The Hellacopters

Overdriver

Nuclear Blast Records (2025)

Por: Alfredo Villaescusa

9

La vida está llena de incertidumbres. Los negros nubarrones pueden acechar desde múltiples frentes, el económico, el profesional o el personal, habida cuenta de la dificultad congénita de los tiempos modernos para lograr relaciones duraderas en cualquier sentido. Y no minusvaloremos la aportación de esos infraseres capaces de cambiar de opinión cada segundo que no hacen más que añadir inestabilidad al panorama solo para satisfacer un ego del tamaño de un elefante. El que no disponga de la brújula adecuada se pasará la eternidad perdido dando vueltas, lo cual tampoco parece muy apetecible.

Algunos rockeros lo tenemos fácil en este sentido, y al igual que le sucedía al protagonista de ‘Alta fidelidad’ con Bruce Springsteen, podríamos evocar la espigada y glamurosa figura de Nicke Andersson para que nos ayude en épocas de zozobra e incertidumbre. Porque si hay una seguridad en la broma absurda de la existencia es que The Hellacopters seguirá sacando discazos bajo la batuta de uno de los grandes compositores de las últimas décadas, así de claro.

Otra cosa es que el listón quizás quedara demasiado alto tras aquel espectacular álbum de regreso de 2022 llamado ‘Eyes of Oblivion’. Si ese va a ser el baremo, no extrañaría que brotara cierta decepción en los más acérrimos, aunque otra posibilidad razonable es que se trate de uno de esos trabajos al que hay que dejarle madurar, que vaya adquiriendo poso en la conciencia, antes de emitir un juicio en condiciones.

Un servidor, gran creyente del talento de Nicke Andersson, se aventuraría más en esa segunda teoría antes de afirmar que en su nuevo disco han bajado el nivel. Olvidémonos de tormentas eléctricas del calibre de “Reap a Hurricane” y valoremos otro capítulo genial en esta segunda etapa de la banda escandinava tras su vuelta.

“Token Apologies” cuenta con los ingredientes clásicos de la receta de los suecos, con esas melodías atemporales marca de la casa, los punteos al tuétano, e incluso ese condimento sureño que ya empezaron a utilizar en ‘Rock & Roll Is Dead’ de 2005. “Don’t Let Me Bring You Down” certifica que el talento compositivo de Andersson sigue en muy buen estado de forma, con un maravilloso estribillo que tal vez evoque en la lejanía aquel inolvidable “Lee Anne” del proyecto Imperial State Electric.

“(I Don’t Wanna Be) Just A Memory” gira el timón más hacia al power pop a lo Redd Kross, pero no hay problema alguno si adoramos a los californianos. Un himno de cabo a rabo que no resulta complicado imaginarlo desatando las gargantas en su próxima gira. Y ese aire a lo The Beatles de algunas melodías de guitarra es del mismo modo una delicia.

“Wrong Face On” pisa el acelerador y disipa las dudas de los que pensaron que su faceta punk rock había quedado enterrada. Ni por asomo. La herencia garajera y el protopunk de The Stooges convive en plena harmonía con el hard rock clásico a lo Golden Earring, algo que se nota en especial en ese teclado añejo que nos lleva casi en volandas hasta la década de los setenta.

“Soldier On” se recrea en ese mismo periodo, con riffs rotundos de los que cortan el aire y un estribillo no menos epatante, mientras que “Doomsday Daydreams” nos lega otro de los grandes momentos de este álbum, con un punteo memorable de los que se mete de inmediato en la cabeza y una letra de las que resonará en la mente durante una larga temporada. Atentos al solo, es de los de pillar escoba o cualquier objeto alargado.

“Faraway Looks” dispone de un comienzo de los de levantarse de la silla, por lo que recuperan su vertiente puramente guitarrera, con punteos majestuosos para los entusiastas de la electricidad desbocada. Y “Coming Down” se antoja otro disparo certero al corazón, suponemos que con los años se han ganado de sobra el derecho a componer temas que apelen al oyente de una manera sentimental, no todo va a ser velocidad desbocada.

“Do You Feel Normal” podría haber visto la luz hace varias décadas, pero en 2025 su nostalgia le proporciona visos de himno del rock. Y al igual que en ‘Eyes of Oblivion’, aquí también tenemos un corte blusero, que sería en esta ocasión “The Stench”, donde Andersson demuestra que en ese vetusto registro también se mueve cual pez en el agua. “Leave A Mark” es con diferencia la canción más larga, con sus cinco minutos y pico, pero les sirve para desatar la épica que todo gran disco de hard rock debería tener. Y encima la letra te sonará bastante si eres fan de Springsteen. ¿Qué más se puede pedir?

Seguro que hay quienes hubieran deseado una mayor velocidad, que volvieran al chirriante debut de ‘Supershitty to the Max!’, pero no olvidemos que entre aquella lejana carta de presentación y este álbum han pasado casi tres décadas, lo cual debería ser motivo suficiente para entender que incluso los grupos clásicos evolucionan. Para los que se quedaron con un esquema determinado, ahí están los miles de grupos influenciados por ellos.

The Hellacopters serán uno de los grupos que estarán en el vitoriano Azkena Rock Festival junto a Manic Street Preachers, Dead Kennedys, Buzzcocks o Turbonegro, entre muchos otros. Las campas de Mendizabala (Vitoria) esperarán a todos los aficionados rockeros del 19 al 21 de junio. Puedes hacerte ya con las entradas en este enlace.

Alfredo Villaescusa
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