertos. Muchas ganas a ver qué depara el año nuevo para este cuarteto y, desde luego, allí estaremos para contároslo.